Portada » Psicología y Sociología » Criterios Psicomotores de la Destreza: Fundamentos de la Habilidad y la Ejecución Deportiva
Es la capacidad de prestar atención solo a los estímulos importantes y necesarios, ignorando aquellos poco significativos para la realización de la destreza. Por ejemplo, en el estadio de madurez del bote (en baloncesto) se puede apreciar que el control del balón se realiza sin mirar, debido a que las sensaciones perceptivas de la mano y táctiles del balón son suficientes para controlarlo, dejando la vista libre para otras acciones. Así, se atiende selectivamente a unas sensaciones que produce el balón, no a todas. El concepto clave es la Atención selectiva.
Consiste en anticipar dónde y cuándo se va a producir un suceso posterior a partir de una información actual. Por ejemplo, cuando se chuta una pelota, el desplazamiento de la pierna se orienta hacia un lugar al que la pelota llegará unos instantes más tarde; esto se realiza porque se ha calculado la trayectoria de la misma. El concepto clave es la Anticipación perceptiva.
En algunas ocasiones, obtener información se convierte en una tarea difícil porque nos rodean estímulos que confunden o molestan la percepción de aquellos que necesitamos de verdad. Por ejemplo, en cualquier evento deportivo, el ruido puede ser un hándicap para aplicar la atención correctamente. Por lo tanto, si se efectúan correctamente las destrezas pese a esos estímulos entorpecedores, es un rasgo de destreza.
Tomar decisiones requiere una serie de procesos cognitivos en un breve espacio de tiempo. Unos segundos en la actividad deportiva pueden ser determinantes. Por ello, tomar decisiones con un tiempo limitado es un rasgo de destreza.
En ocasiones, es preferible dejar que ciertas habilidades surjan de forma espontánea que pensarlas. Para esto es necesario que la destreza se haya practicado muchas veces, consiguiendo así la integración de patrones motores que constituyen una unidad. De esta manera, cada vez que se realice esa acción se utilizará ese programa motor sin tener la necesidad de construir uno nuevo. Un ejemplo claro de automatización es la conducción de un transporte.
La capacidad de realizar correctamente una habilidad en situaciones de riesgo físico denota un rasgo de destreza.
El primer criterio de habilidad es conseguir el propósito propuesto. Por ejemplo, un delantero en fútbol debe marcar goles. El concepto clave es el Logro del resultado.
La realización de dos habilidades simultáneamente es índice de un nivel alto de destreza.
La repetición de un mismo resultado en sucesivas ejecuciones es un rasgo de destreza.
Esta es la ordenación de las acciones musculares encaminadas a conseguir un objetivo y puede ser considerada como un rasgo de destreza. En la coordinación influyen las siguientes habilidades:
Es la sucesión de las contracciones musculares ajustada a la estructura rítmica de la habilidad.
Es la acción conjunta de varios músculos o la acción simultánea de los segmentos corporales.
La reducción del tiempo en la realización de una habilidad manteniendo los resultados supone eficacia. Pero hay habilidades en las que esto no es así porque se requiere un movimiento más lento, como en el ballet.
Ejecutar sin que parezca que se hace un esfuerzo es un rasgo de destreza.
Es la posibilidad de evitar la contracción de aquellos músculos que no se necesitan para realizar una acción determinada. Esto no siempre se consigue, ya que existen contracciones parásitas denominadas sincinesias:
Se producen contracciones musculares en los músculos adyacentes. Por ejemplo: al apretar una mano se contraen también el brazo, el hombro e incluso el gesto de la cara.
Aquellas en las que la contracción se produce en la parte del cuerpo contraria. Por ejemplo, al apretar una mano se aprieta la mano contraria a la vez.
Por lo tanto, es un rasgo de destreza evitar la intervención de estos músculos innecesarios en la ejecución de una habilidad.
Esto es introducir en la ejecución de una habilidad características personales que la diferencien de la misma habilidad ejecutada por otra persona; es un rasgo de destreza.
Liberar los sentidos de la vista y el oído del control del movimiento, cargando este proceso sobre las sensaciones propioceptivas, es un rasgo de destreza.
Es un rasgo de destreza controlar la ejecución de la habilidad sin prestarle atención, para que esta atención quede libre para otros procesos cognitivos.
Es un rasgo de destreza ser capaz de controlar el movimiento por uno mismo sin recibir ayuda.