Portada » Griego » Fundamentos Esenciales de la Historia: Un Viaje de la Prehistoria a Roma
Historia: Período de tiempo que transcurre desde la invención de la escritura (hacia el 3000 a.C.) hasta la actualidad.
Prehistoria: Período de tiempo transcurrido entre la aparición del ser humano capaz de fabricar instrumentos y la invención de la escritura. Abarca desde hace aproximadamente 2,4 millones de años hasta el 3000 a.C.
La Historia se divide tradicionalmente en los siguientes períodos principales (aunque la pregunta menciona cuatro, se detallan tres según el texto proporcionado):
Nómadas: Grupos humanos que se desplazaban constantemente en busca de frutos o siguiendo a las manadas de animales. En invierno habitaban en cuevas y en verano en chozas.
Sedentarios: Grupos humanos que debían permanecer junto a sus campos de cultivo y ganados. Este estilo de vida dio origen a las aldeas y poblados.
Se denomina Revolución Neolítica al proceso por el cual el ser humano dejó de depender exclusivamente del medio ambiente para obtener su sustento y comenzó a transformarlo, principalmente a través del desarrollo de la agricultura y la ganadería.
(El texto describe estas estructuras, pero no detalla explícitamente su función para todos los casos)
Las civilizaciones fluviales surgieron a partir de grupos neolíticos o de pueblos conocedores del metal. Se caracterizaron por asentarse en las orillas de grandes ríos, donde los agricultores aprendieron a aprovechar sus aguas para el regadío agrícola.
Tres grandes ríos que fueron cuna de importantes civilizaciones son:
Hammurabi fue un rey de Babilonia, famoso por promulgar un importante código de leyes, conocido como el Código de Hammurabi.
La civilización egipcia se desarrolló entre los años 3100 a.C. y 31 a.C. en el estrecho valle del río Nilo.
El territorio egipcio se concebía en dos grandes zonas:
Los egipcios eran politeístas, es decir, creían en muchas divinidades. Estas tenían aspecto humano y animal (zooantropomorfas) y habitaban en los templos.
Algunos de los dioses más importantes fueron:
Las pirámides servían como tumbas monumentales para los faraones. En su interior albergaban una cámara funeraria, donde se depositaba el sarcófago del faraón y su tesoro, además de contar con numerosos pasillos y cámaras.
Las más famosas son las mandadas a construir por los faraones Keops, Kefrén y Micerinos en la gran llanura de Giza.
El Minotauro es un ser mitológico con cabeza de toro y cuerpo de humano, asociado a la civilización minoica de Creta.
Fenicia estaba situada en la franja costera del Mediterráneo oriental, entre el mar y las montañas del Líbano.
La Antigua Grecia, conocida como la Hélade, comprendía el sur de la península Balcánica, diversas islas de los mares Egeo y Jónico, y la costa occidental de Asia Menor (actual Turquía).
Las polis eran ciudades-estado independientes en la Antigua Grecia, cada una con su propio gobierno, leyes y ejército.
Las más importantes fueron Esparta y Atenas.
Filipo II: Rey de Macedonia que organizó un poderoso ejército. Después de casi veinte años de campañas militares, consiguió imponer su dominio sobre la mayor parte del territorio griego, con la excepción de Esparta.
Alejandro Magno: Hijo de Filipo II. Según el texto, asesinó a su padre (nota: históricamente, Filipo II fue asesinado por Pausanias de Orestis; la implicación de Alejandro es objeto de debate) y prosiguió la expansión territorial iniciada por él. Conquistó el vasto Imperio Persa.
Tras la muerte de Alejandro Magno, sus generales se repartieron su vasto imperio, dando origen a las llamadas monarquías helenísticas (como la Seléucida en Asia, la Ptolemaica en Egipto y la Antigónida en Macedonia).
Los griegos vivían de la agricultura (vid, olivo, cereales), la ganadería, la artesanía y el comercio, especialmente el marítimo.
En el contexto de Atenas, la sociedad se dividía en:
Estos eran importantes dioses del Olimpo:
Entre las principales aportaciones de los griegos a nuestra cultura se encuentran:
La historia de Roma comprende desde la fundación de la ciudad hasta la caída del Imperio Romano de Occidente. Se distinguen tres grandes períodos, identificados por sus diferentes sistemas de gobierno:
(Nota: El texto proporcionado no detalla la leyenda de la fundación de Roma, como la de Rómulo y Remo, sino que se centra en sus períodos históricos).
Roma pasó por tres sistemas políticos principales:
Durante la República Romana, las principales instituciones políticas eran:
Julio César: General y político romano que acumuló un enorme poder y fue proclamado dictador perpetuo. Su creciente autoridad generó temor en un sector del Senado, que conspiró para asesinarlo en el 44 a.C.
Octavio Augusto: Sobrino nieto e hijo adoptivo de Julio César. Tras vencer en las guerras civiles que siguieron a la muerte de César, se convirtió en el primer emperador de Roma, a partir del año 27 a.C., inaugurando el período del Imperio.
La Pax Romana (Paz Romana) fue un largo período de relativa paz, prosperidad y estabilidad política, económica y social que experimentó el Imperio Romano, especialmente durante los siglos I y II d.C. (el texto original menciona «durante los siglos _ y __ d.C.»).
Según el texto proporcionado: El emperador Trajano dividió el imperio en provincias desde el año 98 hasta el 117 d.C. (Nota: Esto se refiere a la organización administrativa y expansión territorial bajo Trajano. La división formal y definitiva del Imperio Romano en Occidental y Oriental fue realizada por el emperador Teodosio I en el 395 d.C.).
Los romanos vivían de la agricultura (base de la economía), la ganadería, la minería (oro, plata, cobre, etc.), la artesanía y una intensa actividad comercial facilitada por la extensa red de calzadas y las rutas marítimas del Mediterráneo.
La cultura romana nos ha dejado importantes legados, entre ellos:
Las Guerras Púnicas fueron una serie de tres conflictos (entre 264 a.C. y 146 a.C.) en los que Roma luchó contra Cartago (una potencia de origen fenicio en el norte de África) por el dominio del Mediterráneo occidental. Los romanos llegaron a la Península Ibérica durante estas guerras.
(Nota: Hubo una Tercera Guerra Púnica que culminó con la destrucción total de Cartago, no mencionada en el texto).
La conquista romana de Hispania (la Península Ibérica) se desarrolló en varias etapas: