Portada » Economía » Optimización de la Gestión Hospitalaria: Implementación de Centros de Responsabilidad
Un Centro de Responsabilidad es una unidad de gestión que cuenta con recursos y es capaz de generar productos o servicios. Está dirigida por un responsable al que se le entrega un determinado nivel de atribuciones y apoyo para que optimice el uso de sus recursos, tomando decisiones a su nivel que conlleven al cumplimiento de metas establecidas.
Mejorar la utilización de los recursos, lo que se traduce en un incremento de la oferta y la calidad de las prestaciones.
Para que un Centro de Responsabilidad funcione eficazmente, se necesitan:
Además, son requerimientos necesarios:
No está determinado; depende de:
La lógica orientadora en la definición y conformación de Centros de Responsabilidad es la orientación hacia el usuario/paciente, a través del estudio de la cadena de procesos que el Establecimiento tiene para proveer la demanda de estos servicios.
Para conformar, definir y estructurar Centros de Responsabilidad, debe tenerse presente la definición de la cartera de servicios (productos) que caracterizan al Establecimiento y que definen su propósito, es decir, los servicios que se proveen, a través de su cadena de procesos, a sus usuarios y clientes finales.
Los Centros de Responsabilidad se constituyen en la organización que administra y gestiona la cadena de procesos, y se diferencian y especializan en función de los productos que proveen, los usuarios que satisfacen, los centros de costos o unidades que lo conforman, el conocimiento compartido y la tecnología y recursos que utilizan para cumplir su propósito.
Provee la información de los recursos que el Centro de Responsabilidad demanda, requiere y consume en función de su operación, desempeño y compromisos asumidos con el Establecimiento. El Centro de Responsabilidad se constituye en el primer paso para el costeo de los servicios a valor real.
La toma de decisiones debe realizarse lo más cerca posible de los responsables de la utilización de los recursos, con el objetivo de obtener una mayor eficacia en la resolución de sus necesidades y problemas, facilitando la provisión de servicios de mayor calidad y oportunidad.
El profesional de la salud es una figura clave en el proceso de gestión y, a la vez, es el mejor garante de que las decisiones de mejora de la eficiencia se tomarán sin detrimento de la calidad en la atención de los usuarios, entendida como el conjunto de procesos implicados en la relación entre este profesional y el usuario, el que se articula en tres niveles:
La implementación de los Centros de Responsabilidad asume un proceso participativo al interior de cada Centro, de tal forma que sus integrantes conozcan el sentido y la dirección que tiene el Establecimiento. A su vez, el Establecimiento genera espacios de negociación efectiva.
En el proceso de implementación y funcionamiento del Establecimiento en base a Centros de Responsabilidad, un elemento crucial en la gestión de este radica en la coordinación entre los Encargados de los Centros y el equipo Directivo, actividad que contribuye a una visión integradora de la gestión del Establecimiento y del Centro, así como de los resultados a obtener. En esta línea, es fundamental que el equipo directivo del Establecimiento asuma el liderazgo.
El desarrollo de los Centros de Responsabilidad genera exigencias y requerimientos mayores en la provisión de servicios de apoyo, en cuanto a cantidad, calidad, oportunidad y eficiencia, lo que se traduce en la necesidad de fortalecer el área de apoyo administrativo.
El Establecimiento debe generar los mecanismos y espacios para que el Centro cuente con la retroalimentación adecuada en cuanto a su funcionamiento y desarrollo, de forma tal que se tomen las medidas de corrección de forma oportuna.
Cada Centro se constituye en cliente-proveedor, lo que se traduce en una relación cliente-proveedor constante y dinámica, en una cadena de compromisos, cuyo incumplimiento genera consecuencias en el resto de la cadena y, a la larga, afecta la provisión de servicios a los usuarios finales.
Se identifican dos tipos de incentivos en el funcionamiento de los Centros de Responsabilidad: implícitos y explícitos.
La implementación de los Centros de Responsabilidad debe ir necesariamente acompañada de la implementación de una estrategia de acompañamiento al cambio, que aborde las eventuales reticencias, temores y amenazas que se perciben con este nuevo esquema de trabajo.
Como complemento a la estrategia de implementación, los Encargados necesariamente deben manejar mayores niveles de conocimiento en gestión.