Portada » Otras materias » Conceptos Esenciales en Radiología Dental y Manejo Clínico del Paciente
La información obtenida mediante las diversas técnicas de diagnóstico por imagen puede ser utilizada con múltiples fines, tales como:
La radiación es la emisión y propagación de energía a través del espacio o de una sustancia. Se propaga siguiendo un patrón de ondas.
La dosis de la radiación ionizante sobre una superficie es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre el foco emisor y dicha superficie. Esto significa que si la distancia entre el foco emisor y el receptor aumenta, la intensidad o dosis de radiación disminuye en proporción al cuadrado de la distancia (1/d²). Por ejemplo, si la distancia aumenta de 1 a 2 metros, la dosis de radiación disminuye a 1/4 (25%).
Los rayos X poseen propiedades distintivas que los hacen útiles en el diagnóstico por imagen:
La radiación ionizante es aquella que tiene suficiente energía como para arrancar un electrón (partícula negativa) de un átomo, dejándolo ionizado positivamente. En consecuencia, se creará un par de iones (uno positivo y uno negativo) que tenderán a la recombinación. La radiación ionizante produce cambios químicos en las células y daña el ADN, lo que aumenta el riesgo de padecer cáncer.
Cuando los fotones de rayos X interactúan con la materia (como los tejidos del paciente), pueden ocurrir diferentes fenómenos:
Se produce cuando tiene lugar una colisión entre un fotón de la radiación incidente y un electrón cortical de un átomo del material absorbente (paciente). En este impacto, el fotón invierte toda su energía en arrancar un electrón, por lo que es completamente absorbido y desaparece.
El Efecto Compton supone una interacción no deseada con el medio, aunque es inevitable. En este impacto, el fotón incidente producirá un arrancamiento de electrones de la corteza, lo cual sucede sobre todo en los electrones de las capas orbitales más externas. Ocurre cuando el fotón (rayo X) choca con un electrón de un átomo y no es absorbido, sino que continúa su trayectoria tras varias colisiones que implican múltiples cambios de dirección, dando lugar a:
A mayor energía, aumenta la probabilidad del efecto Compton y disminuye la del efecto fotoeléctrico.
La densidad de los tejidos influye en cómo se visualizan en una radiografía:
Un equipo de rayos X dental típico consta de las siguientes partes:
El CBCT dental, o Cone Beam Computed Tomography, es un tipo de escaneo denominado en español como Tomografía Computarizada de Haz Cónico. Esta prueba utiliza un tipo especial de rayos X, emitidos de forma cónica. Gracias a esta particularidad, con una única rotación de 360 grados se obtienen imágenes en 3D de los dientes, los tejidos blandos, los huesos y los nervios de la zona deseada.
La Resonancia Magnética Nuclear (RMN) es una técnica basada en la utilización de potentes campos magnéticos, por lo que no emplea rayos X. Se utiliza para fines similares a la tomografía, pero proporciona una información superior en ciertos aspectos.
La imagen radiológica se forma por la interacción de los fotones de rayos X con el material detector, y representa la distribución de los fotones que han interaccionado con el paciente y/o han alcanzado el sistema de registro de la imagen. Estos fotones pueden ser:
Al comunicarnos, nuestro objetivo es lograr cambios positivos en los pacientes a través de un contacto personal que nos permita transmitir información de manera efectiva. Elegir las palabras adecuadas, el tono y el gesto apropiado es una habilidad crucial para todos los profesionales. Es fundamental integrar en nuestra práctica profesional habilidades de comunicación, tanto verbal como no verbal.
Diversos factores pueden afectar la comunicación en el ámbito clínico:
Pacientes desinformados o con «sobreinformación» obtenida de internet.
Actitudes como ansiedad, miedo, desconfianza, falta de cooperación o impuntualidad.
Actitudes como el mal manejo del estrés, el síndrome del trabajador quemado o la competitividad.
Estado de agotamiento físico, emocional y mental asociado al ámbito laboral, al estrés causado por el trabajo y el estilo de vida del empleado.
Los principales motivos señalados por los pacientes para no acudir de manera regular a la consulta dental o no completar un tratamiento son la ansiedad y el miedo.
Son más comunes en pacientes adultos.
Son más comunes en pacientes infantiles.
Un protocolo de actuación estructurado mejora la experiencia del paciente:
Recibir al paciente sin guantes ni mascarilla. Acompañarlo a la sala de espera y ofrecerle un ambiente agradable.
Llamar al paciente por su nombre y acompañarlo hasta el gabinete. Mantener una conversación distendida y tranquilizarlo. Tratar al paciente de manera individualizada.
