Portada » Arte » Maestros de la Arquitectura Renacentista Italiana: Obras y Transformaciones Clave
Escultor y arquitecto. Realizó un viaje fundamental a Roma donde descubrió la Antigüedad clásica. Un hito temprano en su carrera fue la pérdida del concurso para las puertas del Baptisterio de Florencia en 1401. Brunelleschi superó el concepto artesano del magíster para adoptar el papel de proyectista, concibiendo el diseño como un medio de reflexión, debate intelectual y control constructivo.
El templo de Santa María de las Flores fue iniciado en 1326 por Arnolfo di Cambio y ampliado en 1380. Por concurso, Brunelleschi propuso la construcción de su monumental cúpula (1420-1434). Esta se erigió sobre un tambor octogonal, con ocho espigones de ladrillos cruzados, construida sin cimbras, utilizando dos casquetes (uno interior y otro exterior) y atados interiores para su estabilidad.
Brunelleschi aportó al primer Renacimiento la recuperación del modelo de las basílicas paleocristianas en orden corintio, propias del siglo V, con una característica cúpula en el crucero.
En el siglo XV se propuso un módulo de proporción espacial más regular en arquitectura, en contraposición al espacio gótico. El cubo espacial se convirtió en la unidad de composición fundamental. Por agregación lineal, este módulo generaba pirámides visuales en perspectiva. Brunelleschi utilizó este sistema en la Galería del Hospicio de los Inocentes de Florencia. Esta unidad modular espacial se completa con la superposición de media esfera.
El sistema de cubo y esfera espacial fue ampliamente utilizado en Florencia, como se observa en:
Como alternativa al castillo medieval urbano italiano, en el siglo XV surge en Florencia un primer modelo de palacio renacentista sin elementos militares. Sus características principales eran:
Posteriormente, Alberti creará un segundo modelo, incorporando pilastras clásicas adosadas entre las ventanas y superpuestas en los diferentes pisos.
Ejemplos destacados:
Si Brunelleschi recupera el clasicismo del periodo paleocristiano, Alberti recuperó el lenguaje clásico del mundo romano. Su obra literaria, De Re Aedificatoria, y su obra construida, inciden en la reutilización de los elementos del mundo romano, con la incorporación de la pilastra, así como la utilización de los sistemas compositivos regulares del lenguaje clásico, mediante las proporciones áureas. En San Andrés de Mantua crea además un tipo de templo con una sola nave y capillas laterales, de amplia repercusión posterior. Se le considera el primer teórico moderno de la arquitectura.
En las últimas décadas del siglo XV, eruditos y artistas, incluyendo a Leonardo da Vinci, estudian la solución para el templo cristiano ideal, concebido más como un cuerpo formalmente perfecto que como un espacio simbólico tradicional. Se buscaba la planta centrada, cubierta con cúpula y con el altar en el centro, sin portadas destacadas. Leonardo da Vinci dejó sus bocetos en los Códices de Windsor, París (Códice B) y en el Códice Atlántico.
Los primeros modelos construidos en el norte de Italia suelen simplificar las soluciones teóricas para recurrir a la cruz griega. Presentan un tratamiento exterior con falsas plantas superpuestas.
Con Donato Bramante nace el nuevo palacio romano, una derivación del florentino con variaciones significativas. Las plantas bajas siguen construyéndose con rudos almohadillados, destinadas a tiendas y con pocos huecos. Las plantas altas se cubren con columnas pareadas y las ventanas adquieren autonomía clásica, en lugar de los huecos con arcos anteriores. Finalmente, desaparecerá el tratamiento columnario de las fachadas, asumiendo las ventanas y portadas el papel compositivo.
Obras de Bramante:
Otros ejemplos:
Promovida la nueva catedral por el Papa Julio II, la Basílica de San Pedro aunaría los símbolos de la trascendencia espiritual y del poder temporal del papado.
Bramante, en el Templete de San Pietro in Montorio (1502), hace una síntesis de Antigüedad y presente, incorporando una cúpula trasdosada con tambor a un tholos clásico. Este edificio emblemático tuvo una amplia repercusión posterior. La cúpula se libera de trasdosados y se rodea de una balaustrada. Le falta el patio circular porticado exterior según lo dibujó Serlio.
En la obra de Bramante, primero en Milán y luego en Roma, hay un interés por recuperar la pureza del lenguaje clásico de la Antigüedad romana. Evoluciona sobre el paleocristiano propio de las columnatas de Brunelleschi.
Existe en estas primeras obras milanesas un especial interés por la decoración de terracota y grutescos de tradición lombarda, que dan una valoración pictórica a los edificios.
Maestro del Manierismo romano, Vignola es autor de la influyente obra Regola delli cinque ordini d’architettura. Construye El Gesù (1568) para los jesuitas, un nuevo modelo de templo contrarreformista que tendrá gran continuidad en el Barroco. Este modelo se caracteriza por prolongar una amplia nave con bóveda de cañón iluminada por ventanas o lunetos, y capillas laterales comunicadas. La portada manierista de dos cuerpos superpuestos fue terminada por Giacomo della Porta con una solución más barroca. El primer templo de planta ovalada fue Santa Ana de los Palafreneros, en Roma (1570), otro precursor de modelos barrocos.
