Portada » Educación Artística » Exploración del Arte y las Civilizaciones Antiguas: Un Viaje por la Prehistoria y Mesopotamia
Un recorrido por las etapas clave de la historia humana y el surgimiento de las primeras expresiones artísticas y civilizaciones.
Considerado uno de los primeros planos conocidos, este esgrafiado en una placa de barro tiene aproximadamente unos 4.000 años de antigüedad. Incluye información sobre el uso y/o contenidos de cada una de las estancias de la vivienda, realizada con protoescritura cuneiforme en forma de ideogramas.
Posiblemente, este plano represente una vivienda mesopotámica de la cultura sumeria del 2.000 a. C. Sirve como demostración del desarrollo cultural de esta civilización, en concreto de su capacidad de visión espacial, pues representa en sistema diédrico la sección arquitectónica de una planta de vivienda, delimitando el ancho constante de los muros con líneas paralelas y marcando las aperturas de los huecos donde se situarían las puertas de acceso a cada estancia.
Esta imagen es una pictografía realizada con las técnicas del estarcido y el esgrafiado, perteneciente a la Cueva de Altamira. Se localiza en el municipio de Santillana del Mar, Cantabria, al norte de la Península Ibérica, y pertenece al Paleolítico Superior (35.000-10.000 a. C.). En este periodo, se colonizan territorios anteriormente despoblados, donde la economía es básicamente depredadora (caza, pesca, recolección). La especie que habitaba en ese momento era el Homo sapiens.
Las mujeres se dedicaban a cuidar el hogar y transmitir la cultura, mientras los hombres salían a cazar. Socialmente, aparecen las estructuras de habitación y las cabañas. En esta nueva etapa se desarrollan capacidades simbólicas como el arte, la religión y el lenguaje, y evoluciona la técnica de fabricación de herramientas.
Un túmulo, palabra proveniente del latín tumulus (elevación), es el nombre que recibe el montón de tierra y piedras levantado sobre una tumba o varias. Se remonta a la época de las Edades de Piedra, del Bronce y del Hierro. Ejemplo: La Cueva de Menga, en Antequera (Málaga), es un túmulo formado por el alineamiento de varios dólmenes.
Las primeras civilizaciones fluviales surgieron en el periodo Neolítico en el territorio conocido como Mesopotamia, en el Oriente Próximo. Esta área de valles, denominada el Creciente Fértil, era un rico vergel bañado por los ríos Tigris y Éufrates y sus afluentes.
La primera civilización conocida fue la de los sumerios, que surgió en el 4.000 a. C. Estaba compuesta por una docena de ciudades-estado que compartían la misma lengua y avances culturales.
La arquitectura urbana se configuraba por casas rectangulares construidas con muros de ladrillos de barro secados al sol (adobe) y cubiertas planas de vigas de madera y adobe apisonado sobre esteras vegetales. Las casas se construyeron por agregación, adosándose unas a otras, lo que limitaba el número de calles y pasajes entre ellas, y conformaba un compacto núcleo urbano que actuaba como un límite claro y una muralla defensiva hacia el exterior.
Las cubiertas se utilizaban como calles y lugares de relación, y desde ellas se accedía por escaleras de madera a las estancias principales de las viviendas. Las aberturas en los techos servían también como la única fuente de ventilación, permitiendo la salida del humo del hogar.
Todos los interiores de las viviendas estaban enyesados con un acabado suave y redondeado. La habitación principal disponía de bancos y plataformas para sentarse y dormir, y en algunas ocasiones estaba decorada con murales, pequeñas esculturas y bucráneos. También incluía cocina y horno para hacer pan. Las estancias anexas probablemente no tenían ventilación directa y servían de almacenaje.