Portada » Medicina y Salud » Patologías Circulatorias y Tisulares: Trombosis, Embolia, Edema, Infarto y Shock
La trombosis es la formación de un coágulo (trombo) dentro de un vaso sanguíneo o del corazón.
El organismo utiliza inhibidores naturales (antitrombina III, proteína C, plasmina) que detienen la coagulación y disuelven la fibrina una vez que la lesión está cubierta, evitando así que los factores de la coagulación sigan activándose y que el trombo continúe creciendo.
El trombo obstruye el flujo sanguíneo, causando isquemia y, consecuentemente, daño o necrosis tisular. Se forma por fibrina y plaquetas que atrapan células. También puede causar embolias.
Una lesión vascular activa las plaquetas y la fibrina, lo que lleva a la formación de un coágulo para evitar la pérdida de sangre.
Se diagnostica por la clínica y mediante pruebas como ecografía dúplex, tomografía axial computarizada (TAC), estudios radiológicos y análisis de sangre.
Es la condición en la que un émbolo (una partícula flotante como un coágulo, grasa, aire, parásito, etc.) viaja por el torrente sanguíneo y obstruye un vaso.
El émbolo viaja y ocluye una arteria, interrumpiendo el flujo sanguíneo y provocando una isquemia súbita del órgano afectado.
Las causas incluyen trombos, grasa, aire, líquido amniótico, parásitos, bacterias, células tumorales y cuerpos extraños.
Es difícil de diagnosticar. Se utilizan antecedentes clínicos, examen físico, análisis de sangre, radiografías y TAC.
El edema es una acumulación anormal de líquido en los tejidos del cuerpo, especialmente en el espacio intersticial (entre las células) y en cavidades corporales.
Este líquido puede ser de dos tipos:
Un infarto es un área de tejido muerto (necrosis) causada por la falta de flujo sanguíneo (isquemia).
El shock es un síndrome clínico (no una enfermedad en sí misma) caracterizado por: