Portada » Otras materias » Gestión Integral de Praderas: Normativa, Curvas de Crecimiento y Mejoramiento Forrajero
Existen dos normas principales que regulan la gestión de purines, emitidas por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS):
La pradera es una comunidad de plantas establecida para cumplir un objetivo específico, determinado por factores como el tipo de ganado, las condiciones del suelo, el clima y el modelo de negocio.
Las tasas de crecimiento dependen de la zona climática y la altura del pasto. Tasas de crecimiento típicas (kg MS/ha/día):
Rezago: Periodo de descanso que se debe permitir a la pradera.
La planificación de potreros debe considerar:
La calidad de la pradera se evalúa por:
La comunidad de plantas ideal incluye:
Nota: Las ballicas son las únicas que cumplen con muchas de estas categorías. A mayor altura y porte de la ballica, menor cantidad de macollos presenta.
Las ballicas se agrupan según su longevidad:
Considerada la reina de las forrajeras.
Especies similares como la achicoria tienen baja persistencia (2 años) y no se adaptan bien al pastoreo.
El manejo otoñal y primaveral es similar al del trébol rosado.
Un drenaje deficiente provoca:
Comparativa de días sin pastoreo:
La napa debe controlarse a unos 40 cm de profundidad, cerca de la zona radicular. Un suelo drenado y fertilizado puede producir 4000 kg MS/ha/mes.
Situación en suelos ñadis: Se utiliza canal colector y arado topo.
Para drenar un suelo ñadi se requiere la participación del Estado de Chile para establecer una foto matriz donde evacuar el agua.
Cuando el suelo superficial está seco y el perfil húmedo (en esta zona, diciembre-enero, verano), asegurando que quede sin agua por 2 a 3 meses.
La dirección del topo depende de la topografía del potrero. Una inclinación muy derecha provoca mayor velocidad del agua y mayor erosión.
Se debe dejar un mínimo de 7 cm (un puño) de largo para obtener un mejor repunte del forraje.
Existen 3 métodos principales:
Es el método más lento. Consiste en aplicar fertilizantes a la pradera existente sin roturar el suelo, iniciando el mejoramiento desde esa situación.
Se tienen dos alternativas para regenerar:
PRECAUCIÓN:
El mejoramiento mediante cultivo y siembra (cambio total de la pradera) se realiza principalmente cuando:
Aunque la pradera es el recurso más económico, su variada calidad y cantidad complica la nutrición animal, requiriendo ajustes permanentes en la ración.
El IAF se refiere a la superficie total de hojas de una planta en un metro cuadrado (ej. el trébol puede tener 3 m² de hojas en 1 m² de suelo). Toda la tecnología de manejo se basa en este concepto.
El IAF Óptimo se da cuando la intersección de la luz solar es del 95%. Sin embargo, a este nivel hay muchas hojas basales muertas, por lo que la cosecha de forraje no es la mejor.
La mayor cantidad de cosecha se logra con un IAF intermedio, ya que se cosechan la mayor cantidad de hojas verdes.
Debido a la dificultad de medir el IAF directamente, se utilizan formas indirectas, como la materia seca por hectárea (kg MS):
