Portada » Latín » Mitos Griegos y Fundamentos de Latín: Relatos Clásicos y Gramática Esencial
Dánae era la hija de Acrisio, rey de Argos. Un oráculo predijo que su nieto lo mataría. Por esta razón, el rey ordenó que la niña fuera encerrada en una torre de bronce. Sin embargo, Júpiter, prendado de Dánae, penetró en su celda transformado en una sutil lluvia dorada. De esta unión nació Perseo. Al enterarse de lo sucedido, Acrisio encerró a Dánae y a su hijo en una caja y los arrojó al mar. La caja encalló en la isla de Sérifos y ambos fueron rescatados. Después de varios incidentes, Acrisio y Perseo hicieron las paces, pero el oráculo se cumplió cuando el joven, por error, mató a su abuelo durante un lanzamiento de disco. En el arte, Dánae suele representarse recostada en una cama o apoyada en una almohada, mirando hacia arriba mientras la lluvia dorada cae de las nubes, a veces en forma de monedas. A menudo, una criada también aparece, desplegando su delantal para recoger la preciosa lluvia dorada.
Paris, hijo de Hécuba y Príamo, rey de Troya, y hermano de Héctor. Poco antes de su nacimiento, se predijo a Hécuba que el hijo que llevaba en su vientre sería la causa de la destrucción de Troya. Asustada, la reina abandonó al niño en el monte Ida, donde fue criado por un pastor. Posteriormente, Paris fue reconocido por su padre, quien le dio la bienvenida y restauró su condición de príncipe. Paris es especialmente recordado por el célebre juicio que desencadenó la Guerra de Troya. Cuenta la leyenda que, en el banquete de bodas de Peleo y Tetis, Eris, la diosa de la discordia (no invitada), arrojó una manzana de oro con la inscripción «Para la más bella». Juno, Minerva y Venus se disputaron de inmediato el regalo. Para resolver la disputa, Júpiter encargó a Mercurio que llevara la manzana al monte Ida, donde Paris debía elegir a la diosa más hermosa entre las contendientes. Las diosas aparecieron ante Paris y trataron de sobornarlo para obtener la manzana. Juno le prometió el dominio de toda Asia; Minerva, sabiduría y victoria en la batalla; y Venus, el amor de Helena, la mujer más bella del mundo. Paris eligió a Venus y le entregó la manzana.
Hércules, hijo de la mortal Alcmena y de Júpiter, quien sedujo a la mujer asumiendo la figura de su esposo, Anfitrión. Por ello, Juno sentía una profunda aversión por este héroe. Según la tradición mitológica, Hércules mamó del pecho de Juno, pero existen tres versiones de este suceso:
En todas las versiones, Juno no era consciente de a quién estaba amamantando.
Vulcano, hijo de Júpiter y Juno, es el dios del fuego y herrero de los dioses, a menudo representado en los relatos míticos como un dios cojo. Vulcano se casó con Venus, pero Venus lo traicionó con Marte. El dios Sol le informó de la infidelidad de su esposa. Entonces, Vulcano preparó una red invisible y la colocó sobre su tálamo nupcial (este episodio fue inmortalizado en la obra de Velázquez). En cuanto los dos amantes se acostaron, quedaron atrapados en la red. Posteriormente, Vulcano convocó a los demás dioses para que presenciaran la traición, un episodio que ha inspirado a numerosos artistas, quienes en ocasiones han reinterpretado el mito aportando soluciones originales en sus pinturas. Vulcano también aparece en otras escenas, como en su fragua con Venus, o cuando la bella diosa le pide armas para Eneas (momento representado en la obra de Le Nain), o cuando forja las armas de Aquiles para Tetis.
Aracne, una joven de Lidia e hija de Idmón de Colofón, un famoso teñidor, era extraordinariamente hábil tejiendo; incluso las ninfas se detenían a observarla mientras trabajaba. Presuntuosamente, Aracne se declaró superior a Minerva y desafió a todos los protectores del arte, incluida la diosa patrona de los textiles. Minerva, adoptando la apariencia de una anciana, intentó primero persuadir a Aracne para que se disculpara por su insolencia. Sin embargo, la joven no cedió, por lo que Minerva reveló su verdadera forma y aceptó el desafío. Sin temor, Aracne comenzó a tejer su propia tela, en la que representó los amores de los dioses:
Sin embargo, a la diosa no le agradó el tema y, furiosa, rompió la tela y golpeó a Aracne con su lanza. Entonces, la joven, abrumada por la ira de la diosa, intentó desesperadamente ahorcarse. Pero Minerva, compadecida, la sostuvo en el aire para que no se estrangulara y la transformó en araña. Bajo esta nueva forma, Aracne conservó su pasión por hilar y tejer.
1ª Declinación: Femeninos y algunos masculinos.
2ª Declinación: Masculinos y neutros.
3ª Declinación: Neutros.
n a ae us i um a sum
v a ae e i um a es
a am as um os um a est
g ae arum i orum i orum sumus
d ae is o is o is estis
a a is o is o is sunt
Conjugaciones:
1 o as are avi atum o
2 eo es ere bui tum s
3 o is ere xi tum t
mx io is ere di tum mus
4 io is ire ivi tim tis nt
Presente de Indicativo Pasivo:
– (o) r – mur
– ris – mini
– tur – ntur