Portada » Geología » Geodinámica Terrestre: Procesos Clave que Moldean Nuestro Planeta
El vapor de agua, el dióxido de carbono y el metano son gases de efecto invernadero. Estos gases «atrapan» la energía térmica que emite la Tierra, elevando la temperatura superficial del planeta más de 30 ºC. Sin ellos, la temperatura media de la atmósfera sería de -18 ºC.
La atmósfera es dinámica. Cuando el aire absorbe calor de la superficie terrestre, se expande. Al hacerlo, pierde densidad y se eleva, y entonces su lugar es ocupado por otras masas de aire que se encuentran a menor temperatura. Así se forman los huracanes, vientos y brisas.
El agua se condensa y llueve, se infiltra y eventualmente llega al mar; también se evapora y vuelve a la atmósfera para empezar de nuevo el ciclo.
El agua erosiona y mueve material sólido desde los continentes hacia las zonas bajas, donde lo deposita: este proceso se conoce como sedimentación. Los materiales pueden viajar disueltos en iones o como fragmentos de roca. Cuando se depositan, originan respectivamente sedimentos químicos y sedimentos detríticos. La sedimentación ocurre en lagos o sobre un fondo marino de poca profundidad.
El granito es una roca muy común en la superficie de la Tierra, que tiene una densidad de 2.2 g/cm³. De esta manera, deducimos que el planeta no es homogéneo: en su interior hay materiales más densos que el granito.
Las ondas sísmicas son originadas por terremotos, atraviesan el interior del planeta y modifican su dirección y velocidad al cambiar el medio por el que se propagan. Las ondas dejan de transmitirse a 2.900 km de profundidad, lo que indica que se han encontrado con una capa fluida: el núcleo externo. Cada cambio brusco en la velocidad de las ondas señala una variación en la estructura terrestre y nos informa sobre las propiedades físicas de los materiales profundos.
Hay dos tipos de ondas sísmicas:
Los geoquímicos dedujeron que los elementos radiactivos estaban concentrados en la corteza. Sin embargo, el núcleo, donde no hay muchos elementos radiactivos, estaba muy caliente: en promedio, a unos 5.000 ºC. Si la energía no es de origen radiactivo, ¿de dónde proviene?
¿Recuerdas los planetesimales que chocaban para formar los planetas? Los objetos que chocan se calientan. Así, los planetesimales, debido a los violentos choques, acabaron fundiéndose, y probablemente buena parte del calor profundo del núcleo proviene de este proceso.
El relieve es una consecuencia de la dinámica litosférica: la subducción y la colisión de las placas tienen importantes efectos térmicos y mecánicos, por lo que los orógenos son lugares de intensa deformación, que se salda con la creación de relieves asociados. A causa de la baja densidad de la corteza continental, su engrosamiento bajo los orógenos hace los efectos de un flotador.
La destrucción del relieve tiene lugar con la erosión progresiva de la corteza. El orógeno se eleva y la erosión lo aplana: por eso los continentes antiguos son tan planos.
Alfred Wegener sospechó que los continentes podrían haber estado unidos, ya que las costas de los continentes coincidían, especialmente entre América del Sur y África. Sus pruebas se basaron en:
Si se localizan los focos sísmicos y los volcanes sobre un mapa, se observa que no se distribuyen al azar, sino que están alineados. Esto sugiere la idea de una corteza fragmentada en grandes placas litosféricas, y que en sus bordes es donde se produce esta actividad volcánica y sísmica.
En el centro del Atlántico y del Pacífico Sur, las rocas volcánicas son más jóvenes, y su edad va creciendo de manera simétrica. En las dorsales oceánicas hay materiales volcánicos que están surgiendo del interior de la Tierra y que se añaden a la litosfera, ensanchando los océanos.
La teoría que explica la historia y los procesos geológicos terrestres recibe el nombre de Tectónica Global o Tectónica de Placas. Esto ocurre porque el almacén térmico localizado en el núcleo calienta el manto lo suficiente como para que se produzcan corrientes de convección: los materiales calientes suben y los fríos bajan. Esta agitación térmica mueve la litosfera y la rompe en placas.
Las placas se crean en dorsales oceánicas o bordes constructivos de placa, en las que se produce el fenómeno de expansión del fondo oceánico. El Atlántico es ahora 30 metros más ancho que cuando Colón lo cruzaba.
En otros lugares, las placas chocan y generan orógenos (cordilleras) de borde continental como los Andes o intercontinentales como el Himalaya. En estas zonas, la corteza oceánica se destruye al introducirse en el manto, proceso que llamamos subducción.
Debido al movimiento de las placas litosféricas, los continentes se pueden desplazar (deriva continental) y formar supercontinentes, o aislarse porque se abren nuevas comunicaciones oceánicas.