Portada » Geografía » Elementos y Tipos de Paisaje: Composición y Clasificación
A través de la vegetación podemos apreciar la incidencia de los factores climáticos, como la humedad y las precipitaciones, la insolación, la temperatura o la exposición a los vientos. La vegetación se relaciona con el clima y el suelo, que son factores limitantes para su desarrollo. En cuanto al clima, se aprecian fisonómicamente las estrategias adaptativas a las temperaturas y a la humedad en la forma de sus hojas, tallos y raíces.
De la vegetación debemos tener en cuenta:
Se estudian las especies silvestres y su relación con los ecosistemas. Es un aspecto poco visible del paisaje, ya que al no tener una presencia permanente en un lugar determinado, se acrecientan las dificultades de su identificación.
Debemos tener en cuenta:
La especie humana ha progresado cuantitativamente de manera exponencial desde el inicio de su existencia en el planeta. Pero desde el siglo XIX y especialmente desde la segunda mitad del siglo XX, el crecimiento, debido a un complejo grupo de factores entre los que se cuenta la mejora de las condiciones sanitarias, el avance de las políticas natalistas y condicionamientos socioculturales, ha avanzado espectacularmente. Consecuencias: falta de recursos.
Las formas de ocupación del territorio son la huella del hombre en el paisaje. En los núcleos de población del medio rural y el medio urbano.
Si la especie humana ocupa el territorio y determina en alguna medida las características externas del paisaje, se debe también a los procesos históricos de las sociedades humanas.
El comercio supondrá un salto cualitativo al trazar sobre el paisaje redes de caminos en el interior y puertos en la costa para el intercambio de mercaderías. El nacimiento de la industria con la primitiva transformación de las materias primas introduce un nuevo elemento de transformación al explotar, entre otros, recursos minerales, forestales…
Podemos hablar pues de un paisaje cultural que nacería de la unión de un medio natural combinado con otro transformado por el ser humano. Los elementos que dan testimonio de, por ejemplo, una actividad agraria, se convierten con el tiempo en elementos culturales que reflejan de alguna manera el saber hacer de una sociedad durante siglos.
Según la dominancia o la combinación de los elementos abióticos, bióticos y antrópicos del paisaje, obtendremos distintos tipos de paisaje. Partiendo de esta premisa, a nivel general, se suele establecer una primera división entre paisajes naturales y paisajes humanizados o transformados.
En sentido también muy amplio, podemos desglosar los paisajes humanizados en rurales o urbanos.
(de alta, media o baja montaña, paisaje intramontano, paisaje colino…)
(de cuenca, depresiones, páramos, vegas, mesetas…)
(de playas, calas, acantilados, marismas, deltas, albuferas, cabos, golfos, bahías, rías, paisaje sublitoral…)
que pueden compartir algunas características de los anteriores (de curso alto, curso medio, curso bajo).
(robles, hayas, abedules)
(bosques y dehesas de alcornoques y encinas)
(coníferas)
con clima seco, monzónico o lluvioso.
con vegetación herbácea y árboles y arbustos diseminados.
de vegetación exuberante.
Son los primeros paisajes transformados, con dedicación agropecuaria, forestal y pesquera fundamentalmente, es decir, al sector primario. Los paisajes rurales se definen por oposición a los urbanos y se diferencian entre ellos por aspectos tales como:
Son paisajes cada vez más frecuentes debido a los intensos procesos urbanizadores actuales.
Son importantes en este apartado la función de cada sector de la ciudad que imprime un carácter diferenciador en cuanto a fisonomía y a uso temporal del espacio.
La progresiva diferenciación del espacio ocupado (polígonos industriales, parques empresariales y tecnológicos) hace que tengan carácter propio.
El proceso actual urbanizador ha tenido como consecuencia que muchas zonas hasta hace poco rurales se encuentren en los límites de la ciudad.
En este apartado se incluyen los paisajes turísticos.