Portada » Música » Evolución y Características Fundamentales del Folklore Argentino
En la década de 1950 se produjo el llamado «Boom del Folklore», un fenómeno de difusión masiva y auge del gusto por la música popular de raíz folklórica. Este auge obedeció a múltiples causas:
Adicionalmente, ayudó «La Ley del Número Vivo» en 1953, que ordenaba incluir artistas en vivo en las funciones cinematográficas, promoviendo una explosión de artistas y grupos folklóricos.
Posteriormente, en los años ’70, el boom se amplificó con la aparición del Festival de Cosquín y el Festival de Jesús María.
Un grupo de músicos radicados en Mendoza, encabezados por Mercedes Sosa, Armando Tejeda Gómez y Oscar Matus, lanzaron el Movimiento del Nuevo Cancionero. Este movimiento reivindicó figuras del folklore argentino que habían permanecido marginadas, como Atahualpa Yupanqui y Buenaventura Luna, propuso terminar con el enfrentamiento Tango-Folklore, y buscó diseñar un cancionero «nacional» abierto a todos los estilos.
El Movimiento del Nuevo Cancionero renovó completamente la canción argentina, abriendo campo a lo que se denominaría Música Popular Argentina (MPA), un concepto creado con el fin de superar la antinomia Folklore-Tango. El nuevo cancionero se proyectó también como un movimiento musical latinoamericano.
En la segunda mitad del siglo XIX aparece, en el nordeste, el chamamé (aunque recién adquirió este nombre en los años ’30). Es el resultado de la fusión de ritmos que traían consigo los inmigrantes alemanes —principalmente la Polka y el Schottisch— con los ritmos ancestrales de la región, provenientes de la cultura indígena guaraní y de las tradiciones afro-rioplatenses.
El chamamé y la polca paraguaya estructurarían la música litoraleña, constituyendo una de las grandes ramas de la música folklórica argentina.
Rome define el Criollismo como un movimiento cultural conformado a fines del siglo XIX. Este movimiento construyó el primer mito folklórico al postular que el gaucho pampeano, descrito e idealizado en la literatura, representaba lo más auténtico de nuestra nacionalidad.
Al igual que en el nacionalismo romántico europeo, el criollismo comenzó a naturalizar la idea de que la identidad cultural, auténtica y pura, residía en los ámbitos rurales. Los exponentes y textos más importantes que se vieron fueron «Martín Fierro» de José Hernández y «Juan Moreira» de L. Gutiérrez.
Las danzas se clasifican según la interacción de los bailarines:
Las principales regiones folklóricas son: Litoral, Central y Pampeana, y NOA (Noroeste Argentino).
Incluye: Sur de Tucumán, La Rioja, Santiago del Estero, Córdoba.
Presenta influencias musicales españolas y africanas, y conservación del idioma quechua (aborigen). La música de esta región se orienta fundamentalmente a la danza (ej. la chacarera en Santiago del Estero). Los instrumentos predominantes son el violín criollo, bombo, guitarra y caja. La chacarera es la danza fundamental, aunque también se encuentran la zamba, gato y escondido. Algunos de sus representantes son los hermanos Ábalos, Carabajal y Horacio Benegas, entre otros.
Incluye: Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, Misiones, Chaco, Formosa.
Es la región folklórica con las influencias musicales más variadas (española, polaco-alemana, afro-brasileña, aborigen y paraguaya). Sus ritmos son considerados de los más «jóvenes» de Argentina, con registros que se remontan a comienzos del siglo XX. Se caracteriza por la presencia de instrumentos europeos (acordeón, arpa), a diferencia de otras regiones con instrumentos autóctonos. Sus formas musicales predominantes son el chamamé, polca paraguaya y galopa.
Instrumentos predominantes: guitarra, acordeón, arpa, ocarina. Sus celebraciones religiosas más importantes incluyen el carnaval (influencia brasilera), San Baltazar, Nuestra Señora de Itatí y San Juan; son creyentes del Gauchito Gil.
Artistas reconocidos: Tarrago Ros, Teresa Parodi, León Gieco. Sus músicas y danzas incluyen la polca, vals, chamamé, ranchera y rasguido doble (estilo musical y danza de influencia afroamericana creada en 1940, distinto del chamamé).
Incluye: Jujuy, Salta, Catamarca, Tucumán, norte de La Rioja.
Es la región folklórica con la mayor cantidad de instrumentos autóctonos, principalmente aerófonos como sikus y quenas. La música posee dos caracteres opuestos: tristes, como la baguala, y alegres, como el carnavalito. Tienen una fuerte influencia aborigen, española, afro, boliviana y peruana.
Instrumentos musicales: charango, quena, sikus, erke, anatas, caja, bombo, guitarra y erkencho. Celebraciones importantes: las del carnaval (desentierro y entierro del diablo), chaya, cultos a la Pachamama. Formas musicales predominantes: carnavalito, baguala, vidala y tonada.
