Portada » Economía » Entendiendo la Deuda y sus Implicaciones Financieras
La deuda es un instrumento financiero de renta fija que da derecho al propietario del contrato de deuda a recibir un flujo fijo de pagos periódicos prometidos (intereses + principal) y a tener una posición preferente de prelación en caso de evento de quiebra o default respecto al capital (los accionistas están en una posición subordinada).
El contrato de deuda es el contrato óptimo cuando es costoso para los externos verificar los flujos de caja. En este contexto, la financiación máxima interna es óptima (el empresario observa los flujos de caja sin coste). Pero, si son necesarios recursos/fondos externos, la deuda es lo mejor, porque minimiza los costes de verificación al incluir un pago fijo prometido. Si se cumple el pago fijo, la verificación no es necesaria. Si no se cumple el pago fijo, los prestatarios verifican los flujos de caja.
Los pagos por intereses suelen ser deducibles de los impuestos como gasto, mientras que los dividendos y los beneficios retenidos no lo son. Esto genera un «escudo fiscal» debido a la financiación con deuda: la empresa puede reducir los impuestos (y aumentar el valor) aumentando la relación D/E.
El financiamiento vía deuda impone una obligación/compromiso a la empresa. Una empresa que incumple el pago de los intereses o capital de la deuda entra en default. Después del incumplimiento, los tenedores de deuda podrán tomar posesión legal de los activos de la empresa a través de un proceso llamado quiebra o bancarrota.
Los costes de dificultades financieras se refieren a los costes que sufre la empresa cuando tiene problemas de liquidez o solvencia o alta probabilidad de hacer default.
Existen dos tipos de costes:
Pequeño en términos esperados pero significativos (10-20% del valor patrimonial) con un importante componente de costes fijos.
Costes que reducen el valor de una empresa cuando la probabilidad de hacer default es alta. Estos costes surgen debido a conflictos de intereses entre los diferentes agentes con intereses en la empresa que surgen cuando su continuidad es poco probable.
Han de considerarse a la hora de identificar la estructura de capital óptima.
Ante la existencia de costes de quiebra, los accionistas no se verán incentivados a invertir en una empresa muy endeudada y, si lo hacen, exigirán una remuneración más elevada por su aportación de fondos, lo que provocará un alza en el coste de capital de la empresa.
La liquidación es un procedimiento para la eliminación de empresas ineficientes. La liquidación puede ser iniciada por los accionistas, pero habitualmente es iniciada por los tenedores de deuda y se activa por el incumplimiento de los pagos de la deuda.
A) Si el coste de capital > rendimiento a largo plazo, entonces la liquidación es óptima.
B) Si el rendimiento a corto plazo.
El problema básico con todas las leyes de quiebra es que la decisión de si liquidar o continuar afecta las ganancias y pérdidas de los diferentes acreedores y accionistas.
Los directivos generalmente actúan en interés de los accionistas para generar tanto valor como sea posible. Si las cosas van en la dirección correcta y el valor creado es lo suficientemente alto, los accionistas y los acreedores aumentan el valor de sus activos.
Sin embargo, cuando el valor generado no es muy alto (una situación que hace que la deuda tenga riesgo), los directivos tienen incentivos para restar valor a los titulares de deuda y transferirlo a accionistas. Este es un coste indirecto de la quiebra y genera un conflicto de intereses entre titulares de deuda y accionistas. Genera algunas ineficiencias en las decisiones de liquidación-inversión. Estas ineficiencias pueden estar conectadas con dos cláusulas:
Cuando estas dos cláusulas vinculadas a la deuda están limitadas, cuatro tipos de ineficiencias pueden surgir en la decisión de liquidación de inversiones: sustitución de activos, liquidación ineficiente, sobreendeudamiento y sesgo a corto plazo.
En entornos donde no se genera valor, la gerencia va a tratar de satisfacer al propietario-accionista transfiriendo valor a costa de los acreedores. Los acreedores siempre quieren que se genere el máximo valor posible, puesto que así maximizan las probabilidades de recuperar lo prestado.
Si hay un conflicto entre acreedores y accionistas en situaciones de poca generación de valor (deuda con riesgo), los accionistas (que son los que deciden) toman decisiones ineficientes.
