Portada » Psicología y Sociología » Fundamentos del Desarrollo Cognitivo: Inteligencia, Memoria y Habilidades Mentales
Este documento explica el proceso por el cual una persona, desde su nacimiento, desarrolla la capacidad de pensar, adquirir conocimiento y aprender.
La inteligencia es la capacidad de adaptación de los seres vivos, permitiéndoles sobrevivir a los cambios en su entorno (plantas, personas, etc.). Se considera que la inteligencia se completa con la capacidad de operar con elementos abstractos, una condición que solo cumplen los seres humanos.
Según los primeros estudios de la teoría de Piaget, el desarrollo cognitivo se divide en dos etapas fundamentales:
Las funciones cognitivas son el conjunto de actividades que demuestran las diversas capacidades o habilidades intelectuales que posee un individuo.
Estas funciones son compartidas con muchos animales. Incluyen la memoria, con sus procesos de adquisición, almacenamiento y recuperación.
Exclusivas del ser humano, estas funciones abarcan el pensamiento, con sus capacidades de solución de problemas, razonamiento, imaginación y creación. La inteligencia de una persona se evalúa, en gran medida, por el uso que hace de estas funciones superiores.
La memoria es la capacidad de evocar personas, animales, objetos ausentes y acontecimientos pasados, así como la habilidad para recuperar información previamente aprendida.
Está constituida por 3 procesos:
Este es el proceso de entrada de la información. A través de los sentidos, se experimenta una gran cantidad de estímulos sensoriales. La atención y la percepción son clave para que solo una parte de estos estímulos se incorpore al proceso de almacenamiento.
La atención es el primer paso para que se produzca la percepción.
Este proceso utiliza distintos niveles de almacenamiento para conservar la información de forma segura y permitir su posterior recuperación.
Existen dos formas principales de recuperar la información:
El razonamiento es una función del pensamiento que, partiendo de una información, deduce una conclusión aplicando reglas.
La creatividad es la capacidad de observar las cosas con un nuevo enfoque, de reconocer problemas que otros no ven y de proporcionar soluciones nuevas y efectivas a diversas situaciones.
El pensamiento es la facultad de ordenar y coordinar los procesos de la memoria con el objetivo de ejercer sus funciones: solucionar problemas, razonar y crear. El pensamiento requiere del lenguaje, al menos para alcanzar un nivel de simbolización en las actividades sensoriomotrices. El lenguaje es también el instrumento que sirve para organizar el pensamiento.
Un problema es un estado insatisfactorio que se produce por una desviación entre un objetivo previsto y el resultado obtenido.
Durante esta etapa, el bebé realiza una serie de acciones que se repiten una y otra vez. A esto se le denomina esquema: pautas de acción diferenciadas, repetibles, generalizables y mejorables.
Piaget distingue dos tipos de esquemas:
El bebé repite sus esquemas en toda clase de objetos y situaciones, ejerciendo acción sobre el entorno y estructurando su mente. El desarrollo tiende a la transformación y adecuación de esos esquemas de acción, mediante la acomodación, a los objetos y situaciones cambiantes del medio.
Los objetos del exterior se incorporan (asimilación) a la estructura mental a través de los sentidos y las acciones. A su vez, el individuo va modificando sus esquemas y adecuándolos a nuevos objetos y situaciones (acomodación).
Piaget reconoce tres clases de asimilación:
La actividad adaptativa infantil se puede observar a través de las actividades de juego y de imitación: