Portada » Medicina y Salud » Fisiopatología Detallada y Clasificación de la Insuficiencia Renal Aguda (IRA)
La Insuficiencia Renal Aguda (IRA) es una alteración súbita de la función de los riñones que se caracteriza por una disminución rápida de la Tasa de Filtración Glomerular (TFG).
Esto provoca que el cuerpo no pueda eliminar adecuadamente los desechos metabólicos, como la urea y la creatinina, y tampoco pueda mantener el equilibrio del agua, los electrolitos ni el pH.
Clínicamente, la IRA es una emergencia médica potencialmente reversible que se manifiesta con:
Es crucial diferenciar la IRA de la Insuficiencia Renal Crónica (IRC), que es un proceso lento y progresivo donde se pierde de forma permanente la capacidad funcional del riñón.
La IRA se clasifica en tres categorías según el sitio del daño dentro del sistema renal:
Es causada por una disminución del flujo sanguíneo al riñón (hipoperfusión).
Aquí el daño se produce dentro del riñón mismo, afectando los glomérulos, túbulos o el intersticio.
Se debe a una obstrucción del flujo urinario en cualquier punto del tracto: uréteres, vejiga o uretra.
Para entender la fisiopatología de la insuficiencia, debemos recordar cómo funciona un riñón sano. La nefrona es la unidad funcional del riñón.
Cada riñón tiene cerca de un millón de nefronas, y cada una realiza tres procesos fundamentales:
En el glomérulo, el plasma sanguíneo se filtra a través de los capilares hacia la cápsula de Bowman, formándose el filtrado glomerular. Este proceso depende de la presión de filtración glomerular, regulada por las arteriolas aferente y eferente.
A medida que el filtrado pasa por los túbulos, el cuerpo reabsorbe sustancias útiles, como agua, sodio, glucosa y aminoácidos, hacia la sangre. Este proceso evita pérdidas innecesarias y mantiene el equilibrio osmótico y electrolítico.
Finalmente, algunas sustancias como iones H⁺, K⁺, amonio y fármacos son secretadas desde la sangre hacia el túbulo, permitiendo regular el pH, la concentración de potasio y la eliminación de tóxicos.
En el caso clínico analizado (una paciente con hipertensión arterial y diabetes tipo 2), la insuficiencia renal aguda tiene un componente intrínseco asociado a isquemia y daño tubular.
La hipertensión y la diabetes deterioran las arteriolas renales y disminuyen el flujo de sangre. El riñón interpreta esta hipoperfusión como una baja presión y activa un mecanismo compensador: el Sistema Renina–Angiotensina–Aldosterona (SRAA).
El aparato yuxtaglomerular libera renina, que actúa sobre el angiotensinógeno hepático, formando angiotensina I, que luego la ECA transforma en angiotensina II. Esta hormona es la que desencadena la mayor parte de las respuestas adaptativas.
En conjunto, estos efectos intentan mantener la TFG y el volumen plasmático, pero a largo plazo provocan hipertensión intraglomerular, edema e isquemia tubular.
Nota: La isquemia tubular es un tipo de lesión renal aguda causada por una falta de flujo sanguíneo y oxígeno en los riñones, que daña las células de los túbulos renales.
La isquemia prolongada y la sobrecarga de presión lesionan las células del túbulo, que pierden su capacidad de reabsorber y secretar sustancias. Esto lleva a necrosis tubular aguda, acumulación de urea y creatinina, y oliguria.
| Proceso | Qué Ocurre | Consecuencia | 
|---|---|---|
| Filtración | Daño glomerular y vasoconstricción | ↓ TFG, proteinuria | 
| Reabsorción | Retención excesiva por aldosterona y ADH → luego falla tubular | Edema, sobrecarga hídrica | 
| Secreción | Lesión celular → ↓ eliminación de H⁺, K⁺, fármacos | Acidosis, hiperpotasemia, uremia | 
En resumen, la insuficiencia renal aguda es una pérdida súbita y potencialmente reversible de la función renal. En el caso de A.R.S.D., el daño se origina dentro del riñón, producto de la activación excesiva del SRAA, la vasoconstricción sostenida y la retención de líquidos. Lo que comenzó como un intento fisiológico de compensación, terminó produciendo daño estructural glomerular y tubular, manifestándose clínicamente con oliguria, edema e incremento de creatinina.