En el proceso de emisión intervienen entidades que desempeñan determinadas funciones:
Sucede cuando los prestatarios de calidad se ven afectados negativamente porque los inversores tienen dudas sobre la calidad de la deuda. Esto obliga a los buenos prestatarios a emitir deuda a altas tasas de interés o a diluir su participación en el capital de la empresa, como una especie de seguro contra el riesgo de los malos prestatarios. En resumen, la falta de transparencia sobre la información de la empresa perjudica a los prestatarios de calidad debido a la presencia de prestatarios de menor calidad.
Un grupo de inversores que reúnen su dinero para invertirlo en empresas nuevas o en crecimiento. Su objetivo es ayudar a estas empresas a crecer y tener éxito. A cambio, los inversores esperan obtener ganancias cuando las empresas tengan éxito y sean vendidas o se vuelvan públicas.
Los bancos de inversión desarrollan 3 funciones en los mercados primarios donde actúan como Bancos Aseguradores en las emisiones de deuda y Equity/acciones:
Infravaloración se define como la diferencia entre el precio de oferta (al que se venden las acciones a los inversores antes de que empiece su negociación) y el precio de las acciones cuando comienzan a cotizar (el día T).
Luego: Infravaloración = Popv – PT. La Infravaloración habitualmente se calcula como el rendimiento inicial de una OPV para los inversores: Rendimiento Inicial OPV = PT – Popv / Popv.
El precio de emisión se fija en un rango estimado por el Asegurador de acuerdo con las expectativas de beneficios futuros y en comparación con las empresas competidoras.
El precio final puede fijarse de diferentes modos:
La subvaluación es un factor clave para el éxito de una IPO.
Supone un coste inmediato para los propietarios que deciden vender: aquellos propietarios de una empresa que deciden vender parte de sus acciones en una Oferta Pública de Venta (OPV) enfrentan un costo inmediato.
La subvaloración se debe a la falta de información equitativa entre los participantes en la IPO.
Según Rock, la infravaloración compensa a los inversores que no están bien informados sobre posibles pérdidas debido a esta falta de información equitativa.
En las OPV, hay dos tipos de inversores: institucionales (como bancos de inversión y fondos de pensiones) que pueden evaluar la calidad de la emisión, y pequeños inversores que no pueden hacerlo.
Surgen en el desarrollo normal del negocio y de las cuales la empresa puede disponer sin realizar una petición formal de negociación con el agente económico que las proporciona.
El crédito que una empresa facilita a sus clientes se llama crédito comercial. De esta operación se generan las cuentas a cobrar (clientes) y las cuentas a pagar (proveedores). Una empresa preferiría cobrar en efectivo en el momento de la venta, pero una política de solo cobro en efectivo podría llevar a perder clientes frente a la competencia.
Los créditos comerciales evitan tensiones de liquidez y ahorro de gastos de financiación a la empresa, pero, por otra parte, llevan consigo la pérdida de descuentos por pronto pago y descuentos por volumen de pedido.
El crédito comercial es entonces una modalidad de financiación como consecuencia del aplazamiento del pago de una compraventa. La instrumentación se realiza fundamentalmente por medio de facturas, pagarés, letras de cambio, compromisos de pago, certificaciones o albaranes. Legalmente, hay un plazo de 60 días para pagar las transacciones entre empresas.
El crédito comercial lleva asociado grandes costes, pero también presenta beneficios comparados con otras formas de financiación, así como menores costes de transacción. En caso de la aplicación de un descuento por pronto pago, el crédito de proveedores conlleva un coste financiero para la empresa compradora (coste de oportunidad).
El crédito comercial es una forma de discriminación de precios (bajar precios a determinados clientes). Los proveedores pueden además modificar las condiciones del crédito, amenazando con cortar los suministros futuros si el cliente no realiza el pago.
Entre los beneficios del crédito comercial destacamos que se trata de una fuente de financiación automática y “sin coste”. Fortalece la relación cliente-proveedor y es fácil de conseguir dado que es bastante habitual. Normalmente no conlleva intereses (siempre que se cumplan los plazos) y es clave para gestionar mejor la tesorería.
En cuanto a la gestión de las cuentas a cobrar, se debe determinar la política de cobro: primero se establecen los estándares de crédito, luego se establecen las condiciones del crédito y finalmente la política de cobro. El periodo de cobro es el número de días que la empresa tarda en cobrar sus ventas a crédito y es un buen indicador de la política de crédito de la empresa.
En cuanto a la gestión de cuentas a pagar, una empresa deberá financiarse usando esto solo si el crédito comercial es la fuente de financiación más barata (dependerá de las condiciones). Algunas empresas ignoran el plazo de pago y pagan más tarde en una práctica conocida como «escalar las cuentas por pagar» o «ampliación del plazo de cuentas a pagar». Los proveedores pueden reaccionar con condiciones de retraso o con el corte de suministros.
Es la entrega a cuenta de una cantidad de dinero por parte de los clientes de la empresa que se liquidarán con la realización de la operación comercial.
Es una fuente de financiación para la empresa debida al desfase de tiempo entre la fecha de las operaciones gravadas y la fecha efectiva de su liquidación.
Es la financiación concedida por los bancos con plazo inferior a un año, en forma de préstamos y créditos. En el caso de los préstamos, la entidad entrega al prestatario una cantidad de dinero que debe devolverse con intereses en el plazo. Los intereses se abonan sobre el capital pendiente y el calendario de amortización está preestablecido. En las líneas de crédito, la entidad se obliga a poner a disposición del cliente fondos hasta el límite de crédito y plazo pactado. El cliente dispone del dinero a medida que lo necesita y el pago de intereses es por el capital dispuesto. Se debe reintegrar el importe dispuesto en su totalidad en la fecha de vencimiento y existe posibilidad de renovación.
Entre las ventajas de estas alternativas destacan la elevada flexibilidad, las alternativas frente al descubierto en cuenta corriente y el empleo para “pagos al contado” a proveedores.
Cuando las empresas ofrecen a sus clientes un determinado período de tiempo para el pago de las mercancías, tienen la posibilidad de formalizar este derecho de cobro en un documento con capacidad jurídica (letra de cambio) que aumenta la garantía de cobro al facilitar su reclamación por procedimientos legales en el caso de que el cliente no pague su deuda a su vencimiento.
El descuento de efectos comerciales es una operación de crédito consistente en el adelanto o anticipo, por parte de una entidad financiera, del importe de la letra no vencida. La entidad financiera (tomador de la letra) pasaría a responsabilizarse del cobro de la misma, al librado, a su vencimiento.
Existen también los descuentos circunstanciales o línea de descuento.
Es la cesión de los derechos de cobro a una entidad de Factoring. Presta servicios de financiación (anticipo del nominal de los créditos cedidos al factor), cobertura de riesgos (de insolvencias del deudor en caso de Factoring “sin recurso”), gestión del cobro y administración (correcto control de los créditos cedidos facilitando toda la información para una gestión actualizada).
En el factoring con recurso, el factor no asume los riesgos; en el factoring sin recurso, el factor asume todos los riesgos; y en el factoring con recurso parcial, el factor fija un límite de riesgo asumido.
Entre las ventajas del factoring destaca que financia las ventas y proporciona liquidez inmediata, mejora las ratios de endeudamiento y circulante, evita el riesgo de insolvencia, mejora la eficacia y gestión de la tesorería y facilita el control de la cartera de facturas. Entre los inconvenientes encontramos el elevado coste y la interferencia en la relación comercial de los clientes.
El confirming es un contrato por el cual una empresa cede a una entidad bancaria el pago a uno o varios de sus proveedores. Consiste en la subcontratación de la gestión de la política de pago. Es una fuente de financiación para los proveedores de la empresa principal debido a que la entidad financiera ofrece a los proveedores un anticipo de las facturas cedidas.
La entidad financiera asume el riesgo de insolvencia de la empresa pagadora. Es una alternativa a otros sistemas de pago que permite simplificar los trámites administrativos y financieros. La entidad de confirming emite una carta de pago al proveedor y paga en el momento que este presenta la factura.
Las ventajas del confirming para el cliente son que simplifica los trabajos administrativos, mejora la imagen frente a los proveedores y mejora la gestión de la tesorería. Las ventajas para los proveedores son que ofrece la posibilidad de anticipar facturas pendientes de cobrar de forma inmediata sin estudio previo de riesgos, no consume capacidad de endeudamiento y elimina el riesgo de impagos.