Portada » Historia » La Iglesia en la Edad Moderna: Reforma, Conflictos y Expansión
Después del Concilio de Trento, Europa quedó dividida entre católicos y protestantes, dando lugar a diversos conflictos.
La persecución iniciada con Enrique VIII continuó con su sucesor Eduardo VI. La influencia protestante creció en el seno de la Iglesia Anglicana: se abolió el culto a las imágenes, el celibato… La persecución contra los cristianos que se mantuvieron fieles a Roma fue muy cruel y sangrienta.
Ocurrieron las Guerras de Religión, enfrentamientos entre protestantes y católicos. El suceso más sangriento fue la Noche de San Bartolomé: el rey ordenó una matanza para defenderse de un supuesto atentado protestante. Posteriormente, el Edicto de Nantes reconoció la libertad de conciencia y de culto a los calvinistas.
La Guerra de los Treinta Años tuvo como una de sus causas el enfrentamiento entre católicos y protestantes. Ocurrió la Defenestración de Praga: los rebeldes luteranos de Bohemia lanzaron por una ventana a dos ministros del emperador Habsburgo como protesta por sus intentos de restaurar el catolicismo. Los católicos contaron con el apoyo de Austria y España, y los protestantes fueron apoyados por Suecia y Francia. Tras la victoria protestante, se firmó la Paz de Westfalia, que confirmó el principio Cuius regio, eius religio. Aunque se trataba de un conflicto político-religioso entre Estados partidarios de la reforma, se prolongó debido a la entrada de las distintas potencias europeas por otras razones alejadas de la religión.
Durante los siglos XVII y XVIII se produjeron una serie de cambios profundos en la sociedad occidental por la difusión de las ideologías vinculadas a la modernidad. Los cambios afectaron la concepción del mundo, la organización política y económica del Estado y la religión. Las principales ideologías de estos siglos fueron:
Dentro de las Leyendas Negras de la Iglesia, es muy importante el Caso Galileo, a menudo presentado como contrario a la razón.
En 1789 estalla la Revolución Francesa, con un fuerte componente liberal y, en parte, masónico. Supuso un nuevo concepto de Estado y sociedad bajo el lema de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
No fue una verdadera libertad para todos, pues miles de sacerdotes fueron asesinados y cientos de religiosas violadas y torturadas hasta la muerte. La Iglesia Católica sufrió desde los inicios un ataque sistemático.
La Revolución llegó a un galicanismo extremo, obligando a obispos y sacerdotes a prestar juramento a la Constitución Civil del Clero y renunciar a la obediencia a Roma.
La Revolución tuvo un marcado tono anticristiano, lo que conllevó una persecución de la Iglesia.
Ocurrió la revuelta de la Vendée, un levantamiento popular en Francia donde los campesinos pidieron ayuda a los nobles para formar un ejército en defensa de la religión y la monarquía. Se conoce como el primer genocidio ideológico.
El Papa Pío VI fue apresado por las tropas de Napoleón Bonaparte, quien accedió al poder en 1799. Firmó el Concordato con la Santa Sede y se coronó a sí mismo en presencia del Papa, pero pretendía someter y utilizar a la Iglesia para sus fines.
Se considera que la Edad Moderna empieza cuando los turcos otomanos conquistan Constantinopla; otros dicen que es por la llegada de Colón a América. También surge el Humanismo, en el que se considera al hombre como el centro del mundo.
Erasmo de Róterdam, Santo Tomás Moro o Juan Luis Vives fueron importantes humanistas; pensaban en el hombre como un ser inteligente y libre. Los Papas humanistas buscaron engrandecer Roma por medio del arte y la cultura.
Los hombres del Renacimiento creían que habían progresado mucho: sabían que la Tierra era esférica y tenían grandes descubrimientos astronómicos. La mayoría querían combinar la cultura clásica con la fe cristiana.
Con la llegada de Cristóbal Colón a América comienza la colonización europea. Cuando Cristóbal volvió a América por segunda vez, y con él fueron franciscanos para predicar el Evangelio a los indígenas. También destacó la labor de los dominicos y los jesuitas, que fundaron las reducciones del Paraguay en las que defendieron los derechos de los indígenas frente a los abusos de algunos colonizadores.
La Evangelización de América es un fenómeno afectado por la Leyenda Negra, promovida en parte por escritores de potencias rivales. La interpretación de la Leyenda Negra presenta a los españoles como crueles y tiránicos.
Europa sufrió una verdadera crisis con la Reforma, que surge por el protestantismo (Lutero, Calvino) y el anglicanismo en Inglaterra con Enrique VIII. Como consecuencia, Europa quedó dividida en dos campos: el católico y el protestante.
Este movimiento protestante acabaría con la separación de la Iglesia Católica. Roma intentó acercarse a Lutero; pese a las advertencias del Papa y del Emperador, Lutero fue endureciendo su postura hasta ser excomulgado y más tarde se casó con una exreligiosa. Además, los príncipes alemanes lo vieron como una oportunidad de enfrentarse al poder del emperador. Se firmó la Paz de Augsburgo, un acuerdo que dividió el Imperio de Carlos V según la religión (luterana o católica).
El Papa Paulo III convocó un Concilio Ecuménico en Trento. En él participaron el Papa, muchos obispos… y destacaron los jesuitas, dominicos y teólogos de la Escuela de Salamanca. Tuvo tres etapas:
Las reformas del Concilio de Trento ayudaron a renovar la piedad y la mística católica. La fe proclamada en Trento se expresó en el Arte Barroco.
En la reforma de la Iglesia tuvo un papel muy importante la reforma de las antiguas órdenes religiosas que, de la mano de grandes santos, conocieron una nueva etapa llena de frutos de santidad. Destaca la reforma del Carmelo llevada a cabo por Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
Fue de gran importancia la fundación de la Compañía de Jesús, iniciada en Roma por San Ignacio de Loyola.
Ignacio de Loyola fue soldado al servicio del emperador Carlos V. Herido en Pamplona, se convirtió al leer vidas de santos. Ya recuperado, se entregó a una vida de oración y penitencia que dio lugar a la composición de sus famosos Ejercicios Espirituales.
Siendo estudiante en París, se le unieron otros compañeros (entre ellos San Pedro Fabro y San Francisco Javier). Paulo III aprobó la orden en 1540. Su lema era «A mayor gloria de Dios». Su fin es propagar la fe católica a través de escuelas, universidades…
En un momento en el que la mitad de Europa renegaba la autoridad de Roma, los jesuitas, que contaban con tres votos (castidad, pobreza y obediencia), añadieron un cuarto voto de especial obediencia al Papa, sirviendo a Dios y a la Iglesia a la que aman como verdadera madre.