Portada » Psicología y Sociología » Desarrollo Cognitivo Infantil: Trastornos, Pensamiento y Función Simbólica
Los seres humanos debemos tener 23 pares de cromosomas. La alteración genética en alguna de estas parejas de cromosomas da origen a determinadas patologías, como el **síndrome de Down**, que es una de las más frecuentes.
El síndrome de Down está provocado por la alteración genética del par cromosómico 21, que en lugar de tener dos cromosomas, tiene tres. Esta alteración conlleva **retraso mental** y otras alteraciones físicas y en el crecimiento. Entre estas anomalías adicionales destacan las **cardiopatías**, alteraciones gastrointestinales, problemas de visión o audición, o trastornos endocrinos.
Bajo el nombre de **Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD)** se incluye un conjunto de trastornos caracterizados por **alteraciones graves en las habilidades para la comunicación y para la interacción social**. No es en sí una enfermedad o un síndrome específico, sino que incluye una gran heterogeneidad de trastornos que, en su conjunto, se conocen como **Trastornos del Espectro Autista (TEA)**.
Se caracterizan por un **desinterés por el mundo exterior**, con **aislamiento** y polarización de la vida psíquica en el mundo interior del propio niño. Los TEA son trastornos graves porque afectan al desarrollo del niño y su futura personalidad, que todavía no está construida. De todos modos, hay que apuntar que debe darse la conjunción de varias de estas características a la vez y no una o dos aisladas:
Se refiere a la dificultad para diferenciar el mundo exterior del mundo propio interior. Los niños están centrados en sí mismos, en su propio yo, en su propia conciencia, y no pueden colocarse en el punto de vista de los demás. Lo manifiestan, por ejemplo, a través del lenguaje:
Tendencia que tienen los niños a seleccionar y atender a un solo aspecto de la realidad. La centración muestra la **incapacidad para coordinar diferentes perspectivas** y/o compensar distintas dimensiones de un objeto determinado.
Tendencia de los niños a percibir la realidad mediante **visiones globales** y a encontrar parecidos o relaciones entre objetos y sucesos sin hacer ningún análisis previo.
Fenómeno según el cual los niños son **incapaces de relacionar u ordenar de una manera lógica** los elementos que forman un todo.
**Incapacidad de ejecutar una acción en los dos sentidos** (al derecho y al revés) del recorrido, porque no se puede comprender que se trata de la misma acción al revés.
Es la sustitución de un objeto, persona, animal o situación (a la que técnicamente se dio el nombre de **significado**) por algo que ocupa su lugar (a lo que se dio el nombre de **significante**). Según el grado de proximidad o el nivel de relación entre el significante y el significado, se puede hablar de tres clases de representación:
El significante tiene una relación muy próxima con el significado, tan próxima que en algún momento ha habido contacto entre ellos; el significante es el efecto de una causa muy próxima al significado. Por ejemplo, el humo sería la señal de un fuego.
La relación entre el significante y el significado no es tan próxima como en la señal, pero hay una **relación de semejanza** entre el objeto representado y la cosa que lo representa. Por ejemplo, una imitación de gesto de una persona conocida.
No existe ninguna relación entre el significante y el significado, entre el objeto o situación ausente y el elemento que lo sustituye.
Se concreta en diferentes manifestaciones, todas muy relacionadas entre ellas:
Son **juegos de simulación** o del «como si». Está muy relacionada con la imitación. Los niños utilizan un objeto a su capricho fuera de su uso natural.
Es la **imitación sin la presencia del modelo**. Por ello, se cree que los niños ya han interiorizado la imagen del modelo y así pueden reproducirla cuando les interese. Está relacionada con la imagen mental. Se pueden imitar varias acciones de la persona que se toma como modelo.
Es algo interno; por tanto, su existencia se deduce de manifestaciones externas.
A través de él, los niños pueden representar la realidad.
Máximo nivel de representación y marca el umbral de acceso al pensamiento preoperatorio.
Entre los 8 y 12 meses se encuentra este subestadio, llamado «**coordinación de esquemas secundarios y aplicación de los mismos a nuevas situaciones**». Es el estadio de las **conductas inteligentes**. Manifestaciones que revelan este avance en los niños: