Portada » Química » Conceptos Fundamentales de Procesos Metalúrgicos y Siderúrgicos
Existen varias razones por las que no se puede utilizar directamente carbón en lugar de coque en el horno alto:
Características y diferencias de los procesos de reducción:
Los principales objetivos del proceso del convertidor son:
En el convertidor se utilizan las siguientes materias primas y se obtienen los siguientes productos:
La aglomeración de partículas finas es necesaria porque las partículas menores de 5 mm no son aptas para los reactores metalúrgicos, ya que dificultan la circulación de gases, absorben peor el calor y pueden ser arrastradas por los humos. Por eso, se aglomeran para formar partículas de mayor tamaño que mejoran la eficiencia térmica y mecánica del proceso.
Los principales procesos de aglomeración son:
Este proceso incluye varias etapas:
Se debe eliminar el agua antes de las operaciones pirometalúrgicas porque el agua:
Su eliminación asegura mayor eficiencia y protege los equipos.
Las diferencias clave son:
La calcinación es más endotérmica; la tostación puede ser exotérmica.
Existen diferentes tipos de tostación según su finalidad:
Las escorias cumplen varias funciones y deben poseer ciertas propiedades:
Los tipos de fusión reductora se clasifican principalmente por el agente reductor y la fuente de energía:
La volatilización es la separación de un metal en forma de vapor. Se emplea cuando el metal tiene un punto de ebullición inferior al resto de la carga. Existen dos tipos:
Describe el proceso industrial de recuperación del zinc por volatilización:
Se mezclan polvos de acería con un reductor (carbono), se hacen pellets y se introducen en un horno Waelz a 1200 °C. El Zn se volatiliza, se oxida en el horno y se recoge como polvo de óxido de zinc en los filtros.
Las diferencias principales son:
La electrólisis ígnea permite extraer metales muy reactivos (Al, Mg) que no pueden reducirse en medio acuoso.
Los procesos para obtener aluminio son:
Al realizar el afino térmico del acero se busca eliminar impurezas residuales (como C, S, P) y ajustar la composición química final del acero para adaptarla a las propiedades mecánicas deseadas (resistencia, dureza, etc.).