Portada » Biología » Fundamentos de Biología: Origen de la Vida, Evolución y Biodiversidad
La vida es un sistema que se vale de su entorno persiguiendo su perpetuación y reproducción.
Todos los seres vivos deben cumplir con los siguientes requisitos:
La teoría creacionista se aceptó durante mucho tiempo porque estaba escrita en la Biblia. La creación de todas las cosas se llevó a cabo durante seis días. Fue la única idea para explicar el origen del hombre en el mundo occidental. Hoy en día, la Biblia se interpreta desde un punto de vista ético y moral, y no científico.
Esta hipótesis defiende que la vida se ha generado en el espacio exterior. Fue Anaxágoras en Grecia, en el siglo VI a.C., el primero que la formuló. Cobró auge a partir del siglo XIX, debido a que los estudios realizados en meteoritos demostraron la existencia de materia orgánica en ellos.
Uno de sus máximos defensores, el químico sueco Arrhenius, afirmaba que la vida provenía del espacio exterior en forma de esporas que viajaban impulsadas por la radiación de las estrellas.
Esta idea surgió durante la antigua Grecia y se mantuvo viva durante más de dos mil años. La generación espontánea surgió como una teoría materialista entre los griegos, destacando figuras como Tales de Mileto.
Propone que la vida proviene de moléculas orgánicas que surgieron en el planeta a partir de materia inorgánica. Oparin y Haldane afirmaron que, en algún momento de la historia de la Tierra, se pudieron formar estas moléculas orgánicas sencillas a partir de los gases presentes en la atmósfera primitiva.
Mucho tiempo después, se desarrollaron las primeras células eucariotas a partir de una asociación simbiótica entre células bacterianas más simples.
La evolución biológica es el proceso de cambio sucesivo que acontece a los seres vivos a lo largo de las generaciones.
Las teorías que sostienen que el mundo es estático y las formas de vida son inmutables desde su creación se engloban bajo el término de teorías fijistas.
La teoría de Lamarck se basa en tres puntos principales:
Charles Darwin basó su teoría en la variabilidad existente en la descendencia (debida a la reproducción sexual y a las mutaciones) y en la selección natural.
La evolución biológica es un proceso imparable que comenzó con la aparición de la vida. Las pruebas que la apoyan son diversas y se clasifican en:
Consisten en la existencia de grupos de especies emparentadas, repartidas por el planeta, que habitan lugares relacionados entre sí por su proximidad o características.
El estudio de los fósiles proporciona una idea directa de los cambios que sufrieron las especies al transformarse unas en otras a lo largo del tiempo.
Se basan en la comparación de estructuras corporales:
El estudio de los embriones de los vertebrados ofrece una visión interesante del desarrollo evolutivo de los grupos de animales.
Consisten en comparar ciertas moléculas presentes en todos los seres vivos. Estas moléculas son tanto más parecidas cuanto menores son las diferencias evolutivas entre las especies.
Las diferencias hereditarias que existen entre los individuos de una misma especie constituyen la materia prima sobre la que actúa la selección natural. Las fuentes de variabilidad genética son:
La biodiversidad se clasifica en tres niveles:
El proceso por el cual surgen nuevas especies en la naturaleza generalmente sigue estos pasos:
