Portada » Medicina y Salud » Prevención y Tratamiento de Cánceres Reproductivos, ITS y Métodos Anticonceptivos
El cáncer es una enfermedad caracterizada por el crecimiento descontrolado de ciertas células en el cuerpo, que pueden diseminarse a otras áreas. Esta enfermedad puede originarse en cualquier parte del organismo humano y multiplicarse en miles de millones de células. Las células cancerosas tienden a invadir tejidos cercanos, lo que provoca que se formen nuevos vasos sanguíneos hacia el tumor y que estas células evadan el sistema inmunológico para poder sobrevivir y reproducirse. Existen diversos tipos de cáncer, incluyendo aquellos que afectan a los órganos reproductivos, como el cáncer de mama, cuello uterino, ovario y próstata. La enfermedad tiene más posibilidades de ser tratada con éxito si se detecta a tiempo, especialmente en sus etapas iniciales. Por ello, es crucial realizar chequeos médicos regulares y pruebas de detección del cáncer.
La mama está compuesta por estructuras llamadas lóbulos, que contienen pequeños componentes conocidos como lobulillos. Estas glándulas son responsables de la producción de leche durante la lactancia. Por lo tanto, el cáncer de mama se define como el crecimiento descontrolado de estas células glandulares. Este desarrollo puede avanzar y propagarse a otros tejidos del cuerpo, lo que se conoce como metástasis.
El cáncer de mama puede manifestarse a través de:
El cáncer de mama se origina con el crecimiento anormal de ciertas células en la mama, lo que provoca la formación de un bulto o masa que puede extenderse a lo largo del tejido mamario y hasta los ganglios linfáticos.
Los principales factores de riesgo incluyen:
Los tratamientos principales incluyen:
El cáncer de cuello uterino se origina en las células de la parte inferior del útero que conecta con la vagina.
En sus etapas iniciales, generalmente no presenta síntomas. Sin embargo, en fases avanzadas, puede manifestarse con:
El cáncer de cuello uterino se inicia cuando el ADN de las células cervicales presenta mutaciones, lo que lleva a un crecimiento celular descontrolado. Esta proliferación forma un tumor que puede invadir tejidos cercanos y diseminarse a otras partes del cuerpo.
Los tratamientos más comunes para el cáncer de cuello uterino incluyen:
El cáncer de próstata es una enfermedad común entre los hombres. En general, tiende a crecer lentamente, sin causar problemas significativos. No obstante, en algunos casos, puede ser agresivo y propagarse rápidamente, lo que requiere tratamiento.
En las etapas iniciales, puede no presentar signos ni síntomas. Sin embargo, en sus etapas avanzadas, puede ocasionar:
El cáncer se origina a partir de cambios en el ADN durante la división celular, lo que puede acelerar el crecimiento de células anormales y dar lugar a la formación de un tumor. Este tumor puede invadir tejidos cercanos y, en ciertos casos, las células cancerosas pueden diseminarse a otras partes del cuerpo (metástasis).
Los principales factores que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de próstata en los hombres incluyen:
Aunque no se puede prevenir por completo, se pueden reducir las probabilidades de desarrollar cáncer de próstata al:
El término infecciones de transmisión sexual (ITS) se utiliza para describir un grupo de infecciones que se propagan principalmente a través de contacto sexual y son provocadas por más de 30 tipos de bacterias, parásitos, hongos y virus, presentándose en diversas formas. A continuación, se describen algunas de ellas:
Es una infección provocada por el Virus del Herpes Simple (VHS), que se presenta en dos tipos: el tipo 1 (VHS-1) y el tipo 2 (VHS-2). Ambos pueden causar herpes genital, aunque el VHS-2 es el más común. Una persona que tiene herpes genital puede transmitir fácilmente el virus a otra que no está infectada durante relaciones sexuales sin protección.
Los síntomas aparecen entre 2 y 12 días después de la exposición al virus.
El aciclovir es un medicamento muy efectivo para tratar la infección por herpes, al igual que el famciclovir y el valaciclovir. Se aconseja evitar relaciones sexuales sin protección mientras la infección siga presentando síntomas.
La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual que se puede curar, provocada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae. Su contagio ocurre por el contacto con la vagina, pene, ano o boca de una persona infectada. Esta enfermedad a menudo es asintomática, o sus síntomas pueden ser tan leves que pasan desapercibidos.
Los síntomas suelen ser leves.
Al ser una infección bacteriana, la gonorrea se trata con antibióticos, como una única inyección de ceftriaxona en el músculo o, en su lugar, con pastillas durante una semana. También se puede administrar cefixima por vía oral. Se recomienda realizar una prueba para confirmar la ausencia de la infección tres meses después del tratamiento. Si no se trata, la gonorrea puede aumentar el riesgo de contraer o transmitir el VIH.
El VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) es el agente que afecta el sistema inmunológico del ser humano. Este virus tiene una gran capacidad de adaptación, se descompone rápidamente fuera del cuerpo, es sensible al calor y se reproduce con rapidez. Se infiltra en las células del sistema inmunológico, especialmente en los linfocitos T, donde se multiplica y causa una destrucción gradual de estas células. Una persona puede vivir durante muchos años sin presentar síntomas de enfermedad y mantener una buena salud, aunque aún puede contagiar el virus a otros.
La evolución de la infección por VIH abarca desde el momento en que el virus entra al cuerpo hasta el desarrollo del SIDA, y se clasifica en cuatro fases:
El SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) se manifiesta entre 10 y 15 años después de que una persona ha contraído el VIH. El VIH es el virus causante del SIDA, y este último representa una fase de la infección. El diagnóstico del VIH solo se puede realizar mediante un análisis de laboratorio, utilizando el test de Elisa y, para confirmar, el test de Western Blot.
La transmisión requiere la concurrencia de varias condiciones:
El VIH no se transmite en situaciones cotidianas como: abrazar, besar, estrechar la mano, bañarse en la misma ducha o piscina, utilizar la misma vajilla, compartir un refresco o una hamburguesa, etc.
Existen medidas de prevención específicas para cada vía de transmisión:
Un método anticonceptivo, también conocido como método contraceptivo, es una técnica que previene o disminuye considerablemente la probabilidad de concepción o embarazo durante las relaciones sexuales. Estos métodos son fundamentales para la anticoncepción, ayudan a controlar el número de hijos deseados y evitan embarazos no planeados, incluyendo aquellos en adolescentes. No existe un método anticonceptivo que sea superior a otro ni que ofrezca una seguridad absoluta. Cada opción tiene sus propias indicaciones, por lo que es importante elegir el método que mejor se adapte a cada circunstancia para optimizar la salud sexual.
Los métodos anticonceptivos se dividen en varias categorías:
Estos métodos se fundamentan en el conocimiento del funcionamiento del sistema reproductor masculino y femenino para evitar embarazos, sin utilizar ningún dispositivo o mecanismo externo al cuerpo. Los métodos anticonceptivos naturales incluyen:
