Portada » Biología » Corrientes de agua dulce que desembocan en el mar
En España existen tres grupos de aguas continentales:
– Ríos, lagos y lagunas de montaña.
– Ríos, lagos y lagunas de llanura no litorales.
– Estuarios, deltas y lagunas litorales.
Las aguas presentes en los mismos suelen ser
como consecuencia de la pendiente rápidas, turbulentas, frías y muy oxigenadas.
Normalmente presentan un buen lecho formado por grandes piedras o arenas, con poca
vegetación en los márgenes, sumergida y muy específica.
Las especies animales presentes en estas aguas se reducen a larvas acuáticas de
insectos y en el caso de aguas calizas a crustáceos. En las partes más elevadas no
existen especies piscícolas, y únicamente en los tramos inferiores del cauce pueden
aparecer salmónidos y algún ciprínido.
Los lagos y las lagunas suelen ser más fecundos,
debido a que las temperaturas suelen ser un poco más elevadas y presencia de algo de
plancton (formado por organismos vivos que pueden ser plantas, animales, bacterias,
hongos, etc. Que es el primer alimento de la cadena).
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Son más fecundas que las anteriores,
con aguas más lentas, temperaturas más altas y ciclo estacional (primavera-otoño) más
amplio, por lo que también los ciclos de vida son más amplios.
Los fondos cuentan con cantos rodados que albergan entre ellos vida bentónica
(Bentos son todos los elementos tanto inertes como vivos que viven sobre o dentro del
fondo del medio acuático), mientras que las plantas flotantes y emergentes son más
frecuentes que en los de montaña.
En este caso existen insectos terrestres y acuáticos, anfibios y reptiles, avifauna
y mamíferos acuáticos. La fauna piscícola es mayor, con frecuente presencia de
ciprínidos.
Las lagunas y los lagos también son más ricos, pudiendo ser alimentadas por un
río o por aguas subterráneas. La vegetación puede ser sumergida, emergida o flotante
(nenúfares). El mayor problema puede radicar en la existencia de eutrofización.
En función de la comunicación que tengan con
el mar serán más o menos salobres. La fauna la constituyen especies anfibióticas
(cambian de agua salada a dulce) como salmones, anguilas, sábalos o alosas. Es más
frecuente que en estas aguas permanezcan más especies marinas que las que proceden
del hábitat dulceacuícola.
6.4.- Frezaderos
6.4.1.- Ciprínidos
Suelen frezar en la hierba cubierta por agua de poca profundidad en zonas que se
originan durante la primavera como consecuencia del desbordamiento de los ríos sobre
los prados de las riberas. Durante las semanas que perduran estas circunstancias ocurre
la freza y eclosionan las crías, volviendo al cauce principal cuando baja el caudal.
En muchos casos han visto reducidas las áreas de freza debido a que muchos ríos
han sido canalizados en los tramos donde se inundan.
Están constituidos por gravilla, grava o gravas gruesas en lugares donde la
corriente es moderada o rápida. El material tiene un espesor de unos 50 cm y el agua
que circula sobre ellos presenta una profundidad de 30-60 cm.
El agua además de circular por encima también lo hace a través de los materiales
que constituyen el frezadero. La velocidad de circulación del agua por dentro del
frezadero es mucho menor que la que se da en la superficie. El agua que circula entre
los materiales es importante porque aporta el oxígeno a los huevos y retira el CO2
procedente de la respiración de los embriones.
Es fundamental que el espacio existente entre las gravas no se obstruya porque
los huevos morirían asfixiados, además las larvas tampoco podrán salir al exterior.
Estos problemas se dan con frecuencia como consecuencia del arrastre de materiales en
suspensión.
Para mejorar las condiciones de freza de ciprínidos y salmónidos se han ideado
frezaderos artificiales:
– Frezaderos flotantes (para el lucio y los ciprínidos). Son cajas de 4-5 m2. En estas
cajas se distribuyen vegetales para que los lucios o ciprínidos frezen sobre ellas.
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– Caja Vibert (para salmónidos). Es una caja de plástico, con unas medidas estándar
de 70x63x45 mm con todas sus paredes perforadas con agujeros oblongos que no
permiten el paso de huevos a su través y están protegidos de los depredadores.
– Canales de puesta (para salmónidos). Son estructuras complejas en las que se lleva a
cabo la reproducción natural de los peces pero con un alto grado de control por parte
del hombre, pueden tener varios km de longitud y entre 5 y 10 m de ancho. El
caudal óptimo suele establecerse en 1 m3/seg y a veces está regulado. Estos canales
se suelen hacer en ríos que sufren inundaciones con mucha frecuencia y que
presentan grandes dificultades para sacar puestas de salmónidos. Un canal completo
de freza consta de un azud (rueda movida por la corriente) de derivación que le
proporciona el agua del río, el canal de freza propiamente dicho con diferentes
secciones y tamaños de grava, y compuertas separadoras de cada tramo para la
captura de alevines.
Incluye la fijación del número de cañas por pescador, redes, especies de pez
vivo, etc. Las técnicas de pesca deportiva más frecuentemente empleadas son:
a) El lanzado. Consiste en lanzar, mediante caña con carrete adecuado, algún cebo
o señuelo para después imprimirle vida y movimiento durante su recuperación
con el carrete. Se utiliza para depredadores como los salmónidos, lucios o perca
americana. Los señuelos más empleados son la cucharilla (ondulante o
giratoria), peces artificiales y pez natural.
b) A fondo. Consiste en disponer el cebo en el fondo de las aguas.
c) Con flotador. Mantiene el cebo en la columna de agua mediante un flotador
equilibrado con una plomada. Se utiliza para la pesca en aguas remansadas,
principalmente para ciprínidos con todo tipo de cebos.
d) A mosca. Es un señuelo construido cubriendo un anzuelo con plumas especiales
de algunas especies de gallos, que imitan a insectos acuáticos, generalmente en
estado adulto pero también en el de larva.
Es importante que el gestor controle el tipo de cebo o señuelo pues influye en
criterios de control, ya que los peces trabados con cebos naturales y devueltos
inmediatamente al agua tienen una mortalidad del 25%, mientras que los trabados con
señuelos artificiales sólo causan un 4% de mortalidad. Esto se debe a que los primeros
son tragados y llegan hasta el interior del tubo digestivo, produciendo el anzuelo heridas
más graves que los señuelos, cuyas heridas afectan generalmente sólo a la boca.