El Palacio Farnese de Caprarola (1547), tiene planta fortificada en forma pentagonal y un patio circular manierista.
El Manierismo rompe con el palacio cerrado para abrir las plantas a los jardines. Hay un gran interés por las escaleras, fuentes y logias. Vignola realizó La Villa Julia (1550), un palacete de recreo, con amplios espacios abiertos ajardinados unidos por altas pantallas caladas manieristas.
Tras el «Sacco» de Roma en 1527, grandes arquitectos italianos se instalan o trabajan en el Véneto, donde surgirá una corriente manierista con un prudente control clásico. Allí trabajan Serlio, Ammanati, Sansovino, Sanmicheli y Palladio. Venecia cambiará su aspecto gótico civil por una nueva imagen de palacios con logias y fachadas clásicas.
Tras viajar a Roma, Palladio gana el concurso para la Basílica de Vicenza (1546). Aplica el triple hueco serliano en la crujía envolvente del viejo edificio gótico.
El Palacio Thiene (1545), en Vicenza, responde al modelo romano de Bramante, con la integración de detalles manieristas en las ventanas, como hace Giulio Romano en Mantua (Palacio del Tè).
El Teatro Olímpico (1580), construido en madera para la Academia Olímpica, sigue los modelos clásicos de teatros antiguos. Al morir el arquitecto el mismo año, Vincenzo Scamozzi realiza las perspectivas de los decorados de calles (1584).
Palacio Chiericati (1551). Un diseño urbano con porche y logia en toda la fachada. Elude el modelo tradicional de planta cerrada, por otra abierta. En fachada utiliza fórmulas de logias clásicas frente al palacio compacto.
Si Miguel Ángel se esmeró en superar las formas consagradas, Palladio fue respetuoso con el lenguaje clásico, aplicado con intensidad en las Villas de Campo del Véneto. Estas villas son reflejo de una sociedad que trata de recuperar rentabilidad en la explotación rural tras perder los mercados marítimos tradicionales. Sus soluciones para fincas residenciales tendrán una gran repercusión durante siglos. El uso del pórtico clásico como motivo emblemático seculariza un tema sacro romano, con predilección por el orden jónico.
Algunas de sus villas más destacadas:
Los lujosos interiores son decorados por artistas tan afamados como El Veronés.
Características de las villas palladianas:
Los templos venecianos de Palladio fueron una de sus últimas obras. Responden a un cambio en la liturgia por el Concilio de Trento, auspiciados por San Carlos Borromeo, que exigía el sentido simbólico de la planta en cruz latina. La decoración de sus templos se resuelve al modo clásico sin pinturas ni ornamentos, sólo órdenes adosados. Presentan una gran nave central con capillas o naves laterales, crucero cupulado con grandes ventanas termales y coro tras el ábside calado. Las composiciones de las fachadas, de un fuerte clasicismo, se resuelven de forma manierista superponiendo pórticos de distinta escala y tamaño para adaptarse a las tres naves, sin recurrir al modelo del Gesù, serliano manierista.
La obra arquitectónica de Miguel Ángel conserva una potente plasticidad escultórica, como si tallara los muros. Rompe con la normativa clásica, inventando nuevas formas, partiendo y mezclando elementos clásicos. En las fachadas exteriores se unifican las plantas con altas pilastras, la maniera grande. Su heterodoxia le convirtió en el precursor del Manierismo.
Principales contribuciones arquitectónicas mencionadas:
El Papa León X lo envió a Florencia para trabajar en el convento de San Lorenzo, proyectando la inconclusa Fachada del Templo, la Sacristía Nueva como capilla funeraria de Lorenzo y Juliano de Médicis, y La Biblioteca Laurenciana con la impresionante Escalera de acceso, acabada en 1534, que invade todo el espacio del vestíbulo.
En 1547 acaba el Palacio Farnese, donde Antonio da Sangallo ya había construido dos plantas clásicas. El tercer piso añadido por Miguel Ángel es totalmente ajeno a lo clásico, tanto en la fachada como en el patio.
En 1546, al morir A. Sangallo, Miguel Ángel, con 72 años, es nombrado arquitecto de San Pedro, donde introduce un nuevo lenguaje mural con falsas ventanas de variado diseño manierista, con colosales pilastras (el orden gigante), uniendo simuladas plantas.
Su mayor obra de urbanismo romano fue la ordenación de El Capitolio, forrando el viejo Tabularium para convertirlo en el Palacio del Senado, con una pantalla de orden gigante presidida por una gran escalinata adosada. Lateralmente y en posición perspectiva oblicua, construye dos palacios-pantalla: el Palacio de los Conservadores y el Museo Capitolino, de bajo porticado, ambos utilizando también el orden gigante.