Portada » Lengua y literatura » Fahrenheit 451: Distopía, Censura y el Contexto Histórico de Ray Bradbury
Narran sucesos haciendo hincapié en desarrollar un asunto en profundidad. Incluyen opiniones sobre los hechos relatados.
El reportaje relata sucesos de una manera más amplia que la noticia. La temática es variada, relacionada con hechos recientes o temas de actualidad. Debe ser de interés, utilizando un lenguaje accesible y apropiado para la temática y el público al que va dirigido. El periodista se documenta previamente, recoge opiniones de profesionales y, al mismo tiempo, deja deslizar sus propias opiniones.
La ciencia ficción es un género literario que aborda las problemáticas del futuro. Sus relatos presentan historias que modifican el mundo tal como lo conocemos. Se la define como “un relato del futuro en pasado”, ya que imagina el porvenir teniendo en cuenta el presente.
Los personajes que encontramos en estos relatos se dividen en dos polos:
La vida humana se sitúa en el medio, relacionándose con estos seres de un “futuro posible”.
El verosímil en la Ciencia Ficción (C.F.) se establece cuando aparece un hecho extraordinario y, a diferencia del género fantástico, este es explicado mediante fundamentos científicos.
En Fahrenheit 451, Ray Bradbury creó un mundo distópico donde la lectura conducía a la infelicidad y los bomberos se dedicaban a la quema de libros.
Bradbury eligió temas como la memoria y la distopía debido a varios acontecimientos que lo marcaron. Uno de ellos fue el Holocausto, donde, además de asesinar, los nazis quemaron bibliotecas judías. Incluso en un campo de concentración habilitado para niños, estos mantenían bibliotecas clandestinas y relatos que circulaban oralmente. Con esto, Bradbury buscaba recuperar valores fundamentales para contagiar la alegría, la creencia en el milagro y el gusto por las letras.
Durante la Guerra Fría, en EE. UU., hubo un período conocido como Macartismo. El senador Joseph McCarthy afirmaba que había infiltrados entre las dos posturas (comunistas y capitalistas). Lideró una campaña anticomunista donde se perseguía a los “infiltrados”. McCarthy utilizaba los medios, comentando sus acusaciones a los diarios para obtener cobertura. También hubo una masificación de la televisión que transmitía en vivo las acusaciones de este senador.
Ray Bradbury cuenta que en 1950 un policía de Los Ángeles lo detuvo mientras caminaba con un amigo, sospechando de su comportamiento solo por pasear de noche. Molesto por la situación, Bradbury escribió un cuento llamado “El peatón”, donde critica una sociedad que ve extraño que alguien simplemente camine.
Semanas después, mientras paseaba con su hija, conoció a una joven llamada Clarisse McClellan, personaje que luego sería importante en su novela. Más tarde escribió otro cuento llamado “El bombero”, el primer borrador de lo que terminaría siendo Fahrenheit 451.
Recuerda que muchas ideas de sus cuentos estaban conectadas sin que él lo notara al principio, y que con el tiempo esas historias fueron construyendo su novela. También escribió otros cuentos como “Usher II”, donde defiende la imaginación frente a la censura.
Con los años, Bradbury reunió personajes de sus distintos textos —Montag, Clarisse, Beatty y Faber— y dejó que su inconsciente los uniera hasta formar la versión final de Fahrenheit 451. Agradece que nunca intentó “analizar” sus historias mientras las escribía, porque eso habría frenado la creatividad.
Luego aconseja a lectores y estudiantes no sobreanalizar las metáforas, sino disfrutarlas y dejar que cada lector encuentre sus propios significados. Dice que esta introducción debería animar a los lectores a pensar qué libros amarían y conservarían si estos fueran prohibidos.
Finalmente, afirma que espera que sus lectores recuerden Fahrenheit 451 porque les dice algo verdadero y profundo sobre ellos mismos.
