Portada » Lenguas extranjeras » Mapeo Funcional del Cerebro: Zonas Corticales, Afasias y Dominancia Hemisférica
Las funciones que ejecuta el cerebro, como centro elaborador, se llevan a cabo en la sustancia gris de la corteza cerebral; por esto se les llama funciones corticales. Las funciones corticales pueden clasificarse en sensitivas, motoras y de asociación, siendo estas últimas las más desarrolladas en el ser humano. El médico alemán Brodmann asignó numeración a diversas partes de la corteza cerebral, lo que permite una mayor precisión acerca del lugar que ocupa cada una de las zonas funcionales.
Estas zonas se ubican en el área postrolándica.
Percibe información somática (del cuerpo) con un alto grado de discriminación (percibe con mucha precisión de dónde viene el estímulo). Es principalmente sensorial de la superficie y elabora las sensaciones de calor, frío, tacto, presión y dolor.
Se encarga de recibir información de tipo somático con un menor grado de discriminación (recibe estímulos no muy precisos).
Nota: La zona somestésica 1 está más cerca de la cisura de Rolando y la 2 está más alejada. La diferencia de discriminación entre ambas zonas se debe a que la zona 1 recibe información de áreas que se encuentran más pobladas de receptores.
Estas zonas son prerrolándicas.
Se hace cargo de la motricidad fina (movimientos con precisión). Ejemplo: ponerse los aros, escribir, hablar.
Ocupa una posición inmediatamente anterior a la circunvolución prerrolándica. Se relaciona con la rotación de la cabeza, giros del tronco y movimientos generales de las extremidades. Es la encargada de la contracción de “paquetes” musculares (motricidad gruesa, como caminar).
El lenguaje corresponde al instrumento que empleamos para comunicarnos. Implica la percepción de sonidos, imágenes y significados que nos permiten comprender la información que nos transmiten (percepción de letras, sonidos, gestos).
Son daños que se generan en el área de asociación del lenguaje y que pueden afectar la parte sensitiva o motora de esta área. Las afasias pueden ser parciales o totales (según el grado de daño), y pueden ser sensitivas o motoras. (Ejemplo de afasia motora: una persona sabe lo que es una cosa, pero no es capaz de nombrarla).
Las afasias no son un problema intelectual ni tampoco cognitivo (de aprendizaje), pero su presencia puede facilitar la permanencia de problemas de aprendizaje, así como lo haría la deficiencia de dopamina en el lóbulo frontal de la corteza cerebral (baja dopamina dificulta la concentración).
Esta corteza está muy desarrollada en el ser humano y se relaciona con los procesos mentales superiores de pensamiento, tales como: el juicio, la voluntad y el razonamiento. Tiene extensas conexiones recíprocas con otras áreas corticales del sistema límbico e hipotálamo. Daños en estas áreas pueden ocasionar incapacidad en la toma de decisiones. La lesión bilateral de esta corteza produce cambios permanentes en la personalidad de la persona (se vuelve menos excitable, menos creativo, frívolo, con falta de perspicacia e irresponsable).
Cada hemisferio cerebral presenta habilidades que le son propias y que son inaccesibles para el otro hemisferio. Pese a las diferencias en cuanto a las habilidades de cada hemisferio cerebral, ambos coordinan lo que saben y forman en el ser humano la unidad de conciencia.
Ambos hemisferios se necesitan para poder compensar y apoyar las habilidades que el otro no presenta.
