Portada » Francés » El Estado de Bienestar: Pilares, Servicios Sociales y Atención a la Dependencia
El Estado de Bienestar provee servicios y garantías sociales a la totalidad de los habitantes de un país. Su mayor logro es el sistema de protección social basado en el principio de la solidaridad. Gracias a este, la aportación de las empresas y personas que trabajan se destina a la satisfacción de las necesidades de otras que se encuentran en una situación más desfavorecida o fuera del trabajo productivo: personas jubiladas, con diversidad funcional, en situación de desempleo o con baja por maternidad.
El sistema de bienestar se sustenta en cuatro sistemas básicos:
Para acceder a las prestaciones del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), la persona tiene que pasar por un proceso de valoración para realizar las diferentes Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD).
La distinción principal radica en el nivel y el colectivo al que se dirigen:
Ofrecen un primer nivel de atención, dirigiéndose a todos los ciudadanos en igualdad de condiciones. Incluyen prestaciones básicas como información y orientación, ayuda a domicilio, alojamiento y convivencia.
Están dirigidos a colectivos específicos que requieren una atención especializada: infancia, personas con discapacidad, mujeres, mayores, juventud, o personas con drogodependencia.
Es el documento que recoge el conjunto de prestaciones económicas y de otro tipo que ofrecen las redes de servicios sociales a disposición de la población. El catálogo establece dos categorías de prestaciones en función de la obligación de las administraciones de prestarlas:
Se denomina copago a la contribución monetaria de la persona usuaria o de su familia a una parte del coste total del recurso o de la prestación. La cuantía no es fija, sino que es progresiva de acuerdo con su capacidad económica. Las cantidades las establecerá la Comunidad Autónoma y figurarán en el catálogo o cartera de servicios. Sin embargo, para garantizar que nadie quede fuera de la cobertura, las personas con una renta inferior a un límite (el IPREM) quedan exentas del copago en las prestaciones garantizadas.
En ellas se presta atención residencial y cuidados específicos y técnicos a personas con demencia senil o enfermedad de Alzheimer.
Están destinadas al cuidado de personas enfermas, generalmente crónicas, que por su situación especial precisan una atención sanitaria más relevante que la que se puede ofrecer en residencias convencionales.
Un centro psicogeriátrico es la mejor opción, ya que requiere atención las 24 horas.
Mientras su mujer sea autónoma y pueda ocuparse de su marido, tendría acceso al SAAD y teleasistencia. Además, se le prestarían servicios de apoyo y respiro familiar.
Un piso tutelado puede ser una buena opción, ya que le permite una independencia parcial, manteniendo la supervisión por parte de profesionales.
De primera se debería optar por talleres ocupacionales. Cuando el cuidado por parte de su familia se hace difícil, una opción es una residencia de adultos, que es un recurso de acogimiento y convivencia temporal o permanente.
Un centro residencial con unidades psicogeriátricas es la opción adecuada, ya que ofrecen cuidados específicos y profesionales a personas con demencia senil o enfermedad de Alzheimer.
La mejor opción sería un servicio de atención domiciliaria (SAD), ya que ofrece atención a las actividades de la vida diaria y le permite seguir residiendo en su vivienda habitual.
