Portada » Ciencias sociales » Estratificación Social, Desigualdad y Género: Impacto de las Clases en el Sistema Educativo
Todas las sociedades están caracterizadas por algún tipo de desigualdad social.
Como señala Giddens (1998:316), la estratificación social puede definirse como las «desigualdades estructurales que existen entre diferentes grupos de individuos» que componen una sociedad.
Las formas históricas y modalidades más importantes de estratificación son:
Castas: El sistema de castas es un sistema social cerrado.
Clases sociales: Sistema que caracteriza a las sociedades urbano-industriales capitalistas, derivadas de las revoluciones políticas e industriales de los siglos XVIII y XIX. En las sociedades modernas, la estratificación aparece en forma de clases sociales, permitiendo una movilidad social tanto ascendente como descendente.
Según Giddens (1998:319), «podemos definir clase social como un agrupamiento a gran escala de personas que comparten ciertos recursos económicos, los cuales tienen una gran influencia en la forma de vida que pueden llevar».
Las clases son los grupos socioeconómicos que estructuran la desigualdad en las sociedades industrializadas, que se basan en las ocupaciones y que se distinguen por sus diferentes niveles de riqueza. Las Clases trabajadoras, por ejemplo, incluyen a trabajadores manuales (cualificados, semicualificados y no cualificados).
Estructura piramidal: Propia de los países no desarrollados y de sociedades industriales incipientes, donde son muchísimas las personas incluidas en la clase baja, pocas en la clase media y muy escasos en la clase alta, que son los que acaparan un porcentaje elevado de las propiedades y la riqueza.
Al analizar de forma «objetiva» la estratificación social, la mayoría de los autores coinciden en tres elementos fundamentales como base de la clasificación: la ocupación, los ingresos y la educación (Celestino Gómez, 1998).
Junto a la estratificación social objetiva, está también el criterio de estratificación «subjetiva»: cada persona se autoposiciona en una clase social determinada.
Es bastante dificultoso operativizar el concepto de clase social. La división en clases de una sociedad no es sencilla ni está claramente delimitada. No obstante, para aproximarnos al estudio de las clases sociales, es necesario considerar criterios objetivos que ayuden a identificar a qué clase social concreta pertenece una persona determinada. Son los llamados indicadores de clase social.
Los principales indicadores objetivos son:
Por otro lado, hay que considerar un indicador subjetivo: la percepción subjetiva de clase social.
Cada clase social hace de la educación una cierta valoración (demanda de educación, nivel de aspiraciones, deseo de cualificación profesional, etc.).
Las distintas investigaciones muestran, en general, que son los estudiantes pertenecientes a las clases medias profesionales los que mayor motivación y seguridad poseen ante los estudios. Estos estudiantes tienen más motivación y rendimiento que los procedentes de familias de clases medias patrimoniales, así como de los que proceden de asalariados de clase media y de clase obrera.
No obstante, hay investigaciones que incorporan algunos matices importantes en esta relación entre educación y clase social. Así, siguiendo a Carabaña (1993), distintos estudios plantean que si bien existen diferencias en función de la clase social tanto en la escolarización como en el rendimiento escolar, también hay importantes diferencias entre grupos o sectores dentro de una misma clase social.
Estas afirmaciones se deben a la dificultad de delimitar las clases sociales de una forma homogénea, lo que lleva a agrupar en una misma clase social grupos diferentes y diversos.
La influencia de la clase social en el aprendizaje es importante. Según estudios realizados por Carabaña, las principales diferencias se observan en la enseñanza obligatoria, mientras que en enseñanzas medias y universidad la relación entre origen social y aprendizaje o rendimiento escolar no es significativa.
Los principales factores que inciden en la desigualdad de aprendizaje o rendimiento escolar podemos clasificarlos en tres grandes grupos (Guerrero Serón, 1996; Carabaña, 1993):
Son los factores que tienen relación con la socialización familiar y de clase social.
Origen familiar: Incluye factores de clase y familiares. Siguiendo a Bernstein, a cada clase social caracteriza una forma de hablar diferente. Por tanto, el uso del lenguaje es distinto en las clases bajas respecto a las clases medias ilustradas.
Establecer relaciones entre origen social y rendimiento escolar es complejo, como hemos examinado en los apartados anteriores, pues las causas del fracaso escolar pueden ser múltiples.
Cada estrato (clase social, grupo de status, género, etc.) implica un desigual acceso a los servicios del sistema educativo, lo que representa un acceso diferenciado a las oportunidades.
Las variables más utilizadas para estudiar la relación entre origen social y rendimiento escolar son las siguientes: ocupación, profesión y nivel educativo de los padres como indicadores relativos al concepto de origen social; y las calificaciones y notas de los alumnos en relación al rendimiento escolar.
La escuela recompensa de forma positiva el lenguaje de la clase media y sanciona de manera negativa el de la clase obrera.
Las expectativas sociales y los horizontes escolares, en mayor medida, son característicos de familias de clase media y media alta.
«Si ayudan a explicar las desigualdades en aprendizaje por clases sociales, es únicamente porque ciertos tipos de familias se dan con más frecuencia en ciertas clases sociales» (Carabaña, 1993:245).
No debemos confundir los términos familia y clase social. En una misma clase social hay diversos tipos de familias, y estas tienen algunas características comunes y otras características que las diferencian.
Las diferencias educativas entre familias de una misma clase social son también muy importantes (Carabaña, 1993:222). La influencia de la clase social será mayor en la medida en que cada clase agrupe familias homogéneas.
Como conclusión del tema, podemos afirmar que el origen social y/o familiar (considerando tanto la familia como la clase social) influye sobre aspectos como el acceso a los distintos niveles educativos, la elección de determinadas ramas o especialidades y el rendimiento/fracaso escolar. El origen social del niño repercutirá en los resultados y actitudes que tenga en y hacia la escuela.
Muchas de las diferencias entre hombres y mujeres no tienen un origen biológico, sino social y cultural.
Es necesario partir de un hecho: el aula es una microsociedad en la que existen las mismas desigualdades (en función del género, grupo étnico, clase social, edad, etc.) que caracterizan al conjunto de la sociedad.
El rendimiento escolar femenino es superior al masculino en todas las etapas escolares.