Portada » Economía » Fundamentos de la Tributación: Impuestos, Principios y Carga Fiscal
Una tasa es un tributo que se paga por la utilización de un servicio público específico. Se basa en el principio de beneficio. Un impuesto es una exacción coactiva que no está vinculada a un servicio específico. Se utiliza para financiar el gasto público general y no se recibe una contraprestación directa por su pago. Una contribución especial es un tributo que se paga por la obtención de un beneficio específico derivado de una obra pública o servicio.
Los impuestos directos gravan la capacidad económica del contribuyente (renta o patrimonio), como el IRPF, siendo progresivos al aumentar el tipo según la capacidad de pago. Los impuestos indirectos gravan el consumo de bienes y servicios (como el IVA), siendo no progresivos, ya que afectan por igual a todos los consumidores independientemente de su capacidad económica.
La justicia fiscal se relaciona con la capacidad de pago y el beneficio recibido del gasto público. Los principios fundamentales que la rigen son:
Implica que los impuestos deben gravar bases amplias, tanto material como territorialmente.
Exige igualdad en el trato a los contribuyentes, cumpliendo con la equidad horizontal (igual trato a iguales) y la equidad vertical (trato desigual a desiguales, favoreciendo a los de menor capacidad).
Establece que la carga fiscal debe distribuirse según la capacidad económica de cada contribuyente.
Las reglas del Sacrificio Igual buscan establecer un principio de equidad en la carga fiscal, asegurando que todos los contribuyentes soporten un sacrificio equivalente al pagar impuestos.
Implica que todos los contribuyentes experimentan una pérdida de bienestar igual debido al pago de impuestos. El rico pagaría más que el pobre en función del ritmo al que decrezca la utilidad marginal (el sacrificio debe ser igual). En este caso, si la utilidad marginal fuera constante, llevaría a un impuesto de capitación, donde todos pagan la misma cantidad, lo que puede no ser justo e iría en contra del principio de capacidad de pago.
Exige que la proporción de bienestar perdido por el impuesto sea igual para todos los contribuyentes, lo que implica que los tipos impositivos deben aumentar con la renta, generando impuestos progresivos. El peso de la utilidad a la que renuncia el pobre es menor, y la del rico es mayor. Esto asegura que los más ricos paguen más, manteniendo la equidad.
Se refiere a la idea de que la utilidad marginal después de pagar impuestos debe ser igual para todos los contribuyentes. Esto minimiza el sacrificio total, es decir, que la utilidad perdida entre ricos y pobres sea la menor posible, asegurando que la carga fiscal se distribuya de manera justa y equitativa.
La incidencia fiscal explica cómo se distribuye la carga de un impuesto entre los diferentes agentes económicos. Sus tres reglas principales son:
La carga del impuesto se distribuye de manera que el lado del mercado que es más inelástico soporta una mayor parte de la carga. Recae sobre la parte que tiene menor capacidad de respuesta. Cuando las curvas son totalmente elásticas o inelásticas, se produce una traslación completa del impuesto, y productores o consumidores soportan la totalidad.
La definición de tributación hacia adelante y hacia atrás se utiliza para analizar cómo los impuestos afectan a los agentes económicos a lo largo de la cadena de producción y consumo. Se refieren en especial a la traslación de impuestos, es decir, quién acaba soportando económicamente un impuesto.
Ocurre cuando el impuesto es trasladado al consumidor final mediante un aumento del precio del bien.
Sucede cuando la empresa no puede trasladar el impuesto al precio del producto (por ejemplo, por la competencia o rigidez de precios), por lo que traslada el coste del impuesto a sus proveedores o trabajadores, reduciendo salarios o exigiendo menores precios.
Un impuesto con tipos fijos, es decir, que no cambia marginalmente con la renta, puede ser un impuesto progresivo si se aplica sobre una base liquidable en la que la base imponible ha tenido un mínimo exento u otras deducciones parecidas. En este caso, aunque el tipo de gravamen sea único, la carga efectiva del impuesto (tipo medio) aumenta con la renta, generando progresividad.
Imagina un impuesto con tipo único del 20% sobre la base liquidable. Sin embargo, no toda la renta tributa, ya que hay un mínimo exento o reducciones que hacen que solo una parte de la renta sea base del impuesto (base liquidable < base imponible). Esto significa que las rentas más bajas tributan sobre una parte muy pequeña de su renta (o incluso nada), mientras que las rentas altas tributan sobre una proporción mayor de su renta total. El tipo efectivo (impuesto pagado dividido por renta total) crece con el nivel de renta, lo que genera progresividad.