Explicar los procedimientos que se van a realizar y responder a las dudas. Establecer un mecanismo de comunicación. En ocasiones, es necesario recurrir a técnicas sencillas de relajación.
Acompañar al paciente hasta la zona de administración. Informarle sobre los horarios, los pagos y las citas futuras.
A los 4 años, en ocasiones, el niño puede tener «pataletas», pero con el tiempo se puede razonar con él y la conducta mejora. Tienen gran curiosidad. Es útil usar un lenguaje «fantástico», como «bichitos que enferman las muelas» (caries), etc.
Primero se le explica al paciente lo que se le va a hacer, después se le muestra cómo se hace y, por último, se realiza el procedimiento según se ha explicado y mostrado. Es crucial evitar mostrar elementos punzantes que puedan generar miedo o ansiedad.
El lenguaje debe ajustarse al nivel madurativo y edad del paciente, y las órdenes deben ser claras y concisas, sin generar miedo. Es muy importante no mentir, ya que puede generar una pérdida de confianza. Para pacientes más jóvenes, utilizar algún elemento de fantasía puede ser beneficioso.
Se basa en que el paciente aprenda sobre lo que se realiza en la consulta viendo que otros niños realizan conductas apropiadas.
El envejecimiento es un conjunto de cambios biológicos y psicológicos que aparecen como consecuencia del paso del tiempo.
Existen dos factores principales que influyen en el tratamiento de pacientes con discapacidad física o psíquica:
Debido a malformaciones congénitas, dietas inadecuadas o medicación, y bruxismo.
A causa de las limitaciones en la coordinación motora.
Las patologías orales más frecuentes en estos pacientes son: gingivitis, periodontitis, caries y traumatismos dentales.
En ocasiones, el profesional prescribe fármacos para que el paciente esté más relajado y tranquilo, reduciendo la tensión psicológica. Otras veces, se deriva a algunos pacientes para su sedación o anestesia general:
Mínima depresión del nivel de conciencia, donde el paciente es capaz de responder a estímulos físicos y verbales.
El grado de depresión del nivel de conciencia es alto. Se induce mediante fármacos.
Se produce una pérdida total de conciencia. Requiere la presencia de un anestesiólogo.
Angle eligió los molares superiores como punto de referencia, y no los molares inferiores, para valorar la relación con el resto de los dientes. Esto se debe a que los molares superiores están dentro del macizo facial, mientras que los molares inferiores dependen del hueso de la mandíbula, que puede modificarse por alteraciones de la ATM e inducir a error.
Se apoya en la relación de los primeros molares permanentes entre sí:
La cúspide mesiovestibular del primer molar superior coincide con el surco vestibular del primer molar inferior.
La cúspide mesiovestibular del primer molar superior está adelantada (ocluye mesialmente) con respecto al surco vestibular del primer molar inferior.
La cúspide mesiovestibular del primer molar superior está retrasada (ocluye distalmente) con respecto al surco vestibular del primer molar inferior.
Los caninos pueden utilizarse como sistema de clasificación dentaria de la siguiente manera:
La cúspide del canino superior ocluye en el espacio interdentario entre el canino y el primer premolar inferior.
La cúspide del canino superior ocluye hacia mesial del espacio interdentario entre el canino y el primer premolar inferior.
La cúspide del canino superior ocluye hacia distal del espacio interdentario entre el canino y el primer premolar inferior.
Puede afectar a un solo diente o a un grupo de dientes. Se clasifica en: anterior (los inferiores sobresalen con respecto a los superiores) y posterior (los superiores sobresalen con respecto a los inferiores).
Cuando en posición de máxima intercuspidación, no existe contacto entre las superficies oclusales de los dientes anteriores o posteriores.
Contactos anómalos entre dientes de arcadas opuestas, o entre piezas superiores e inferiores del mismo lado.
Es la relación horizontal que existe entre los incisivos superiores e inferiores en máxima intercuspidación.
Es la relación vertical que existe entre los incisivos superiores e inferiores en máxima intercuspidación, siendo normal que sea de unos 2 mm.
Para Angle, los primeros molares son los dientes clave de la oclusión. La llave de la oclusión se refiere a la relación del molar superior con respecto al molar inferior (específicamente, las cúspides mesiopalatinas de los molares superiores ocluyen en la fosa central de los primeros molares inferiores).
La oclusión esquelética se refiere a la relación del maxilar con la mandíbula:
El maxilar y la mandíbula se encuentran en una relación normal entre sí.
La mandíbula está retruida en relación con el maxilar. Puede ser una retrusión de la mandíbula, una protrusión del maxilar o una combinación de ambas.
La mandíbula está protruida en relación con el maxilar. Puede ser una protrusión de la mandíbula, una retrusión del maxilar o una combinación de ambas.