Portada » Arte » Civilizaciones Antiguas: Arquitectura, Arte y Sociedad de Mesopotamia y Egipto
La Ciudadela de Erbil, situada en el Kurdistán iraquí, es notable por ser considerada la ciudad habitada continuamente más antigua del mundo, con evidencia de ocupación desde el 5000 a.C. En este contexto, surgieron las cubiertas jardín.
De sus características morfo-biológicas, podemos aprender que estas cubiertas, al ser de material natural, orgánico y de adobe, permitían la vegetación. Presentaban una ligera inclinación que favorecía la acumulación de sedimentos y estaban protegidas por un peto que impedía que las semillas se volaran. La sombra generada contribuía a mantener la tierra humedecida, facilitando el crecimiento de la flora.
Un ejemplo contemporáneo de cubierta verde o espacio elevado ajardinado es el High Line Elevated Park en Nueva York (2009-2014).
Este concepto se refiere a una representación de deidad antropomorfa de la cultura sumeria, datada entre los años 2750-2700 a.C. Fue descubierta en 1930 en Tell Asmar (Iraq), formando parte de un conjunto de figuras halladas entre las ruinas del templo consagrado a Abu, Dios de la vegetación. Dada su mayor detalle y tamaño, es probable que esta figura represente a dicha deidad.
La abstracción de la figura humana a formas redondeadas y cilíndricas buscaba trascender los detalles del mundo real para acercarse a lo metafísico. En estas esculturas, los ojos suelen ser desproporcionados respecto al tamaño general de la estatua y, a menudo, albergaban incrustaciones de concha o lapislázuli.
Esta desproporción se ha interpretado como la equivalencia entre el poder del conocimiento y el poder divino. Simboliza la toma de conciencia humana sobre la inteligencia, la observación, la inocencia y el aprendizaje como caminos hacia la razón.
Artistas contemporáneos de principios del siglo XX, como Paul Klee (Máscara azul, 1938) y Pablo Picasso (Retrato de Dora Maar, 1937), exploraron estas relaciones formales y simbólicas, caracterizando a sus personajes con grandes ojos que evocaban ese poder mágico e hipnótico de la mirada.
El Zigurat de Ur es un imponente templo enclavado junto a las ruinas de la antigua ciudad sumeria de Ur, en el actual Irak. Fue erigido como lugar de culto al dios Nanna («luna» en sumerio) durante el período de El Obeid. Posteriormente, fue reconstruido en el siglo XXI a.C. por el rey Ur-Nammu. Aunque fue destruido por los elamitas, el rey Nabucodonosor II de Babilonia ordenó su reconstrucción.
Las ciudades sumerias se desarrollaban alrededor de estos zigurats, y en ellos, los gobernadores (patesi) realizaban ritos sagrados. Este tipo de construcción es emblemático de la cultura mesopotámica y babilónica.
La organización social del Antiguo Egipto se caracterizaba por una fuerte jerarquía con clases poco permeables y altamente interdependientes, estructurada como una pirámide social:
Las esfinges y crioesfinges son nombres helenizados que designan a bestias míticas de la cultura del Antiguo Egipto. Estas figuras resultan de la combinación de cuerpos humanos y animales, o de diferentes animales, y eran representadas en pinturas, relieves, esculturas y esculturas monumentales.
Las esfinges se caracterizan por la combinación de un león recostado con cabeza humana, en algunos casos de aspecto femenino. Un ejemplo icónico es la Gran Esfinge de Guiza, que representa al faraón Kefrén. Su cuerpo de león simboliza el poder y la fuerza física, mientras que la cabeza humana representa la conciencia y la inteligencia.
Las crioesfinges, por su parte, sustituyen la cabeza humana por la de un carnero. Se utilizaban flanqueando en grupo el Dromos (paseos centrales de acceso a los templos), como se observa en el Dromos del Templo de Amón en Karnak, que conectaba con el embarcadero del Nilo.
La pintura egipcia estaba intrínsecamente ligada a funciones de representación religiosa y simbólica. A menudo, no poseía una existencia autónoma, ya que se utilizaba para policromar bajorrelieves, compartiendo así muchas de sus características. Frecuentemente, iba acompañada de jeroglíficos.
Como características exclusivas de la pintura, se observa un mayor movimiento y dinamismo en figuras y composiciones en comparación con los bajorrelieves, así como un cierto naturalismo y elegancia en su tratamiento. Ejemplos notables son las Ocas de Meidum y el Banquete fúnebre de la Tumba de Nakht (Dinastía XVIII).
La pintura al fresco fue una técnica importante y casi exclusiva para la decoración de los hipogeos del Imperio Nuevo. Asimismo, la decoración pictórica de papiros es muy característica, a menudo ilustrando escenas de El Libro de los Muertos.