Portada » Economía » Emprendimiento y Desarrollo de Proyectos Empresariales
Cuando se habla del desarrollo de una iniciativa empresarial, se refiere al grupo de personas que concibe, desarrolla y materializa el proyecto de creación de una empresa.
Existen varias definiciones sobre el emprendedor. Una de las más comúnmente aceptadas es la de «persona que posee la capacidad para transformar una visión en un proyecto orientado a crear un valor para la sociedad». Es alguien que está en la posición adecuada y tiene la capacidad para detectar una oportunidad y organizar los recursos necesarios para responder a ella de forma efectiva.
¿Qué cualidades definen y capacitan a la persona emprendedora para esa tarea? ¿Cómo es la persona que está tras un proyecto o iniciativa? Esencialmente, se trata de un perfil con altas dosis de creatividad y entusiasmo, dispuesta a asumir hasta sus últimas consecuencias el riesgo personal, profesional o financiero que supone la transformación de su visión de la oportunidad en una estructura organizada generadora de valor. La capacidad de gestión, de liderazgo y de construcción son cualidades esenciales del emprendedor, independientemente de la motivación que le lleve a emprender y el ámbito que elija para ello.
La persona emprendedora es una pieza clave del proceso, en tanto que es generadora de un cambio creativo. La innovación es su razón de ser, ya que aporta un nuevo producto o servicio, inexistente antes en sí mismo o en su forma de ofrecerse a la sociedad. Es alguien cercano y permeable a la demanda, flexible y hábil para encajar su proyecto en ella, ilusionada y profesionalmente preparada para convertirla en una empresa con resultados positivos.
Como conclusión, podemos hablar de tres tipos de personas emprendedoras:
En términos generales, los factores que en mayor medida condicionan la decisión de emprender son los siguientes:
Parece obvio que considerar la opción del autoempleo o, al menos, la de tratar de alcanzar una cierta viabilidad para una idea, precisa de una serie de virtudes o cualidades. Es correcto decir que es aconsejable contar con aptitudes adecuadas, pero también lo es la afirmación de que eso no es condición necesaria e imprescindible. El emprendedor nace, pero también se hace. El hecho de contar con una predisposición natural para emprender puede ser tan importante como disponer de una actitud adecuada para aprender a hacerlo.
La persona emprendedora se caracteriza por poseer las siguientes competencias:
Un equipo debe ser considerado como una unión de personas que comparten capacidades, virtudes, conocimientos y habilidades para alcanzar objetivos e intereses comunes. Un grupo de personas que trabajan juntas pero sin intereses comunes no es capaz de aprovechar todo su potencial. La característica fundamental del trabajo en equipo es la coordinación entre sus componentes en la búsqueda de esos objetivos. El resultado final de trabajar en equipo siempre será más interesante que la suma de resultados que obtendrían cada uno de sus componentes si trabajasen de manera individual.
Formar un equipo de trabajo no se soluciona con el simple hecho de reunir a un grupo de personas para acometer un proyecto. En ese caso, se puede afirmar que estas personas formarían un grupo de trabajo, pero precisarían de organización y, sobre todo, de coordinación, si lo que pretenden es trabajar en equipo.
Es necesario que cada uno de sus componentes, además de contar con capacidad para el trabajo y con espíritu de equipo, sea una persona:
Las personas cuentan con una serie de conocimientos, virtudes, capacidades y habilidades que pueden ser aprovechadas beneficiosamente durante el desarrollo de un proyecto. Las aportaciones interesantes a un equipo de trabajo son:
El proyecto empresarial o plan de empresa es un documento en el que se desarrolla la idea de negocio que se pretende poner en marcha. Abarca desde la definición de la idea hasta la forma concreta de llevarla a la práctica, incluyendo la programación de las acciones, los medios y recursos a utilizar. Incluso para empresas ya establecidas, el plan de empresa es capaz de sentar las bases sobre las que se levanten proyectos de crecimiento empresarial u otras medidas de gestión de la empresa.
La elaboración de un plan de empresa tiene varios objetivos:
El proyecto empresarial sirve para analizar y planificar cualquier tipo de iniciativa emprendedora: crear una asociación juvenil, poner en marcha una ONG, una idea de negocio, etc.
No existe un modelo de plan de empresa estándar; sin embargo, desde un punto de vista general, debería englobar, sea cual sea el perfil profesional del equipo promotor o la dimensión de la idea empresarial, los siguientes aspectos: