Portada » Arte » Arte Prerrománico en Europa: Estilos Visigodo, Asturiano, Mozárabe y Carolingio
Este periodo artístico se desarrolla entre los siglos V y X.
La Caída del Imperio Romano de Occidente y el dominio político de los pueblos bárbaros o germánicos supuso el choque de dos culturas y conceptos artísticos:
Este arte abstracto es propio e inseparable del nomadismo, siendo un arte móvil, especialmente decorativo, aplicado al tejido, al metal (orfebrería) y al cuero. La superioridad cultural romana fue más notable durante los primeros siglos, especialmente en el área de la arquitectura, ya que los pueblos bárbaros carecían de ella por su naturaleza nómada.
No será hasta el siglo VII cuando ambas corrientes (romano-mediterránea y germánica) se fundan para crear verdaderos estilos artísticos prerrománicos. El término “prerrománico” abarca artes tan distintas como el ostrogodo, el irlandés, el anglosajón, el merovingio, el carolingio, el otoniano, el visigótico, el asturiano, etc.
En España, los visigodos estaban asentados anteriormente y sus manifestaciones artísticas de carácter arquitectónico no se producen plenamente hasta entrado el siglo VII. Es un arte de carácter religioso. Las construcciones se localizan en la mitad superior de la península y en zonas rurales, algunas con paisajes idílicos. En España el arte prerrománico abarca tres estilos relacionados entre sí, pero con distintos matices: el arte visigodo, el arte asturiano y el arte mozárabe. Las escasas obras conservadas y sus reconstrucciones posteriores hacen muy difícil establecer su datación estilística precisa.
Los edificios se construyen mediante perfecta sillería, con aparejo de soga y tizón. Emplean la bóveda de medio cañón y el arco de herradura. El espacio de los templos está muy dividido y se emplea gran variedad de plantas, algunas de tipo basilical, otras de cruz griega o combinación de ambas. La decoración de los muros es rica en frisos a base de elementos geométricos o florales repetitivos.
Presenta tejado a dos aguas y utiliza arcos de herradura. La espadaña es posterior. Las reconstrucciones sugieren que se realizó encima de un edificio anterior, quizás una villa romana, y que poseía más naves de las que tiene actualmente, además de ábsides laterales en dichas naves.
Es un arte que se da en el siglo X y comienzos del XI en los antiguos territorios de Castilla y León. Proviene fundamentalmente del mundo islámico de Córdoba, y fue desarrollado por los cristianos en territorio musulmán (los mozárabes) que se asentaron en tierras repobladas tras la Reconquista, por eso también se denomina “Arte de la Repoblación”.
Este arte muestra un gran dominio de la técnica en la construcción, empleando principalmente sillería a soga y tizón. Se caracteriza por la ausencia o sobriedad de la decoración exterior y la diversidad en las plantas. Usaban el arco de herradura al estilo islámico califal, muy cerrado, y la columna como soporte, coronada por un capitel corintio decorado con elementos vegetales. De los aleros sobresalen modillones de lóbulos.
Es un edificio singular, destacando su extraña forma interior, con una columna central llamada palmeral. Posee una pequeña cámara con bóveda propia donde se dice que vivía un ermitaño; dicha cámara es anterior a la iglesia, pues esta se construyó para un culto exterior. La “palmera” está hecha a base de arcos califales y, en su momento, tuvo ricas pinturas, expoliadas por EE. UU. en 1920.
En la palmera central existe un pequeño hueco, un receptáculo al que se accede por una pequeña puerta, donde se cree que se introducían los objetos de valor de los monjes, o que los monjes más importantes realizaban pequeños “sacrificios”, permaneciendo en esos pequeños lugares durante días como eremitas. En la doble altura se situaba el coro y justo debajo de la iglesia se encuentran una serie de túneles y cuevas que servían de salida en caso de ataque, debido a que fue construida en época de Reconquista.
Al principio debió ser una pobre imitación del arte visigodo, pero muy pronto se manifiesta con nuevos y originales elementos importados de Oriente o Lombardía, lo que lo hace precursor del románico. Se nota su deseo de copiar al reino visigodo de Toledo del que se sentían herederos.
Es un espacio tremendamente abierto y amplio, algo curioso en una zona tan fría. El interior tiene una bóveda a la romana, mediante arcos fajones. Es curiosa también la escalera, que se cree que era ceremonial. La planta baja consta de un amplio cuerpo central flanqueado por dos cámaras laterales con cubierta de madera. En los lados menores, la fachada se estructura en tres pisos, correspondiendo el central a la planta noble, cuyos miradores quedan abiertos al exterior mediante tres arcos de medio punto peraltados.
Tiene una forma curiosamente deformada. Es imposible saber cómo era el edificio en su momento. Dado que los monarcas asturianos querían ser herederos de los visigodos, hay muchos elementos en esta iglesia que recuerdan al mundo visigodo. Para cubrir en piedra un edificio tan esbelto, se intentó que las bóvedas de cañón fueran perpendiculares entre sí de manera que se sustentaran unas a otras.
La llegada al trono de Carlomagno y la fundación de la dinastía carolingia supusieron un gran renacimiento cultural en gran parte de Occidente, recuperando el ideal del antiguo Imperio Romano.
Las principales aportaciones artísticas al mundo prerrománico carolingio fueron básicamente dos:
El gran avance del Imperio Carolingio reside en que une los conceptos de iglesia y palacio. La capilla tiene planta central con dos plantas coronadas con una cúpula. También se desarrolla un deambulatorio entre los dos polígonos. Es destacable la similitud con San Vital.
Los carolingios son los iniciadores del esquema volumétrico del templo medieval, partiendo del sistema basilical primitivo, pero agregándole una fachada monumental con dos torres verticales (el Westwerk), preludio de la románica. Algunos ejemplos son la abadía de Corvey en Alemania y Saint Michaelis en Hamburgo.
