Portada » Magisterio » Desarrollo Grupal: Gestión de Conflictos y Toma de Decisiones en la Fase de Producción
En este momento, el grupo ya tiene su propia identidad y una estructura definida. Alterna entre la profundización en las relaciones mutuas y la eficacia en la realización de las tareas.
Podría parecer extraño que, cuando el grupo ha alcanzado un buen nivel de cohesión y eficiencia, aparezcan los conflictos; sin embargo, es casi inevitable que el grupo pase por una fase de hostilidad entre sus miembros y/o de ataques a su animador.
En esta etapa, el grupo está constantemente tomando decisiones, enfrentando tareas y discutiendo. Es en este contexto donde debemos encuadrar el concepto de conflicto. No es un término negativo, más bien al contrario. El conflicto puede ser una fuerza propulsora de mejora en las situaciones o de nuevas soluciones para las tareas.
Evidentemente, hemos de afrontar los conflictos si queremos que se solucionen. No todo lo que se afronta se soluciona, pero lo que no se asume no puede solucionarse. Los conflictos que no se acometen permanecen ocultos, generando tensión e incidiendo negativamente en la producción del grupo.
Existen tres formas de tomar decisiones en grupo. A continuación, se presentan comparativamente sus características, ventajas e inconvenientes:
En este momento de la vida de un grupo, se hace necesario posibilitar la puesta en práctica de todo lo aprendido. Para ello, el dinamizador o animador del grupo delegará funciones, responsabilidades y tareas de dinamización y autocontrol del grupo a sus integrantes, de modo que puedan ir ensayando. Siempre, por supuesto, adaptándolo al tiempo de que se dispone, a la edad de los integrantes, al tipo de grupo y a la situación, sin que ninguna de estas cuestiones sean excusas para no intentarlo.