Portada » Psicología y Sociología » La Familia Contemporánea: Evolución, Desafíos y Estilos de Crianza
La familia se erige como una institución social fundamental, entendida como un conjunto de normas y pautas de conducta que regulan una actividad esencial en cualquier sociedad. Su configuración es el resultado de un determinado contexto económico, político, ideológico y cultural, característico de una época histórica específica. Como construcción sociocultural, y no como una realidad natural, ahistórica o inmutable, comprender la situación actual de la familia, sus características y transformaciones, conlleva el análisis de las demás esferas de la sociedad con las que mantiene relaciones de interdependencia y que se desarrollan en un momento histórico particular.
La familia representa uno de los grupos primarios esenciales en el desarrollo social y personal de los individuos. De hecho, es uno de los ámbitos vitales mejor valorados en España: es en la formación de una familia donde se aspira a encontrar la felicidad o, al menos, una vida satisfactoria. No obstante, la importancia atribuida a la familia cambia de significado según el momento histórico en el que nos encontremos.
La modernización supone un punto de inflexión en la forma y la función de la familia. Si anteriormente su función clave consistía en asegurar el bienestar económico de sus miembros, ahora ha adquirido un mayor protagonismo la dimensión psicológica y afectiva. Igualmente, y al margen de las motivaciones para formar una familia, en la decisión de tener hijos, los intereses materiales han desaparecido. Las expectativas puestas en los hijos son que contribuyan a la felicidad individual y de la pareja. Y ello, a pesar de que culturalmente la felicidad ha dejado también de asociarse a la maternidad o paternidad, y se acepta como plenamente legítima la opción de no tener hijos.
Finalmente, con la pérdida del «valor económico» de los hijos, las relaciones intergeneracionales se sentimentalizan cada vez más. Para los padres, el éxito del proyecto familiar pasa por tener una «buena comunicación» con los hijos, buscando una relación más próxima a la amistad. Asimismo, y en paralelo a un continuado descubrimiento de nuevas problemáticas psicológicas entre niños y adolescentes, existe una preocupación creciente entre los padres por el bienestar integral de sus hijos. Es decir, no solo se busca que tengan un nivel de vida adecuado, sino también que crezcan psicológicamente sanos y equilibrados, lo que acentúa aún más el nivel de responsabilidad que soportan hoy en día los padres, quienes se ven cargados con nuevas problemáticas (ejemplo final pág. 139).
Entre los cambios sociales más característicos que afectan a la institución familiar, destacan:
A continuación, se presentan las tipologías de familias más comunes:
Dentro de cada tipo de familia, encontramos diferentes tipos de relación entre padres e hijos. Existen numerosos estudios que analizan cómo son estas relaciones, y cada uno da importancia a un aspecto. No obstante, se suelen utilizar dos dimensiones a partir de las cuales se definen diversos estilos educativos:
En 2005, Gerardo Meil realizó un estudio para medir el estilo educativo de los padres. Este autor mide el estilo educativo de acuerdo con tres dimensiones:
Para medir estas dimensiones, utiliza una serie de preguntas. Cada pregunta sirve para valorar una dimensión, puesto que cada una se mide con diferentes indicadores.
Estas dimensiones se utilizan para definir los diferentes estilos educativos de los padres, que según Meil son:
Algunos datos básicos de los estilos educativos son:
A los niños, desde muy pequeños, hay que acostumbrarlos a razonar. Sus características principales son:
[Contenido pendiente de desarrollo]
[Contenido pendiente de desarrollo]