Portada » Psicología y Sociología » Principios Fundamentales de Ética Biomédica y Relación Médico-Paciente
Valor que le corresponde al ser humano en razón de su ser, su condición de persona. Se muestra cuando no hay nada más en el hombre que su humanidad.
Explica la calidad del acto médico: la actuación profesional está orientada al bien del paciente en cuanto persona, por encima de cualquier otro tipo de motivación. La enfermedad no solo reclama una solución técnica, sino una posibilidad existencial.
La vocación médica es trabajar por conseguir el bien pleno en sí mismo y en su paciente.
El respeto a la autonomía del paciente no consiste simplemente en dejar la decisión en sus manos; requiere un proceso constante y eficaz de comunicación que facilite y apoye al paciente para llegar a una decisión autónoma y moralmente justa.
Existen 4 tipos: paternalista, informativo, interpretativo y deliberativo. De todos ellos, el modelo deliberativo se presenta como el más adecuado. La reflexión guiada sobre las decisiones a tomar es expresión ideal de la autonomía del paciente. Un correcto intento de persuasión por parte del médico no implica imposición.
Los principios personales del médico son importantes para el paciente. Es una exigencia de la formación moral del médico. El respeto a la autonomía del paciente no consiste en dejar la decisión en sus manos; requiere la corresponsabilidad entre las dos partes de la relación.
Vínculo entre personas generado por la necesidad de una enfermedad. Es motivado por un fin terapéutico, por situación de necesidad con confianza. Es un encuentro de dos necesidades: la de ser curado y la de prestar ayuda. El paciente vive la enfermedad y el médico la valora por medio de un diagnóstico.
La técnica es lícita si ayuda a la naturaleza, no si la suprime. Dentro de estas, la que podría ser aceptada éticamente es la inseminación artificial, siempre y cuando la hiperestimulación ovárica no suponga riesgos para el embrión. Se debe cumplir el respeto al embrión, al acto conyugal y a la integridad familiar.
La sexualidad indica la manera particular de estar en la existencia. La unión de los diferentes genera una unidad completa, nueva y distinta. Una acción se convierte en buena si hace justicia a la realidad.
Presencia de estado de enfermedad avanzada, incurable y en fase de progresión rápida. Falta de posibilidades racionales de respuesta al tratamiento específico. Presencia de numerosos síntomas y complicaciones, intensos, variables y de causa multifactorial y cambiante. Pronóstico de vida inferior a 6 meses. Gran impacto emocional sobre el enfermo, familiares y equipo terapéutico por la presencia implícita o explícita de la muerte.
Es una evidencia científica actualmente que la vida comienza en el momento de la fecundación. El cigoto constituye una nueva realidad biológica distinta a la de sus progenitores; su identidad genética es idéntica e irrepetible. Cada vida humana es una vida única, perteneciente a la especie Homo sapiens, sin saltos cualitativos desde la fecundación hasta la muerte, por lo que el embrión y el feto son biológicamente comparables al recién nacido y al adulto; lo único que los diferencia es un factor temporal.
La célula es definida como unidad de vida. El cigoto humano es, por lo tanto, una unidad de vida y portador en su genoma de secuencias Alu. La diferencia entre el cigoto y el resto de células es que la del cigoto es totipotente y el resto pluripotentes o multipotentes.
El cigoto es la única que contiene en sí misma todas y cada una de las estructuras que constituyen al individuo. Este individuo que se generó tras la unión de los gametos se mantiene hasta su muerte; es siempre el mismo individuo que mostrará diferentes aspectos a lo largo de su vida.
El embrión no es un conglomerado indiferenciado de células, sino algo que existe y obedece a un proyecto continuo de vida.