Portada » Medicina y Salud » Clasificación Clínica Detallada de Tumefacciones, Quistes y Lesiones de la Cavidad Oral
Ambos se deben a una reacción excesiva ante un estímulo irritante. Son comunes en embarazadas. La diferencia solo se observa en radiografías. Clínicamente, se presentan de color rojo azulado y pueden aparecer en la lengua, la encía (gingiva) y/o la mucosa.
Lesión de color rojo-azulada o amarillenta, causada por una infección dental. Se observa en el ápice del diente afectado. El tratamiento consiste en drenar el absceso y realizar el tratamiento periodontal correspondiente.
Lesión pediculada o sésil, de color similar al tejido circundante. Posee una consistencia firme y puede provocar erosión del hueso. Contiene abundante colágeno y se debe a reacciones irritantes y/o traumatismos.
Nódulo óseo cubierto por mucosa intacta. Es común, aunque su causa es desconocida. Solo se retira si interfiere con la colocación de prótesis. Presenta consistencia sólida y la mucosa que lo recubre es de apariencia normal.
Nódulos pequeños, prominentes, amarillos o rosados. Son múltiples en lactantes y solitarios en adultos. Se deben a un enquistamiento de la lámina dental.
Saco rojo azulado, ubicado sobre la corona de un diente en erupción, lleno de líquido o sangre. Es asintomático.
Se encuentra unida a la encía, presenta el mismo color que esta y tiene consistencia firme. No hay sangrado y no se debe necesariamente a una mala higiene bucal.
Masa prominente, fluctuante, blanquecina o rosada. Aparece en el labio, paladar, piso de la boca y mejilla. Es más común en adultos mayores.
Masa prominente, móvil, azul-blanquecina, causada por el bloqueo de un conducto de la glándula salival. El tratamiento suele ser la extracción de la glándula salival afectada.
Masa asintomática, de color normal. Se palpa con consistencia pastosa. Su causa es desconocida y el tratamiento es la extirpación quirúrgica.
Nódulos asintomáticos, de color rosa amarillento. Se considera un defecto del desarrollo.
Masa solitaria de consistencia firme. Puede ser maligno, causando dolor, parestesia y ulceración. Se localiza en el paladar, lengua, labio superior y mucosa bucal.
Nódulo firme y asintomático, cubierto por epitelio, excepto cuando hay traumatismo secundario. Su causa principal son los traumatismos crónicos.
Nódulo de color azul. Si es profundo, puede ser doloroso. Se localiza en el labio inferior, mucosa o piso de la boca. Es común en adolescentes y niños.
Común en áreas donde hay traumatismos. Es un nódulo simple del color del área circundante y existen varios tamaños.
Causa desconocida. Es una tumefacción indolora del color de la mucosa o un poco más clara. No es maligno y puede ser recurrente.
Múltiples nódulos pequeños en labios y mucosa. Se observan de color blanco rosado.
Nódulos blandos, simples o múltiples, cubiertos por epitelio de color igual o más claro que la mucosa. Pueden aparecer en cualquier localización.
Masa nodular en la base de la lengua (cerca de la garganta). Puede causar disfagia. Es común en adultos y presenta un color rojo-rosa.
Tumefacción dolorosa, fluctuante y roja-rosada. Es una extensión de un absceso periapical. El tratamiento incluye drenaje, endodoncia y/o antibiótico.
Tumefacción asintomática, esponjosa o firme. Puede perforar el paladar en etapas avanzadas. Presenta color rojo-blanco. Se relaciona con pacientes con SIDA y aparece en cualquier parte del paladar.
Tumefacción en el paladar con o sin ulceración. Puede causar movilidad dental y mala oclusión. Puede ser benigna o maligna y afecta a cualquier edad. El tratamiento puede ser resección o radiación.
Zona radiolúcida bien definida en el ápice del diente. Causa necrosis pulpar o inflamación.
Zona radiolúcida que contiene un diente no erupcionado en su interior, cubriendo la corona del diente.
Común en el área del canino y la región retromolar en adultos. Es un área radiolúcida en forma de pera que comienza en el tercio cervical y se extiende al tercio apical.
Lesiones congénitas, benignas, con las que se nace.
Área radiolúcida bien definida, multilocular o unilocular. Aparece en el área retromolar y la rama mandibular. Es común en adultos.
Zona radiolúcida bien definida que se observa con aspecto de burbujas (unilocular). Es recurrente y aparece en la mandíbula.
Predilección por el área retromolar y el maxilar, y posteriormente en la encía. Zona radiolúcida bien definida que puede presentar focos opacos.
Se localiza en el maxilar, entre las raíces del canino y los incisivos laterales. Zona radiolúcida oval o en forma de pera.
Lateral a la línea media en el labio superior. Zona radiolúcida o ligeramente radio-opaca bien definida.
Se localiza en la línea media de la mandíbula.
Se encuentra en el conducto nasopalatino o la papila. Zona radiolúcida bien definida en la línea media, con forma oval o de corazón. Puede presentar dolor.
Afecta ambos maxilares, huesos largos y vértebras. Zona radiolúcida bien definida con aspecto de panal de abejas o burbujas. Es una lesión llena de sangre.
Predilección por la mandíbula. Zona radiolúcida bien definida que se extiende hasta las raíces dentales. Representa un espacio muerto en el hueso.
Neoplasia benigna que destruye hueso, mueve dientes y puede fracturar la mandíbula. Predilección por la mandíbula. Es asintomático y más común en el sexo femenino.
Neoplasia benigna que aparece en cualquier área de los maxilares. Clínicamente es similar a otras lesiones, diferenciándose por su histología.
Asintomático y bien delimitado. Compuesto por tejido fibroso con tejido similar al hueso o cemento. Se relaciona con inflamación, exodoncia o traumatismos. Común entre los 40 y 50 años, crece por expansión local.
Puede aparecer en cualquier parte, sobre todo en la zona anterior de la mandíbula y el maxilar. Puede bloquear la erupción de un diente.
Afecta la mandíbula a nivel del primer molar, creciendo posteriormente. Se asocia con un diente impactado o deciduo. Es asintomático. La lesión se retira junto con el diente afectado.
Se considera una reacción reactiva. Afecta a dientes vitales y puede involucrar uno o cuatro cuadrantes.