En la paciente A.R.S.D. se establece una insuficiencia renal aguda intrínseca debido a que los hallazgos clínicos y de laboratorio evidencian daño estructural directo del parénquima renal, específicamente del túbulo renal, compatible con isquemia tubular aguda.
Conclusión: No se trata de una falla funcional por bajo flujo sanguíneo, sino de un daño intrarrenal establecido.
Conclusión: No hay evidencia de bloqueo del flujo urinario, por lo tanto, se descarta la causa posrrenal.
¿Qué controla la Tasa de Filtración Glomerular (TFG)?
La presión glomerular, regulada por la vasoconstricción o dilatación de las arteriolas aferente y eferente, y por el Sistema Renina–Angiotensina–Aldosterona (SRAA).
¿Qué función cumple la ADH en el riñón?
La Hormona Antidiurética (ADH) aumenta la reabsorción de agua en el túbulo colector al insertar canales acuaporina-2, concentrando la orina y reduciendo la pérdida de agua corporal.
¿Qué hace la aldosterona a nivel tubular?
Aumenta la reabsorción de sodio y la secreción de potasio en el túbulo distal y colector, contribuyendo a retener agua y elevar la presión arterial.
¿Qué desencadena la liberación de renina?
Disminución de la presión arterial, reducción del flujo sanguíneo renal o del sodio detectado por el aparato yuxtaglomerular.
¿Cuál es el papel de la Angiotensina II en la insuficiencia renal aguda?
Provoca vasoconstricción de la arteriola eferente, lo que inicialmente mantiene la filtración, pero su acción prolongada aumenta la presión intraglomerular, contribuyendo al daño estructural.
¿Cómo se produce la isquemia tubular?
La vasoconstricción sostenida reduce el flujo capilar peritubular, ocasionando hipoxia en las células del túbulo proximal, que pierden energía, se necrosan y obstruyen el túbulo, disminuyendo aún más la filtración.
¿Qué sucede con la filtración, reabsorción y secreción durante la IRA intrínseca?
Todas se alteran:
¿Por qué la paciente presenta edema y oliguria?
La activación del SRAA y la ADH promueven la retención de agua y sodio; al dañarse el túbulo, el riñón no puede eliminar ese exceso, generando edema y disminución de la diuresis.
¿Cómo se trata la insuficiencia renal aguda?
Corrigiendo la causa base: restaurar la perfusión, suspender nefrotóxicos, controlar presión arterial, administrar líquidos con cuidado, y en casos graves, usar diálisis temporal.
¿Por qué la hipoperfusión prolongada puede causar necrosis tubular aguda irreversible?
Porque las células tubulares dependen del metabolismo aeróbico; al perder oxígeno, se rompe la integridad de membrana y se liberan enzimas lisosomales, provocando muerte celular y daño estructural permanente.
¿Por qué la insuficiencia renal aguda puede producir acidosis metabólica?
Porque el riñón pierde la capacidad de secretar iones H⁺ y reabsorber bicarbonato (HCO₃⁻), acumulándose ácidos en la sangre.
¿Qué relación tiene la hipertensión crónica con el desarrollo de IRA en este caso?
La hipertensión prolongada daña las arteriolas renales (esclerosis y engrosamiento de sus paredes), reduciendo el flujo sanguíneo renal y predisponiendo a isquemia e insuficiencia renal aguda.
¿Por qué se elevan la urea y la creatinina en sangre?
Porque la tasa de filtración glomerular disminuye, impidiendo que estos productos nitrogenados se eliminen adecuadamente, acumulándose en el plasma.
