Portada » Filosofía » Transformación Social y Diálogo: El Rol Crucial de las Ciencias Humanas
Estas ideas se relacionan con el concepto de economía basada en la información y el modelo en red. La capacidad de las Ciencias Sociales y Humanidades (SSH) para crear realidades sociales se asemeja al trabajo sociológico creativo, en el contexto de la teoría del valor-trabajo de Karl Marx y Adam Smith, donde el trabajo se considera un proceso creativo que transforma la sociedad. Se busca contrarrestar la sociedad del consumo, considerada el principal enemigo actual.
Además, la referencia a la sociedad de la información sugiere que las SSH deben adaptarse a los cambios de la economía del conocimiento y las crisis que emergen en contextos VUCA (Volátil, Incierto, Complejo, Ambiguo) y BANI (Frágil, Ansioso, No lineal, Incomprensible), donde la volatilidad y la complejidad son cada vez más evidentes. Este enfoque se apoya en la crítica de Manuel Castells sobre la fragmentación de la sociedad de la información, donde estas ciencias pueden aportar soluciones a problemas emergentes y fomentar la cohesión social en un mundo polarizado.
Sin embargo, como advierte Max Weber, centrarse excesivamente en la creación de realidades puede comprometer la objetividad científica y la imparcialidad necesaria para un examen crítico. En conclusión, el artículo subraya la necesidad de que las SSH se reconecten con la realidad social a través de la creación y el diálogo, aspectos esenciales en la sociedad de la información. Esta perspectiva permite a los investigadores actuar como agentes de cambio frente a las desigualdades sociales, manteniéndose en un marco de objetividad y rigor científico. La creación de realidades sociales debe ser prioritaria en la agenda de las SSH.
El autor expone la naturaleza dialógica, argumentando que la comunicación y el diálogo son fundamentales para las interacciones humanas, tanto en ámbitos científicos como ciudadanos. Resaltamos ideas clave, como la importancia de una participación inclusiva donde todas las voces son valoradas:
“El diálogo igualitario es la base de una sociedad verdaderamente democrática.” – Flecha, R. (2022), p. 14.
En lugar de un enfoque técnico o utilitario, la sociedad debe centrarse en la comunicación y el diálogo para resolver conflictos y construir consenso:
“La racionalidad instrumental deja paso a la racionalidad comunicativa, donde el consenso y la participación activa prevalecen.” – Flecha R. (2022), p. 22.
Flecha menciona la importancia de involucrar a la ciudadanía en la creación del conocimiento, promoviendo una visión más inclusiva y participativa:
“En una sociedad dialógica, el conocimiento no es monopolio de expertos, sino que se construye colectivamente a través de la interacción entre ciudadanos y científicos.” – Flecha, R. (2022), p. 36.
Sostiene que esto permite superar desigualdades y construir conocimiento, fomentando el aprendizaje mutuo y la co-creación de saberes, lo que puede empoderar a las personas y enriquecer el proceso educativo, dando lugar a las “comunidades de aprendizaje” (Flecha, R. (2022), p. 41).
Estas ideas se pueden relacionar con conceptos como la transición de la sociedad industrial a la de la información, donde el conocimiento se democratiza y la participación activa es crucial. Se alinean con las ciencias sociales emancipadoras de Erik Olin Wright, que promueven la participación ciudadana, y con la sociología pública de Michael Burawoy, que conecta la sociología con la ciudadanía.
También, el diálogo y la participación son clave para enfrentar los desafíos de la globalización y la modernización, que requieren soluciones colectivas. Las ideas de Flecha pueden reforzarse al considerar que el diálogo igualitario y la democratización del conocimiento son esenciales para reducir desigualdades en la era de la información y la globalización. No obstante, en la práctica, su propuesta enfrenta dificultades debido a las barreras económicas y sociales que limitan la participación equitativa, lo que complica la plena implementación de una sociedad dialógica. En conclusión, su visión es transformadora y responde a la necesidad de crear una sociedad más justa e inclusiva, donde todos puedan participar activamente en la construcción del conocimiento. Su implementación enfrenta desafíos en
En el texto de Lidia Puigvert, se plantea que el diálogo es un mecanismo clave para la toma de decisiones en la sociedad contemporánea, una herramienta de democratización que permite resolver conflictos y llegar a consensos en lugar de recurrir a la violencia:
“The increase of dialogue does not imply that there is no violence in human and social relationships… but this phenomenon confirms that there exist many dialogic interactions and procedures in society.” – Puigvert, L. (2012) p. 79.
Puigvert destaca el concepto de feminismo dialógico, en el que se incluyen las voces de mujeres de diversos orígenes, promoviendo una igualdad real en las discusiones sobre género:
“Current dialogic feminism brings into egalitarian dialogue the voices of very diverse women.” (Puigvert, L. (2012) p. 80).
Argumenta que la participación igualitaria y el diálogo son esenciales para transformar estructuras sociales opresivas. El feminismo dialógico se relaciona con la desigualdad de género y la estratificación social, ya que las mujeres siguen enfrentando brechas salariales y falta de oportunidades. Este concepto conecta con el análisis de Puigvert: el feminismo dialógico ofrece una plataforma para que mujeres de distintas clases sociales participen en un diálogo inclusivo, abriendo nuevos espacios para la transformación social.
Ulrich Beck introduce la idea de la sociedad del riesgo, donde la incertidumbre aumenta debido a la pluralidad de opciones y afecta a las relaciones de género. La idea de que las decisiones en la sociedad moderna están determinadas por el riesgo y el diálogo es un punto clave tanto en Beck como en Puigvert; ambos abogan por la utilización del diálogo para superar desigualdades estructurales, incluidas las de género.
La idea de que el diálogo puede transformar estructuras opresivas coincide con la teoría de la individualización de Beck, donde las personas deben asumir sus decisiones en un entorno de incertidumbre. El feminismo dialógico ofrece a las mujeres la posibilidad de tomar decisiones colectivas, superando barreras patriarcales y de clase.
No obstante, una crítica es que el diálogo no siempre considera las resistencias estructurales inherentes a las sociedades patriarcales. Michel Foucault subraya que el poder está arraigado en estas estructuras, y no siempre se desmantela con un diálogo igualitario. En conclusión, el enfoque del feminismo dialógico de Puigvert es un paso adelante en la lucha por la igualdad de género, ya que promueve la inclusión de todas las mujeres, independientemente de su clase social, en los debates que afectan sus vidas. De todos modos, aunque el diálogo es una herramienta poderosa para el cambio social, debe complementarse con acciones estructurales más amplias para desmantelar las desigualdades.