Portada » Deporte y Educación Física » Técnica y Reglamento del Salto de Altura: El Método Fosbury Flop
Desde principios del siglo XIX, este salto se practicaba tanto en academias militares como en escuelas públicas a modo de ejercicio gimnástico. Al igual que otras modalidades de salto, la técnica ha sufrido una evolución importante, encontrándonos con diferentes tipos de saltos:
En los Juegos Olímpicos de México 1968, el atleta Dick Fosbury alcanzó el récord olímpico con 2,24 metros utilizando una técnica de salto completamente distinta a las anteriores. Pasó el listón de espaldas tras una carrera en curva y una batida, girándose en busca de esa posición y cayendo sobre el dorso del cuerpo. Este salto pronto alcanzó gran popularidad y, actualmente, el rodillo ventral está en descenso en competición, aunque en la didáctica se puede emplear.
Las características principales del saltador de altura son:
Se describirá la técnica del Fosbury Flop, explicando la batida con la pierna izquierda (pierna de salto o impulso) y la derecha como pierna libre.
El objetivo es adquirir una velocidad horizontal óptima que el saltador sea capaz de controlar en el momento de realizar la batida, transformándola en velocidad vertical. Cuanto más elevada es la velocidad horizontal, mayor energía cinética se acumula durante la carrera, resultando, por tanto, mayor la fuerza ejercida durante la batida, acción que determinará más tarde la altura vertical del Centro de Gravedad (C.G.). La carrera tiene una longitud de 16 a 24 metros (aprox.), que equivalen a 8-12 zancadas, precedidas casi siempre por 2-4 pasos ejecutados para romper la inercia.
Podemos diferenciar dos partes en la carrera:
De esta carrera en curva destacamos que durante ella se produce una inclinación de todo el cuerpo hacia el interior para contrarrestar las fuerzas centrífugas. Esta inclinación debe producirse a lo largo del eje longitudinal del saltador y es aproximadamente de 30º. El radio elegido en la curva depende de los parámetros antropométricos, de la velocidad horizontal y del nivel físico-técnico. Un saltador rápido buscará una curva más amplia que uno más potente, que utilizará un radio más pequeño. Como referencia, se aconsejan radios con una longitud de 6-9 metros.
Respecto a la velocidad de carrera, se puede destacar que debe ser progresivamente acelerada con pasos amplios, con cierta inclinación del cuerpo hacia adelante, excepto en las dos últimas zancadas, donde se lleva hacia atrás.
Los pies actúan de forma muy activa en cada impulso y, después de abandonar la pista, avanzan aproximándose a las nalgas. Los apoyos se hacen sobre la zona metatarsiana, excepto en el último (al comienzo de la batida), donde el contacto con el suelo se hace con predominio del talón y se coloca toda la planta del pie.
El saltador debe fijar su visión durante la carrera en el listón. En cuanto a la frecuencia y longitud de las zancadas, podemos destacar que la longitud aumenta de forma progresiva hasta la antepenúltima, disminuyendo en las dos últimas. La frecuencia crecerá progresivamente a lo largo de la carrera.
La batida es el momento fundamental del salto donde se aprovecha la energía cinética adquirida en la carrera de aproximación, convirtiéndola en velocidad vertical.
La pierna de batida es la más alejada de la colchoneta (la externa), mientras que si se salta a rodillo ventral, la pierna de batida es la interior (la más cercana a la colchoneta).
La pierna de impulso o de batida, que ha llegado prácticamente extendida (sin rigidez), se flexiona ligeramente para extenderse completamente y con potencia. El saltador realiza un giro con el pie de batida llevando el talón hacia la colchoneta.
La pierna libre, que en el momento de la llegada al suelo se encuentra doblada, es llevada con rapidez delante-arriba-dentro, mientras el talón pasa cerca de las nalgas.
El despegue de espaldas viene producido no solo por la acción rotativa de la pierna libre, sino también por el mencionado giro del pie en la batida.
Los brazos, que van retrasados y casi extendidos al comienzo de la batida, se llevan delante-arriba, doblándose gradualmente para encontrarse en el momento del despegue con una flexión aprox. de 90º y con las manos un poco por encima de la cara del saltador.
Una vez que el pie de salto abandona el suelo, el saltador inicia su trayectoria aérea ascendente, girando para colocarse de espaldas al listón. El saltador supera el listón primero con la cabeza, el hombro y el brazo derecho. A la vez, se produce una flexión dorsolumbar que permite adoptar una posición arqueada o de puente.
Una vez que las caderas han rebasado el listón, el saltador deshace el arqueo con un movimiento en sentido contrario que hace descender las nalgas y elevar las piernas.
Los brazos pueden actuar de dos maneras durante el vuelo:
La caída se produce sobre la espalda y los brazos, que se apoyarán a los lados del cuerpo para aumentar la superficie de recepción, evitando así un posible riesgo de lesiones.
Un competidor falla (salto nulo) si:
Después de 3 nulos consecutivos, cualquiera que fuera la altura en que se hubieran producido, el concursante no puede seguir ejecutando más saltos, excepto en caso de empate por el primer puesto.
El objeto de esta regla es que ningún concursante pueda renunciar a su segundo o tercer intento en una altura determinada y continuar saltando a otra. Si un competidor renuncia a un intento a cierta altura, no puede efectuar ningún intento posterior, excepto en el caso de empate por el primer puesto.
La longitud mínima de la zona de toma de impulso deberá ser de 15 metros, excepto en las competiciones de los J.J.O.O., campeonatos mundiales, copas del mundo, entre otras, que será de 20 metros.
No deberá medir menos de 5 metros de largo por 3 metros de ancho.
