Conceptos Fundamentales de Género

Definiciones Clave

Identidad de género:

Sentimiento de pertenencia a un género y no al otro.

Rol de género:

Conjunto de deberes, aprobaciones, prohibiciones y expectativas acerca de los comportamientos sociales apropiados para las personas que poseen un sexo determinado.

Perspectiva de género:

Análisis de las desigualdades entre hombres y mujeres en términos de derechos, e intenta establecer recursos y acciones para disminuir dichas diferencias.

Género:

Roles, responsabilidades y oportunidades asignados al hecho de ser hombre o mujer.

Igualdad de género:

Promover la igualdad entre mujeres y hombres significa otorgarles igual valoración. Implica acabar con las discriminaciones basadas en el sexo, otorgando el mismo valor, derechos y oportunidades a mujeres y hombres.

Identidad sexual:

Forma en la que el individuo se identifica como hombre o mujer desde el punto de vista del género y también remite a la orientación sexual que tiene esa persona.

La Perspectiva de Género en la Intervención Social

¿Por qué es necesario adoptar una perspectiva de género en la intervención social?

Es necesario porque nos permite visibilizar, identificar y tener en cuenta circunstancias, necesidades y problemáticas específicas de las mujeres y los hombres. Esto implica realizar un esfuerzo para identificar matices que hasta el momento pasaban desapercibidos, teniendo presente que el género es una categoría social que debe ser considerada en cualquier intervención. Se deben explicitar en todo momento cuáles son las circunstancias de uno y de otro sexo y cómo son las relaciones entre ellos, haciendo visibles las consecuencias de la socialización diferenciada y proponiendo nuevas formas de estructurar la sociedad de una manera equitativa.

Tipos de Políticas en Materia de Género

Clasificación de las Políticas de Género

Existen cinco tipos de políticas en materia de género:

Políticas Específicas:

Se centran en las necesidades específicas de uno u otro sexo, lo que conduce a políticas que favorecen actividades y recursos de los que las mujeres se pueden beneficiar, sin cuestionar en muchos casos las desigualdades existentes. Son proyectos dirigidos específicamente a mujeres. Ejemplo: Centros de planificación familiar, asociaciones dedicadas solo a mujeres víctimas de violencia de género o prostitución.

Políticas Neutrales:

Se basan en una detallada información sobre la división de recursos y responsabilidades existentes para asegurar que los objetivos del proyecto se lleven a cabo de una manera más eficiente. Tienen en cuenta la división sexual del trabajo, responsabilidades, recursos, etc., no para cuestionarla, sino para dirigir actividades a cada grupo en su ámbito determinado. Son proyectos con un componente de mujer.

Políticas Redistributivas:

Intentan cambiar las relaciones de género existentes en una dirección más democrática, redistribuyendo los recursos, las responsabilidades y el poder entre mujeres y hombres. Esta opción es la que genera más desafíos en la planificación, ya que busca no solo canalizar recursos a las mujeres, sino también que los hombres asuman responsabilidades para así conseguir mayor igualdad en los resultados de los proyectos y programas de desarrollo. El objetivo de este tipo de política es permitir la igualdad de oportunidades a mujeres y hombres como participantes y beneficiarios.

Políticas de Igualdad (Acción Positiva):

La necesidad de tomar en cuenta las diferencias y las desigualdades existentes entre hombres y mujeres ha propiciado la aparición de las llamadas Políticas de Diferenciación para la Igualdad o Políticas de Acción Positiva, que tratan desigualmente a quienes son desiguales con el fin de disminuir las distancias económicas, culturales, sociales y políticas entre ambos colectivos. Las políticas de Acción Positiva persiguen que la igualdad recogida en las diferentes leyes y normativas se convierta en una real y efectiva igualdad de oportunidades y de resultados. Ejemplo: Igualdad salarial, baja por paternidad para ambos progenitores.

Políticas de Transversalidad (Mainstreaming):

Es la organización, la mejora, el desarrollo y la evaluación de los procesos políticos, de modo que una perspectiva de igualdad y equidad de género se incorpore en todas las políticas, a todos los niveles y en todas las etapas, por los actores normalmente involucrados en la adopción de medidas políticas.

Tipos de Evaluación de Proyectos

Evaluación según el momento de realización

Podemos encontrar cuatro tipos de evaluaciones según el momento en que se realizan:

• Evaluación inicial: Se realiza antes de iniciar el proyecto. Aporta información sobre qué necesidades debe atender el proyecto y si hay posibilidades de llevarlo a cabo.
• Evaluación formativa: Se realiza durante el desarrollo de un proyecto y sirve para retroalimentarlo.
• Evaluación sumativa: Tiene lugar al final de un proyecto y sirve para determinar el grado de consecución de los objetivos y planificar futuras acciones.
• Evaluación de impacto: Se lleva a cabo cuando ha pasado tiempo desde la finalización de un proyecto y se valora la permanencia de los logros obtenidos.

Evaluación según quién la realiza

La evaluación puede ser:

• Interna: Efectuada por el equipo que lleva a cabo el proyecto.
• Externa: Realizada por evaluadores ajenos a la institución ejecutora del proyecto por encargo de la institución.
• Coevaluación: Evaluación mixta de agentes y destinatarios.
• Autoevaluación: Realizada por los propios destinatarios.

Evaluación según el proceso evaluativo (objeto)

Nos encontramos ante varios procesos evaluativos:

• Evaluación de necesidades: Tiene como objetivo analizar las necesidades y problemas presentes en la realidad, incluyendo sugerencias para atender las necesidades y solucionar el problema.
• Evaluación del diseño de la planificación: Pretende evaluar el correcto diseño del proyecto y la adecuación de los elementos elegidos para dar respuesta a las necesidades de la población.
• Evaluación del proceso o ejecución: Tiene como objetivo analizar la puesta en marcha del proyecto.
• Evaluación de resultados y coste-beneficios: Valora la eficacia y la relación entre resultados y objetivos.
• Evaluación del producto: Trata de valorar la eficacia y la relación entre resultados y objetivos.
• Evaluación de impacto: Su objetivo es valorar la permanencia de los resultados pasado el tiempo, una vez que no están presentes las actuaciones que se derivan del proyecto.