Portada » Francés » Salud Bucodental Completa: Prevención, Autocuidado y Hábitos Esenciales
La odontología preventiva es la rama de la odontología encargada de promover, mantener o restaurar la salud oral del individuo, aunando todos los aspectos de la odontología general mediante un método práctico. Su objetivo final es establecer y mantener la salud oral del paciente, considerando todos los aspectos de la odontología desde un punto de vista científico, profesional, económico y ético.
La odontología comunitaria es el arte y la ciencia de prevenir enfermedades orales, promover la salud y mejorar la calidad de vida a través de los esfuerzos de la comunidad. Este concepto tiene un enfoque multidisciplinar, puesto que la odontología comunitaria forma parte de otras áreas como la epidemiología, la estadística y la medicina. La relación entre la odontología preventiva y comunitaria se basa en que la primera se enfoca en el individuo, mientras que la segunda se orienta hacia la comunidad. Cada una de ellas se encarga de realizar medidas preventivas acordes a su escala de actuación.
Como se abordó en el concepto de salud/enfermedad y la historia natural de la enfermedad, la prevención puede actuar en tres niveles: primaria, secundaria y terciaria.
La prevención primaria comprende todas aquellas medidas destinadas a prevenir la aparición de la enfermedad. A nivel odontológico, se distinguen dos subniveles:
La prevención secundaria busca la curación y la prevención de posibles secuelas de la enfermedad, gracias al diagnóstico y a la implementación de un tratamiento precoz. Un ejemplo es concienciar a la población sobre la importancia de las visitas rutinarias al dentista para prevenir diversas enfermedades orales.
Finalmente, la prevención terciaria incluye las medidas necesarias que conducen a la reestructuración del sistema estomatognático tras las secuelas de la enfermedad.
Según la OMS, la educación sanitaria es un proceso educativo cuyo objetivo es que los individuos, grupos o comunidades adquieran o mejoren sus conocimientos, actitudes y comportamientos en relación con el campo de la salud. La educación sanitaria es un componente fundamental dentro de la Promoción de la Salud. Tal y como se definió en 1986 en la Carta de Ottawa, es un proceso que capacita a las personas para aumentar el control sobre su propia salud y poder mejorarla. La educación sanitaria es competencia de los poderes públicos.
Por tanto, la educación sanitaria o Educación para la Salud (EPS) tiene como objetivo final el cambio favorable del comportamiento del individuo o de la comunidad con respecto a la salud. No obstante, para ponerla en práctica, será necesario conocer los factores que influyen en el comportamiento. También será necesario conocer las distintas teorías y modelos que explican la conducta humana, que es compleja, ya que la información y el conocimiento, por sí solos, difícilmente generan un cambio en el comportamiento de las personas. Además, como se ha mencionado, los factores sociales de salud condicionan el comportamiento y el estilo de vida de cada individuo.
Este modelo surgió tras analizar la conducta en la eliminación del tabaquismo en fumadores. Se basa en que un cambio de conducta pasa por diferentes etapas, que pueden resumirse en la siguiente tabla:
Estos índices comparan dos grupos etarios característicos dentro del proceso de envejecimiento de una población: la juventud y la vejez. Se considera que una población bien estructurada debe tener un índice de juventud superior al 33 % y un índice de vejez algo más inferior.
La tasa de mortalidad indica la velocidad con la que los integrantes de una población dejan de formar parte de ella.
La población a mitad de año es la media aritmética de la población existente desde el 1 de enero hasta el 1 de enero del año siguiente, dato que se sustituye por el número de habitantes a 1 de julio del año a estudiar.
La tasa de natalidad proporciona información sobre la capacidad de crecimiento de una población.
Se refiere a la periodicidad con que se va a transmitir la información. Por ejemplo, si se está realizando un proyecto de educación sanitaria en una escuela de educación infantil durante un año, los contenidos seleccionados serán muy distintos a los que se utilizarían en unas jornadas de hábitos orales saludables en un espacio verde de ocio familiar durante un día o un fin de semana.
En este contexto, es crucial tener en cuenta, tal como señala Casas Donneys, algunos aspectos fundamentales de la educación para la salud: