Portada » Lenguas extranjeras » Hitos Clave en la Evolución de la Medicina y la Cirugía Occidental
Gran cirujano, nació en Vilallonga del Camp (Tarragona), un pueblo de unos 300 habitantes. Aprendió el arte de la cirugía trabajando al lado del cirujano Gabriel Riera durante tres años. Una vez acabada su formación, fue contratado como cirujano de un regimiento de caballería y trabajó en el hospital de Tarragona. En el ejército, su regimiento sirvió a las tropas españolas durante la batalla de Gibraltar, lo que le hizo ponerse en contacto con el cirujano mayor de la armada, quien le propuso el cargo de cirujano mayor de la Armada en Cádiz. Le concedieron una beca para ir a estudiar a París durante un año y allí conoció el extraordinario cambio que estaba sufriendo la cirugía. Cuando volvió de Francia, regresó al hospital de Cádiz y poco a poco fue ligando su vida a esta ciudad. Pere Virgili fue a América tres veces y, cuando volvió a Cádiz, la plaza de Locomba estaba en disputa entre él y Pellicer (otro cirujano catalán); finalmente, Virgili se hizo con el puesto y trabajó duramente en un proyecto de creación de un Colegio de Cirujanos.
En este periodo comenzó la medicina moderna. El control estatal de la profesión médica demostró entonces signos claros de extinguirse. Las enfermedades fueron diferenciándose paulatinamente unas de otras al conocerse cada vez mejor las causas de muchas de ellas. Las diferentes especialidades médicas fueron apareciendo a medida que se acercaban las últimas décadas del siglo.
Hay una diferencia sustancial entre la cirugía de la primera mitad del siglo XIX y la de la segunda mitad. A continuación, hablaremos brevemente de la cirugía de la primera mitad. La mejor cirugía de este periodo se hacía en Londres, como consecuencia de haber dejado John Hunter una escuela de prestigio.
Aunque las propiedades analgésicas del óxido nitroso y del dietiléter eran conocidas por algunos desde hacía años, estas sustancias no eran usadas en medicina. Morton, dentista de Boston y al mismo tiempo estudiante de medicina, se enteró por uno de sus profesores de que el éter clorhídrico y el éter sulfúrico tenían efectos anestésicos. Morton propuso al Dr. John Collins Warren que usara el éter sulfúrico en una intervención quirúrgica, sin decirle de qué droga se trataba. Morton y Jackson se pelearon por los derechos legales y pasaron el resto de sus vidas enfrentados. El siguiente anestésico que se utilizó de forma generalizada fue el cloroformo. Introducido en la obstetricia por James Simpson en 1847, pronto se hizo muy popular, quizás porque tenía un olor más agradable. Llegó a ser el anestésico más utilizado, sobre todo en Inglaterra, durante casi cien años.
Como naturalista inglés, tuvo la ocasión de hacer un viaje científico por diferentes continentes en 1831. Cuando volvió a Inglaterra, comenzó a trabajar sobre los datos recogidos en relación con un tema concreto: la gran variedad de animales y plantas que había visto. Era la selección natural que imponía el ambiente la que había conseguido toda aquella diversidad de vida salvaje. Esta teoría la expuso en 1859 en la obra El origen de las especies.
Rudolf Virchow es uno de los hombres más importantes de la historia de la medicina. Virchow hizo estudios definitivos en muchos aspectos: descubrió la sustancia amiloidea y la mielina; y estudió de forma científica los tumores y la triquinosis. En 1858 publicó su influyente obra Cellularpathologie, en la cual la célula se consideraba por primera vez como una unidad fundamental tanto de la vida fisiológica como de los trastornos patológicos. Para la biología fue de la máxima importancia la demostración de Virchow de que cada célula era producto de otra célula. Con los estudios de Virchow y de Schwann, la célula pasó a ocupar el primer lugar en biología y en patología.
Louis Pasteur llegó a los estudios biológicos con una formación de químico. Pasteur se interesó por el fenómeno de la fermentación y descubrió que estaba producida por seres vivos, que no necesitaban la presencia de oxígeno para vivir. Se trataba de un descubrimiento fundamental para la comprensión de las enfermedades infecciosas. Hasta ese momento se tenía la idea de que las bacterias eran la consecuencia de la fermentación y que aparecían por generación espontánea. Si las bacterias eran la causa de la fermentación, también debían de ser las responsables de la supuración y de las enfermedades infecciosas. En 1881, Pasteur estudió el carbunco, enfermedad que diezmaba a los rebaños. Consiguió Pasteur una vacuna que protegía contra la malaria. Entre 1880 y 1885 realizó descubrimientos espectaculares sobre la rabia, enfermedad para la cual también diseñó una vacuna.
Su creador fue Samuel Hahnemann (1755-1843). Concluyó su experimento afirmando que cualquier medicamento que nos cure de una fiebre también puede producírnosla. Después de unos años, Hahnemann dijo que el organismo enfermo es más sensible que el sano a ciertas sustancias. En 1810 todas estas ideas y otras las expuso en su obra más importante, titulada Organon der rationellen Heilkunde, que lo hizo muy rico y famoso al ser muy bien aceptada, sobre todo en América. Sus páginas no dejaron de pregonar la necesidad de ser objetivos en la medicina. Hahnemann murió muy viejo, en París, rodeado de fama y riquezas.
La medicina dejaba mucho que desear en la práctica diaria durante el periodo que denominamos Barroco (1600-1740). Aunque se lograban progresos en la medicina como ciencia, su eficacia terapéutica era muy limitada. La farmacopea de 1677 mejoró mucho cuando aparecieron productos como la jalapa (purgante), la corteza de quina (para el tratamiento del paludismo), la digital y los tónicos ferruginosos. Las sangrías se indicaban para casi cualquier motivo. Los pacientes las resistían gracias a tomar grandes cantidades de agua.