Portada » Educación Artística » Obras Maestras del Siglo XX: Escultura Abstracta y Pop Art
Documento: Enero
La obra pertenece al movimiento de la abstracción, que llegó plenamente al arte escultórico de la mano de los nuevos materiales. El escultor vasco Eduardo Chillida creó grandes estructuras de hierro u hormigón de formas simples que reflejan su atención por las fuerzas de la naturaleza.
La obra, una gran masa de hormigón armado de 54 toneladas, está suspendida a 80 cm del agua de un estanque artificial mediante cuatro cables de acero. La escultura está formada por una parte superior de forma cúbica de la que emergen cuatro brazos retorcidos. Existe un contraste entre el peso que denota por su volumen y la ligereza que le otorga el hecho de estar suspendida en el aire.
El estilo de Chillida se aparta de la figuración y se adentra en la abstracción. Sus obras van aumentando progresivamente de dimensión. Su estilo se caracteriza por los cruces de las diferentes superficies. Chillida estudiaba el equilibrio entre las zonas llenas y vacías, calculando con precisión el contraste de la luz y la sombra. En la realización de las obras de hormigón armado de grandes dimensiones, Chillida seguía los siguientes pasos:
El reflejo de la escultura en el agua forma parte de la misma obra, ya que representa el famoso mito griego de Narciso. Narciso era un joven de una belleza tan grande que nadie se le podía resistir, pero nunca se dejaba tocar por nadie. Un día, mientras bebía en un estanque, se quedó seducido por la imagen que tenía delante, pero no lograba tocarla. Al descubrir que era su propio reflejo, se consumió por la impotencia y la melancolía. Los brazos de la obra simbolizan el anhelo de unirse con su otra mitad.
Nace como resultado de una invitación del Ayuntamiento de Barcelona para que Chillida realizara una obra para la ciudad. La pieza se ha acabado convirtiendo en el auténtico centro visual de la zona del parque en la que está ubicada.
Documento: Enero
El Pop Art, abreviatura de la expresión inglesa Popular Art, fue el movimiento figurativo más importante de los últimos treinta años. Apareció en los primeros años de la década de los sesenta y se consagró en la Bienal de Valencia de 1964 y en la Documenta de Kassel de 1968. El Pop Art convierte en materia artística el aluvión de imágenes que crea la cultura de masas: imágenes publicitarias, banderas, artistas de cine, cómics, etc. Este movimiento se desarrolló sobre todo en EE. UU.
En esta representación, el artista relega el color rojo que aparece en la etiqueta de la lata original a los extremos metálicos y otorga el protagonismo cromático de la etiqueta a: el azul brillante de la parte superior, el verde ácido de la parte inferior, el rosa del escudo de la Exposición Universal, de la sombra de las letras «soup» y de la cenefa inferior, y el color amarillo de «Campbell’s» y «Condensed». Cada vez que Warhol pintaba una nueva lata de sopa, la diferenciaba del resto.
La imagen de la sopa Campbell’s es representada totalmente plana y carente de profundidad; aun así, la lata fue reproducida con fidelidad al original.
Los temas más recurrentes de su producción artística fueron los productos comerciales, los grandes astros del espectáculo, los líderes políticos y algunos símbolos típicos y tópicos como la Estatua de la Libertad. El descubrimiento de la serigrafía, que permite imprimir fotografías sobre lienzos, fue revelador para Warhol, quien llamó a su estudio The Factory para recalcar que allí se hacía arte en serie, y que la pieza de arte había perdido su calidad de obra única. Allí, Warhol y otros artistas pintaban cuadros, rodaban películas, hacían música y organizaban happenings.
Elegir una lata de sopa como protagonista recoge la esencia misma del Pop Art, una corriente artística que explora las relaciones entre el arte y la cultura popular. Estas representaciones eran también una protesta contra el arte institucionalizado que está fuera del alcance del público. A través de la lata de sopa, denunciaba el problema de la incomunicación en la sociedad tecnológica: la imagen representada era un objeto de consumo, devorador de la individualidad.
El Pop Art no fue únicamente una reacción artística, sino también una reacción ideológica. Era un movimiento que nacía del ambiente contracultural y que quería acercar el arte a todo el mundo mediante la capacidad de convocatoria de marcas y personajes muy populares. Su objetivo era romper la frontera entre arte y vida, y conseguir que los objetos de uso popular y cotidiano entraran en los museos.