Portada » Historia » La Historia de Francia en el Siglo XV: Conflictos y Transformaciones
Carlos VI decide gobernar sin la ayuda de los duques de Anjou, Berry y Borgoña, a pesar de que desde 1392 padeció problemas mentales y de salud. Por lo tanto, la privanza la ostentó su hermano, Luis de Orleans, y los consejeros del anterior monarca, Carlos V, que eran burgueses ennoblecidos, se encargaron de la administración. Nadie pudo evitar el debilitamiento del poder real, la autonomía de los príncipes territoriales ni el déficit hacendístico, por lo que el Conde de Nevers, Juan sin Miedo, se vio obligado a atacar a los turcos, aunque fue derrotado.
Murió Felipe el Atrevido, duque de Borgoña, y le sucede su hijo Juan sin Miedo. Este poseía las dos Borgoñas, Flandes y Artois. Su política se caracterizó por las reformas realizadas para sanear la economía y acabar con la corrupción, especialmente en la Cancillería, el Parlamento y la Cámara de Cuentas. Contó con el apoyo de la burguesía de París y de la Universidad de la capital.
Los armagnacs controlaban muchos territorios franceses y, junto con la nobleza, intentaron acabar con los borgoñones, Juan sin Miedo y su gobierno. En París, la organización gremial de los carniceros intentó reformar la administración a través de la “ordenanza cabochienne” en 1413, aunque cuatro meses después el duque de Orleans solucionó la situación.
Debido al enfrentamiento entre borgoñones y armagnacs, los ingleses derrotan a las tropas francesas en Azincourt, haciendo prisioneros a los dirigentes de los armagnacs y asesinando a varios nobles. Esta derrota no tuvo consecuencias políticas significativas. La continuación de esta ofensiva se vivió dos años después, cuando los ingleses ocuparon Caen, Argentan o Évreux, entre otras, y en 1419 también se apoderaron de Rouen.
Los armagnacs, liderados por el Delfín Carlos VII, eran los dirigentes del gobierno y recibían numerosas críticas por su gestión. Por lo tanto, Juan sin Miedo intentó llegar a un acuerdo con el Delfín, resultando asesinado.
El Tratado de Troyes estipulaba que Enrique V se casaría con su hija Catalina, y el hijo de estos sería rey de Francia e Inglaterra, siempre que respetara los usos y costumbres, privilegios, derechos e instituciones de Francia. El tratado solo se cumplió en la parte norte del país y la zona del Loira, dando lugar a un cisma, ya que Enrique VI, el hijo de Enrique V y Catalina de Francia, fue proclamado rey con el apoyo de la Universidad, del Parlamento y de Juan el Bueno, siendo regente el Duque de Bedford. Por su parte, el delfín Carlos se proclamó rey en Bourges, siendo derrotado en Verneuil-sur-Avre en 1424, aunque contaba con las alianzas de Castilla y Escocia.
Los ingleses atacaron Orleans, y su población se entregó al Duque de Borgoña. Juana pertenecía a una familia de campesinos acomodados y oía la voz del Arcángel San Miguel, quien le decía que debía liberar Orleans para que Carlos VII pudiera ser coronado como rey allí. Juana intentó llegar a varios acuerdos con los ingleses, aunque ninguno prosperó. Entre el cuatro y el ocho de mayo, consiguió la liberación de Orleans al liberar las bastillas, y poco tiempo después logró hacerse con Troyes, Laon, Soissons o Compiègne, licenciando a Carlos VII al ejército. Sin embargo, Juana siguió luchando por su cuenta, siendo hecha prisionera y posteriormente condenada por hereje, relapsa, apóstata e idólatra por parte del obispo Couchon, muriendo quemada en la hoguera en Rouen el 30 de mayo de 1431.
Se firmó una tregua de seis años entre Carlos VII y Felipe el Bueno, a la que acudieron diplomáticos franceses, borgoñones e ingleses. En 1435, Carlos VII se comprometió a reparar el asesinato de Juan sin Miedo y condenar a sus asesinos. El duque de Borgoña recibió Mâcon, Auxerre, Bar-sur-Seine, Dieppe, Harfleur, Ponthieu y otras villas en el Somme.
A partir de 1436, el rey francés fortaleció el estado con reformas administrativas, fiscales y militares tras recuperar París. A pesar de que la guerra estaba casi finalizada, todavía hubo algunos problemas, como la rebelión de los nobles franceses de 1440. Entre 1550 y 1551, los franceses recuperaron Cherburgo, Burdeos y Bayona, derrotando a los ingleses en Formigny en 1451 y en Castillon en 1453, recuperando Guyena, por lo que Inglaterra solo poseía Calais cuando se firmó el tratado de paz definitivo.
Los movimientos revolucionarios producidos en esta época son producto del ascenso de la burguesía al poder y de la inquietud de las masas populares, mientras que la nobleza se escuda en la caballería. En Francia, adquirió gran importancia el ducado de Borgoña, que posteriormente se convertiría en una monarquía independiente. También se crearon dos ejes en la política europea: por una parte, se mantuvo la alianza de Francia y Castilla, y por otra, se creó una nueva entre Inglaterra y Portugal.