Portada » Geografía » Dinámica Poblacional en España: Estructuras, Envejecimiento y Migraciones
Esta estructura demográfica, característica de sociedades con altas tasas de natalidad y mortalidad, se representa con una base muy ancha (gran proporción de población joven, aproximadamente más del 35% de menores de 15 años) y una cima estrecha (baja proporción de ancianos, alrededor del 5% o menos).
Esta forma demográfica se asocia con sociedades desarrolladas, presentando una base estrecha (baja proporción de jóvenes, aproximadamente menos del 25% de menores de 15 años) y una cima ancha (alta proporción de ancianos, alrededor del 12% o más). Refleja bajas tasas de natalidad y mortalidad.
Esta estructura representa una fase de transición demográfica, con una base que empieza a estrecharse (proporción de jóvenes entre el 25% y el 35% de menores de 15 años) y una cima que se ensancha (alta proporción de ancianos, alrededor del 12% o más). Indica una disminución de la natalidad y una baja mortalidad.
El envejecimiento de la población es un fenómeno global con diversas consecuencias en múltiples ámbitos.
Las migraciones exteriores son los movimientos de población fuera de las fronteras del país. Tradicionalmente, España fue un país de emigración, pero actualmente predomina la inmigración extranjera.
Las migraciones exteriores tradicionales ocurrieron entre mediados del siglo XIX y la crisis de 1975, con un gran número de emigrantes hacia América Latina, Estados Unidos, Canadá y Australia.
La emigración transoceánica pasó por dos etapas de auge y dos de crisis.
La emigración española a Europa fue escasa hasta mediados del siglo XX, limitada a migraciones estacionales a Francia y a refugiados de la Guerra Civil.
Desde 1975, la emigración española al exterior ha sido reducida, motivada por razones laborales y formativas, con repuntes en épocas de crisis.
La inmigración extranjera ha sido escasa hasta 1995 debido al atraso económico español, pero entre 1995 y 2007 creció por la demanda de mano de obra y medidas de regularización. La crisis de 2008 redujo las llegadas y generó retornos, pero desde 2014 la recuperación reactivó la inmigración.
Los inmigrantes provienen de Europa, América Latina, África y Asia, desempeñando trabajos de baja cualificación en el sector agrícola, la construcción y los servicios. Sus principales destinos son Madrid, Cataluña, el valle del Ebro y la costa mediterránea.
La política inmigratoria española se basa en la normativa europea y la Ley de Extranjería, centrada en: