Portada » Física » La Ecuación de Dirac: Pilares de la Física Cuántica, Antimateria y Fuerzas Fundamentales
El objetivo inicial de Dirac era modificar la ecuación de Schrödinger para hacerla compatible con la teoría de la relatividad especial.
La ecuación de Schrödinger no podía describir correctamente el comportamiento de electrones con alta energía o en átomos pesados, porque no incluía efectos relativistas.
Dirac quería una ecuación que respetara tanto los principios de la mecánica cuántica como los de la relatividad para partículas como el electrón.
La ecuación de Dirac fue concebida originalmente como una mejora de la ecuación de Schrödinger para que incluyera los efectos de la relatividad especial. Sin embargo, al cumplir con ese objetivo, produjo resultados teóricos totalmente nuevos que Dirac no había anticipado. Las dos consecuencias principales e inesperadas fueron:
Una de las primeras sorpresas que ofreció la ecuación fue que, al introducir efectos relativistas, la solución matemática implicaba la existencia de una propiedad intrínseca del electrón: el espín, una especie de momento angular interno que no tiene equivalente en la física clásica.
Aunque el espín había sido observado experimentalmente en 1922 por Stern y Gerlach, su origen teórico no estaba claro. Dirac no incluyó el espín «a mano» en su ecuación, sino que apareció naturalmente como consecuencia matemática de su formulación relativista.
La ecuación de Dirac, por tanto:
Otra consecuencia inesperada fue que la ecuación admitía soluciones con energía negativa. En principio, esto no tenía sentido físico. Sin embargo, Dirac interpretó estas soluciones como indicativas de la existencia de una nueva partícula: igual al electrón pero con carga positiva.
Primero pensó que podría tratarse del protón, pero al ver que la masa del protón era demasiado grande comparada con la del electrón, concluyó que se trataba de una nueva partícula desconocida, de misma masa y espín que el electrón, pero con carga opuesta: el positrón.
Este fue un momento histórico en la física:
El espín es una propiedad cuántica intrínseca del electrón que lo hace comportarse como un pequeño imán, aunque no es un giro físico. No tiene análogo en la física clásica y fue confirmado por el experimento de Stern y Gerlach (1922), que mostró que el espín solo puede tener dos valores:
La ecuación de Dirac explicó teóricamente esta propiedad como un efecto relativista, y no algo añadido artificialmente.
El espín del electrón es clave para explicar fenómenos como el ferromagnetismo, el efecto Zeeman y la estructura de la materia.
El Principio de Exclusión de Pauli, formulado en 1925 por Wolfgang Pauli, establece que:
“Ningún par de fermiones puede ocupar el mismo estado cuántico dentro de un sistema cuántico”.
Esto significa que, por ejemplo, en un átomo, un mismo orbital solo puede contener dos electrones y con espines opuestos (uno +½ y otro −½). Este principio explica por qué los electrones se organizan en capas, dando lugar a la estructura de la tabla periódica.
Este principio también es responsable de la rigidez de la materia: impide que los átomos se compriman indefinidamente y es esencial para la estabilidad del universo tal como lo conocemos.
El positrón es la antipartícula del electrón, predicha teóricamente por Dirac y descubierta por Carl Anderson en 1932.
Tiene la misma masa y espín que el electrón, pero carga positiva.
Fue la primera vez en la historia de la física que una ecuación matemática (la de Dirac) predecía una partícula totalmente desconocida, lo que dio origen al concepto de antimateria.
Cuando un electrón y un positrón se encuentran, ocurre un proceso llamado aniquilación:
Este proceso demuestra que materia y antimateria no pueden coexistir mucho tiempo sin transformarse en energía pura.
Cuando un fotón (partícula de luz) tiene energía suficiente, puede transformarse en un par partícula-antipartícula:
→ un electrón (materia) y un positrón (antimateria).
Este proceso se llama creación de pares y se basa en la famosa ecuación de Einstein:
E = mc²
donde la energía del fotón se convierte en masa del electrón y el positrón. Para que ocurra, suele ser necesario que el fotón interactúe con otro objeto (por ejemplo, el campo de un núcleo) que conserve el momento.
Cuando un electrón y un positrón se encuentran, ocurre una aniquilación:
Siempre que materia y antimateria entran en contacto:
Esto fue revolucionario porque fue la primera vez en la física que se predijeron procesos que no conservan el número ni el tipo de partículas, solo la energía total.
Un gran misterio actual es que el universo está compuesto casi exclusivamente por materia, aunque en teoría, en el Big Bang se generaron cantidades iguales de materia y antimateria.
¿Qué provocó este desequilibrio fundamental? Es una de las grandes preguntas abiertas de la física moderna.
La Electrodinámica Cuántica (QED) es la teoría cuántica del electromagnetismo. Describe con precisión extrema cómo interactúan entre sí las partículas cargadas (como electrones y positrones) mediante el intercambio de fotones, que son los cuantos de radiación electromagnética.
Es una de las teorías más exitosas de la física: permite realizar predicciones con una precisión de hasta 20 cifras decimales. Por eso se la ha llamado “la joya de la física”.
Esta teoría combina los principios de la mecánica cuántica y la relatividad especial para describir fenómenos como la emisión y absorción de luz, la dispersión de partículas cargadas, y explica con gran exactitud la estructura de los átomos y moléculas.
En Electrodinámica Cuántica (QED), la fuerza eléctrica entre partículas cargadas se explica por el intercambio de fotones virtuales entre ellas.
Esto explica por qué la fuerza eléctrica decrece con la distancia, incluso desde la visión cuántica.
En resumen, en la QED la interacción eléctrica no se da por un «campo» estático, sino por un intercambio dinámico de fotones virtuales, que actúan como portadores de la fuerza electromagnética.
Los fotones virtuales son partículas mediadoras en los procesos de interacción electromagnética, pero no pueden observarse ni medirse directamente. A diferencia de los fotones reales (como los de la luz visible), los fotones virtuales existen solo durante un tiempo extremadamente corto, gracias al Principio de Incertidumbre de Heisenberg.
Este principio establece que:
ΔE ⋅ Δt ≈ h
Lo que significa que una partícula puede «violar» temporalmente la conservación de la energía si existe durante un tiempo muy breve. Así, un fotón virtual de energía ΔE puede existir durante un tiempo Δt ≈ h / ΔE.
En resumen: los fotones virtuales son como “partículas fantasma” que permiten la transmisión de fuerzas, como la eléctrica, entre partículas cargadas. No vienen de ningún lugar ni se detectan, pero su existencia se deduce por los efectos que provocan.
Nombre (Izquierda) |
Relación (Derecha) |
Feynman |
Electrodinámica Cuántica |
Yukawa |
Fuerzas Nucleares |
Pauli |
Principio de Exclusión |
Anderson |
Positrón |
Fermi |
Desintegración Beta |
Existen tres tipos principales de desintegración o radiactividad:
La desintegración beta (β) es un proceso nuclear en el que un neutrón se desintegra espontáneamente en un protón y un electrón:
neutrón → protón + electrón
Sin embargo, para que en esta desintegración se conserve la energía y la cantidad de movimiento, debe emitirse además una partícula adicional no observada.
En 1930, Wolfgang Pauli postuló la existencia de una partícula neutra, de masa muy pequeña o incluso nula, muy difícil de detectar, que se genera en este proceso: el neutrino.
El término «neutrino» fue propuesto posteriormente por Fermi, y significa literalmente «neutrón pequeño» (en italiano).
Por tanto, la desintegración completa de un neutrón es:
neutrón → protón + electrón + neutrino
Este proceso es una manifestación de la interacción débil, una de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza.
El neutrino es una partícula eléctricamente neutra, de masa muy pequeña o incluso nula, que interactúa débilmente con la materia, lo que la hace extremadamente difícil de detectar.
Fue postulado por Wolfgang Pauli en 1930, al observar que durante la desintegración beta, la energía y el momento no se conservaban si solo se emitía un electrón.
→ Propuso entonces la existencia de una partícula invisible que se llevaba la energía faltante.
El nombre «neutrino» fue propuesto por Fermi, y significa «neutrón pequeño» en italiano.
La fuerza débil es una de las cuatro interacciones fundamentales de la naturaleza.
Fue introducida por Fermi para explicar la desintegración beta.
Las fuerzas nucleares son responsables de mantener unidos a protones y neutrones en el núcleo atómico, a pesar de la repulsión electrostática entre los protones. Por tanto, deben ser:
Es la fuerza fundamental que actúa entre los nucleones (protones y neutrones), y es responsable de mantener la cohesión del núcleo.
Yukawa propuso que la interacción fuerte se debe al intercambio de partículas virtuales, al igual que en la Electrodinámica Cuántica (QED).
Este modelo explica por qué la fuerza fuerte tiene corto alcance: la partícula virtual debe existir solo un tiempo muy breve (por el Principio de Incertidumbre de Heisenberg), lo que implica que debe tener masa considerable, lo que limita la distancia a la que puede propagarse.