Portada » Formación y Orientación Laboral » Higiene Industrial: Prevención de Riesgos y Enfermedades Laborales
La Higiene Industrial se define como una técnica no médica de prevención de las enfermedades profesionales, mediante el control en el medio ambiente de trabajo de los contaminantes que las producen. Se ocupa de las relaciones y efectos que produce sobre el trabajador el contaminante existente en el lugar de trabajo.
Para distinguirlas, mencionamos que la Ergonomía es la técnica de estudio y adaptación mutua entre el hombre y su puesto de trabajo, mientras que la Medicina del Trabajo es la parte de la ciencia médica dedicada a la vigilancia y prevención de los efectos de los distintos contaminantes y agentes físicos sobre el hombre.
Dado que el objetivo fundamental de la Higiene Industrial es el de prevenir las enfermedades profesionales, para conseguir dicho objetivo basa su actuación sobre las funciones del reconocimiento, la evaluación y el control de los factores ambientales del trabajo.
Desde el punto de vista técnico, la enfermedad profesional se define como un deterioro lento y paulatino de la salud del trabajador producido por una exposición continuada a situaciones adversas, mientras que el accidente de trabajo se define como un suceso que, presentándose de forma inesperada, interrumpe la continuidad del trabajo y causa daño al trabajador.
La similitud entre ambos radica en la consecuencia final: daño en la salud del trabajador. La diferencia, en el tiempo durante el cual transcurre la acción que acaba causando el daño. En la enfermedad, el tiempo es importante, ya que con la concentración, cantidad o energía del contaminante configura la dosis y el efecto que produce en la persona expuesta. En cambio, en caso de accidente de trabajo, el tiempo es irrelevante, ya que no influye en el efecto causado; este aparece de manera instantánea en el momento del accidente.
El desarrollo de una actividad laboral cualquiera provoca modificaciones en el ambiente de trabajo que originan estímulos agresivos para la salud de las personas implicadas. Dichos estímulos, que reciben el nombre de contaminantes, pueden presentarse como porciones de materia (inerte o viva), así como manifestaciones energéticas de naturaleza diversa y su presencia en el entorno laboral da lugar a lo que se conoce como riesgo higiénico. Este concepto puede definirse como “la probabilidad de sufrir alteraciones en la salud por la acción de los contaminantes, también llamados factores de riesgo, durante la realización de un trabajo”.
Un contaminante químico es toda sustancia que durante su manipulación puede incorporarse al ambiente y penetrar en el organismo humano con efectos nocivos y capacidad para lesionar la salud de las personas que entran en contacto con él.
Los factores ambientales pueden originar sobre el individuo trastornos biológicos en su organismo y dañar su salud, ocasionando diversas respuestas (crónicas, agudas, irreversibles, reversibles, envejecimiento prematuro, situaciones de malestar o disconfort,…).
El estudio del ambiente físico en cuanto puede afectar negativamente al hombre, su técnica fundamental de actuación es el estudio de la contaminación ambiental mediante la realización de lo que suele llamarse la encuesta higiénica.
Los objetivos de una encuesta higiénica son la determinación de cuál o cuáles son los agentes agresivos presentes en el ambiente, las causas de generación de los mismos y cualquier otra circunstancia que pueda estar relacionada con la magnitud de los efectos patológicos que pudieran producirse, con un interés especial en los efectos patológicos con periodos de latencia prolongados, o que requieren exposiciones prolongadas, para que los efectos sean perceptibles.
Dentro de estas circunstancias ambientales se sabe que una de las más importantes es la cantidad de contaminante presente en el ambiente; dicha cantidad se suele determinar a través de la concentración en el caso de las sustancias químicas o de alguna magnitud energética en el caso de los agresores no químicos.
De ahí el carácter relevante de las técnicas de medición que, en muchos casos, exigen el concurso indispensable de complejos y especializados laboratorios de análisis químico, hasta el punto de que algunos autores hablan de la Higiene Analítica como una rama específica dentro de la Higiene Industrial.
Una vez obtenida la información cualitativa y cuantitativa necesaria para definir la agresión con el máximo grado posible de exactitud, es necesario evaluarla, es decir, juzgar cuán elevada es la probabilidad de que aparezca un efecto perjudicial para las personas que se encuentran en el ambiente estudiado.
Evaluar será, pues, comparar la situación ambiental estudiada con unos “patrones de admisibilidad” que se elaboran estudiando previamente las acciones que los contaminantes ejercen sobre los individuos. Del resultado de esta comparación deduciremos si la situación es admisible o si, por el contrario, es necesario corregirla para reducir los niveles de contaminación hasta situarlos en una zona no peligrosa.
De lo expuesto se deduce claramente que el punto más específico de la actuación de la Higiene Industrial reside en la encuesta higiénica; solo una encuesta correctamente efectuada será capaz de aportar los datos necesarios para una adecuada labor de medición y una evaluación correcta, y permitirá realizar las correcciones más idóneas; por ello muchas veces se habla de la Higiene de Campo como la rama de la Higiene Industrial en la que se reúnen los conocimientos, técnicas y experiencias necesarios para realizar una encuesta higiénica correcta.
Finalmente, es necesario implantar un sistema de vigilancia regular y periódica del ambiente para confirmar que la situación se mantiene en condiciones adecuadas. La necesidad de una vigilancia periódica en el caso de los riesgos que se manifiestan a largo plazo es casi evidente si se tiene en cuenta que el daño a la salud que se pretende evitar con la actuación de la Higiene Industrial no es consecuencia de un hecho puntual, sino de una continuidad en la exposición; por ello es necesario obtener una información continua. Una encuesta higiénica es una “foto” de un ambiente y lo que se necesita para evitar el riesgo es una sucesión de fotos, o sea una “película”, que muestre la idoneidad del ambiente.
Para conseguir su objetivo, la higiene basa sus actuaciones en:
La higiene del trabajo, para evaluar y corregir las condiciones medioambientales partiendo de criterios de validez general, se desarrolla a través de: