Portada » Psicología y Sociología » La Entrevista Clínica: Guía Completa para Profesionales de la Salud
La entrevista clínica es un recurso diagnóstico esencial que requiere pericia en su aplicación. Se trata de un documento oficial que constituye un archivo histórico de las entrevistas y debe ser manejado con confidencialidad.
Es una relación interpersonal de carácter profesional y presencial, cuyo fin es la orientación diagnóstica y el tratamiento del paciente. Aunque su origen es clínico-médico, su aplicación es diversa y puede ser terapéutica en sí misma.
El diagnóstico es el procedimiento por el cual se identifica una enfermedad, entidad nosológica, síndrome o cualquier condición de salud-enfermedad. Se enmarca dentro de una evaluación psicológica y supone el reconocimiento de una enfermedad o trastorno a partir de la observación de síntomas y signos.
Síntomas: experiencias subjetivas negativas físicas que refiere el paciente, recogidas por la anamnesis durante la entrevista clínica (lo que el paciente cuenta).
Signos: hallazgos objetivos que se detectan al observar al paciente (lo que se observa del paciente, no se infiere).
Exploración física: diversas maniobras que realiza el médico sobre el paciente, siendo las principales la observación, palpación, percusión y auscultación, con las que se obtienen signos físicos más objetivos.
Tipos de diagnóstico: sintomático, sindromático, fisiopatológico, diferencial, nosológico, etiológico, histopatológico e integral.
Identificar todos los síntomas que manifiesta el paciente y ordenarlos según importancia y especificidad (ej. «no duermo» = insomnio, «no tengo ganas» = astenia).
Diagnóstico psicopatológico: una vez que se ordenan los síntomas, se determina qué síndrome es.
Agrupar los síntomas y signos en conjuntos de datos que compartan mecanismos fisiopatológicos (ej. síndrome depresivo, síndrome psicótico, síndrome expansivo, síndrome ansioso, síndrome somatomorfo, síndrome disociativo).
Plantear los posibles padecimientos con relación a los diagnósticos anteriores, iniciando con el de mayor posibilidad o diagnóstico presuntivo (ej. depresión mayor, depresión menor, distimia, trastorno bipolar, abstinencia de sustancias). Considerar que los síntomas pueden verse en otros trastornos (ej. hipotiroidismo, abuso de sustancias, enfermedades médicas).
Nombrar la enfermedad del paciente, encasillarla en una entidad nosológica (ej. DSM, CIE-10).
Determinar la causa de la enfermedad (ej. epilepsia, retraso mental, demencia).
Resumen de todos los procesos activos y pasivos que el paciente tiene en ese momento.