Portada » Griego » Tesoros del Mundo Antiguo: 5 Obras Maestras de Egipto y Mesopotamia
La Paleta de Narmer es una placa de pizarra tallada con bajorrelieves, descubierta en 1898 por Quibell y Green en el templo de Horus de Hieracómpolis. Actualmente, se encuentra depositada en el Museo Egipcio de El Cairo. Existen diferentes interpretaciones sobre su posible significado, tanto políticas como religiosas.
Se trata de una paleta confeccionada en esquisto verde, de 64 cm de altura y 45 cm de ancho, cuya función primitiva era servir de soporte para los pigmentos, cremas y aceites que se aplicaban en el cuerpo. Sin embargo, es muy común encontrarlas en los ajuares funerarios o como ofrendas en los templos. Ambas caras tienen grabadas en la parte superior dos cabezas de vaca, símbolo de la diosa Bat, y entre ellas se encuentra el serej, precedente de los cartuchos, con el nombre de Narmer.
En él figura el rey Narmer, representado a gran tamaño con la Corona Blanca del Alto Egipto, lo que indica la preeminencia del Alto sobre el Bajo Egipto. Aparece golpeando a uno de los extranjeros, identificados por su cabello rizado y barba. Esta figura se usaba tradicionalmente para representar a libios y asiáticos, pero es posible que Narmer considerara extranjeros a los habitantes del Delta, ya que la unificación fue una conquista por la fuerza. De ser así, la paleta representaría su victoria tanto sobre los habitantes del delta occidental como sobre los beduinos del Sinaí. El dios Horus, símbolo de la divinidad del rey, se posa sobre unos papiros (símbolos del Bajo Egipto), lo que refuerza la idea de la conquista del Delta. Debajo, se observan más enemigos de pelo rizado abatidos y, junto a sus hombros, la representación simbólica de dos ciudades amuralladas conquistadas.
En la franja superior, aparece el faraón con la Corona Roja, símbolo del dominio sobre el Bajo Egipto, aunque esta corona también fue usada en la ciudad sureña de Naqada. Se encuentra acompañado de su séquito ante dos filas de enemigos decapitados. En la parte baja, están representados dos animales fantásticos cuyos largos cuellos se entrelazan; el egiptólogo Gardiner opina que es una representación de la unión de las Dos Tierras bajo un solo rey. En la parte inferior, el rey vuelve a aparecer, esta vez simbolizado por un toro que aplasta a sus enemigos y sus ciudades amuralladas. La imagen del faraón golpeando a sus enemigos con una maza se puede encontrar en bajorrelieves a lo largo de toda la historia del Antiguo Egipto, incluso en representaciones de faraones de los que se desconoce su intervención en batallas. Se cree que la paleta representa una batalla por el control del Delta, probablemente en manos de los libios, que pudo ser el final de una guerra de varias generaciones.
El motivo central de este pectoral de oro es un escarabajo de calcedonia translúcida de color amarillo verdoso, que sirve como cuerpo de un halcón con las alas extendidas. Las patas del halcón están ejecutadas en oro. En sus garras sostiene el jeroglífico shen, un lirio abierto, una flor de loto y yemas. Bordeando este motivo, a cada lado, hay una cobra con el disco del sol en su cabeza y una larga cola que se eleva, formando un marco exterior en la parte superior de las alas del halcón. Una banda de color azul y rojo se extiende desde los discos de una cobra a la otra, por debajo del escarabajo alado.
En el simbolismo egipcio, el dios sol podía ser representado como un escarabajo y como un halcón. La combinación de símbolos era común en la iconografía egipcia y servía para indicar cómo dos concepciones originalmente separadas se habían fusionado con el tiempo. El diseñador de este pectoral, tras producir un doble símbolo del sol, repite la técnica, aunque de forma menos eficaz, en el caso de la luna. Por encima del escarabajo alado, con el apoyo de sus patas delanteras y las puntas de sus alas, hay una barca de oro con incrustaciones de turquesa. El disco está hecho de una amalgama de plata y sobre su superficie se aplican pequeñas figuras de oro que representan a Thoth, al rey y a Ra-Harakhty.
A modo de franja en la base del pectoral, se aprecian flores de loto azules, yemas, flores de papiro y capullos de amapola, todos separados en el punto donde se unen sus tallos. Este pectoral tiene incrustaciones de:
El rey de Babilonia, Hammurabi, consideró que el conjunto de leyes de su territorio debía escribirse para complacer a sus dioses. A diferencia de muchos reyes anteriores y contemporáneos, no se consideraba emparentado con ninguna deidad, aunque él mismo se autodenominaba «el favorito de las diosas».
El Código de Hammurabi fue tallado en un bloque de basalto de unos 2,50 m de altura por 1,90 m de base y colocado en el templo de Sippar. Asimismo, se colocaron otros ejemplares similares a lo largo y ancho del reino. El objetivo de este código era homogeneizar jurídicamente el reino de Hammurabi. Al dotar a todas las partes del reino de una legislación común, se podía controlar el conjunto con mayor facilidad.
La estela de diorita, de 2,25 metros de altura, presenta en su zona superior a Hammurabi representado en bajorrelieve, de pie, delante del dios del Sol de Mesopotamia, Shamash, la deidad principal de la ciudad sumeria de Larsa. Debajo aparecen, inscritas en caracteres cuneiformes acadios, las leyes que regían la vida cotidiana. Estas leyes están escritas en babilonio antiguo y fijan diversas reglas de la vida cotidiana.
Esta pequeña estela en relieve, probablemente utilizada como altar doméstico, ofrece una rara oportunidad de observar una escena íntima de la vida privada del rey y la reina. Está realizada en piedra caliza, tiene una altura de 32,5 cm, pertenece a la Dinastía XVIII y fue hallada en la zona de Amarna.
Akenatón y Nefertiti aparecen con tres de sus hijas. Mientras las niñas se muestran alegres y son acariciadas por sus padres, el dios Atón, en el centro de la escena, evidencia la religión monoteísta del período amarniense. El dios se representa como un disco solar cuyos rayos terminan en manos que ofrecen el signo ankh (símbolo de la vida) a la pareja real y a sus hijas. Según esta creencia, solo a través de la intercesión de Nefertiti y Akenatón podía el pueblo participar de la salvación divina.
Las características físicas que se aprecian en la escena, como caderas anchas, rostros y piernas alargadas, son típicas del arte del período amarniense. Actualmente, se expone en el Museo de Berlín.
La Máscara de Sargón data del año 2250 a. C. y fue elaborada en la época del Imperio acadio, un gran reino de Mesopotamia formado a partir de las conquistas de Sargón de Acad (2334-2279 a. C.) y que mantuvo su hegemonía durante 140 años entre los siglos XXIV y XXIII a. C. La pieza fue hallada en el templo de Ishtar, de la antigua ciudad de Nínive, cerca de la actual Mosul, en el norte de Irak.
La pieza se hallaba expuesta en el Museo Nacional de Irak, en Bagdad, hasta que en el año 2003 fue saqueada junto a cientos de otras piezas de arte mesopotámico como consecuencia de la Segunda Guerra del Golfo.
