Portada » Magisterio » Pautas de Alimentación y Nutrición en Centros Educativos
La incorporación de nuevos alimentos debe hacerse de manera progresiva, lenta y en pequeñas cantidades, respetando intervalos de entre 8 y 15 días para cada nuevo alimento y observando la tolerancia del niño/a al alimento.
El calendario de incorporación de nuevos alimentos es siempre una información orientativa, y debe ser el equipo de pediatría el que oriente a la familia sobre las pautas más adecuadas dependiendo del desarrollo y características del bebé. El centro educativo debe seguir las pautas establecidas por la familia, que es la encargada de introducir nuevos alimentos.
A partir de los 6 meses se pueden introducir las verduras, en forma de sopa o de puré. En el plato de sopa o de verdura se puede añadir algún alimento que aporte proteínas y grasas. Se puede poner un trozo de carne de unos 40-50g, puede ser de cordero, pollo o ternera, o bien un trozo de pescado blanco. Tanto la carne como el pescado se pueden hacer hervidos o a la plancha y después se trituran. También se pueden ir introduciendo alimentos sólidos, primero verduras cocidas y frutas en trozos que el niño pueda agarrar e ir masticando.
Las papillas de cereales sin gluten se pueden introducir a partir del 6º mes. La introducción se puede iniciar añadiendo unas cucharadas de cereales a la leche del biberón o en forma de puré sustituyendo una toma de leche. Es importante tener presente que hasta los doce meses el lactante ingiera una cantidad mínima diaria de 500ml de leche o derivados.
Las papillas pueden contener gluten hacia el noveno mes. Con la introducción del gluten, el niño ya puede tomar pasta, pan, galletas.
Los niños más pequeños necesitan atenciones específicas. Hay que ayudarlos a adquirir nuevas habilidades (manipulación de cubiertos, vasos, etc.), a descubrir nuevos alimentos y texturas, a aprender pautas de conducta social y de convivencia, etc. Los que ya saben comer solos no requieren tanta atención, pero igualmente hay que estar pendientes y consolidar ciertos aspectos: comer bien y de todo, pedir las cosas, respetar a los compañeros, usar bien los cubiertos.
Entre los objetivos sobre los cuales podemos trabajar en el comedor escolar destacan:
Para el buen funcionamiento del comedor escolar en la escuela infantil, es imprescindible que haya:
Es aquel que incorpora los nutrientes necesarios para atender los requerimientos dietéticos de la mayoría de los niños. Lo más recomendado en los centros educativos es hacer planificaciones mensuales. Para que las dietas sean equilibradas, hay que entregar el menú escolar a las familias, que deberían tenerlo en cuenta a la hora de planificar las demás comidas de cada día.
Teniendo como referencia la pirámide nutricional, seguimos estos pasos:
Para la lactancia materna, las escuelas infantiles deben garantizar:
Cuando la lactancia materna no es posible, la familia debe llevar las fórmulas de leche para lactantes que toma el bebé y el personal le preparará y le dará el biberón.
Las guarderías deben ofrecer la posibilidad de que la madre dé el pecho a su hijo en la misma aula o en otro espacio reservado para este uso, disponiendo de una butaca cómoda situada en un lugar tranquilo.
Las madres pueden extraer la leche con un sacaleches y llevarla a la escuela infantil para que se la administre a su hijo. La leche se llevará al centro en el mismo recipiente que se usará para administrarla, que debe ir dentro de una nevera portátil o una bolsa isotérmica. Los recipientes deben contener la leche para una sola toma y deben estar etiquetados con el nombre del niño y la fecha de consumo.
Cuando la lactancia materna no es posible o es necesario complementar la alimentación, se debe recurrir a la lactancia con fórmula, utilizando el biberón (Un cacito / 30 ml de agua). La leche se prepara siguiendo las proporciones, y se da con biberón y tetinas, los cuales deben estar esterilizados.
Las dificultades con respecto a los comportamientos alimentarios se pueden agrupar en tres situaciones genéricas: