Portada » Historia » Régimen franquista resumen
Desde su triunfo en la Guerra Civil, Franco gobernó España hasta su muerte en Noviembre de 1975 de forma dictatorial; lo hizo sobre un país arruinado que poco a poco fue recuperándose hasta alcanzar un importante desarrollo económico acompañado de profundas transformaciones sociales. Mientras que la oposición fue creciendo en demanda de libertades, el régimen no daba otra respuesta que el enfurecimiento de su política represiva.
Franco concentró todos los poderes en su mano de los que no tenía que responder más que «ante Dios y ante la historia». El caudillo estuvo obsesionado con las supuestas amenazas de la masonería y el comunismo, ideologías presentadas como enemigas de España. Aunque no fue un falangista convencido, la Falange le sirvió de gran utilidad establecíéndolo como partido único, aunque de pertenencia no obligatoria más que para sus funcionarios.Adoptó una mentalidad nacional-católica radical que consideraba consustancial al ser español la religión católica, lo que determinó su fundamentalismo religioso y su visión de sí mismo como hombre providencial elegido por Dios para salvar a España. El estado colaboraba con la iglesia que legitimaba al dictador como «caudillo de España por la gracia de Dios».
El ejército desempeñó un papel fundamental en la dictadura (militarización) como instrumento imprescindible para mantener el orden aunque la mayoría de las ocasiones le bastó con la policía armada y la Guardia Civil cuyo exagerado número hizo de España el país más policial de Europa. El nacionalismo español constituyó una parte esencial del ideario del régimen con una sensibilidad centralista muy acusada fue basada en la afirmación de que España es una e indivisible.
Se exaltaron los valores de la patria a la que se considera «una unidad de destino en lo universal». Frente al capitalismo y comunismo, se plantea el nacionalsindicalismo; en la práctica el franquismo fue capitalista pero su ideario socio-económico constituía una mezcla del principio de libertad y del control del estado como único árbitro (sindicato vertical).
El concepto de Tecnocracia orgánica con el que se autodefinía el régimen implica que la representación política no la tienen los ciudadanos sino las unidades orgánicas de la sociedad, familia, municipio y sindicatos, mediante la designación indirecta de los candidatos. Para institucionalizar el régimen, el caudillo se opuso a una constitución que recordase el periodo liberal. En su lugar promulgó un conjunto de leyes, Leyes Fundamentales, que fueron apareciendo entre 1938 (Fuero del trabajo) y 1966 (Ley Orgánica del Estado) según las necesidades políticas o en respuesta a acontecimientos externos.Se trata de operaciones de maquillaje ante una Europa democrática. Pero los principios como separación de poderes, igualdad ante la ley, declaración de derechos… Fueron ignorados por el entramado jurídico tejido por el dictador. El régimen se sintió respaldado por el ejército, la iglesia y la Falange.
Terminada la guerra;, la represión política y social hacen su aparición junto con el hambre: duras penas de cárcel, marginación social, sistema político de delaciones, denuncias y
venganzas cuyo objetivo era depurar el régimen.
España era un país en ruinas; a las pérdidas humanas hay que añadir la destrucción y la penuria de la hacienda pública. La economía estuvo condicionada por la necesidad de la reconstrucción, tarea que fue muy lenta debido al fuerte intervencionismo del Estado y la práctica de la autarquía que se presentaba como medio para alcanzar la independencia económica y como una forma de desafío al aislamiento político frente al nuevo orden internacional que consideró enemigo al régimen español y que se traduce en el cierre de la frontera francesa y la resolución condenatoria de la ONU en 1946 con la posterior retirada de embajadores de casi la totalidad de los países.
Sólo el comienzo de la Guerra Fría abríó nuevas perspectivas. La evolución de la situación bipolar en el mundo propició el acercamiento definitivo de los EEUU que culminó con los acuerdos de 1953. Se establecía una política de defensa y ayuda económica pero la mayor rentabilidad de la alianza la obtuvo Franco al utilizarlo como prueba de reconocimiento internacional sin que la dictadura tuviera que renunciar a ninguno de sus principios.
A la vez, a partir de 1950, se abríó un periodo de crecimiento económico y el dictador comprendíó la necesidad de transformaciones. Para ello eligió a ministros formados en economía y derecho. Son los «tecnócratas», modernos en lo económico y conservadores en lo político, cuya gestión inauguró una era de desarrollo, El régimen se decidía a liberalizar la economía en la línea de los países occidentales y dando oportunidades a las inversiones de
‘capital extranjeras.
Para cumplir este objetivo se puso en marcha el PLAN DE ESTABILIZACIÓN (1959) que llevó al país a una forzada austeridad lo que tuvo claras consecuencias positivas. Pero el fenómeno económico y social más sorprendente fue el desarrollo del turismo. El fin del aislamiento contribuyó a incrementar el flujo turístico, decisivo para equilibrar la balanza de pagos.
Al acabar la década de los 50 quedaba atrás la larga posguerra; el fin de la autarquía y del aislamiento internacional y el comienzo del despegue económico situaban a España en un lugar completamente diferente al de los años 40. Pero una oposición creciente (obreros, universitarios, nacionalistas) mostraba cada vez con más fuerza su descontento. El estado franquista respondíó a esta efervescencia con una legislación represiva y unos efectivos policiales numerosos. En el terreno político nada había cambiado.