Portada » Español » Explorando el Género Narrativo: Elementos, Subgéneros e Historia
El género narrativo es aquel en el que se relatan hechos reales o ficticios mediante la voz de un narrador. En estos hechos participan uno o varios personajes en un espacio y tiempo determinados.
El narrador es la voz que relata la historia narrativa y es el componente fundamental del relato. Al comenzar a escribir, se decide qué tipo de narrador emplear, es decir, qué punto de vista adoptar para contar los hechos.
El narrador también puede emplear la segunda persona gramatical, aunque en pocos casos.
En un relato suceden diversos acontecimientos que forman la trama de la obra.
La trama está formada por cuatro partes: planteamiento, conflicto, acción y desenlace (cerrado o abierto). Según se organicen estos elementos de la trama, hablamos de diversas estructuras narrativas:
Son los seres que intervienen en la acción del relato. Podemos clasificarlos en virtud de su presencia en la obra, de su caracterización y de sus funciones en la misma.
El tiempo es otro elemento consustancial al género narrativo. Hay que considerarlo en dos planos: interno y externo.
El espacio es el medio en que se desarrollan los acontecimientos y viven los personajes. Podemos clasificar el espacio de diversos modos:
El espacio suele ser objeto de descripción por parte del narrador.
Las novelas se clasifican según un criterio temático:
Las primeras manifestaciones narrativas en prosa corresponden a colecciones de cuentos de origen que se traducen al castellano desde mediados del siglo XIII. En esta misma línea escribirá en el siglo XIV don Juan Manuel, autor de El conde Lucanor. Desde comienzos de este siglo también hallamos las primeras novelas de caballería.
La novela moderna surge a principios del siglo XVII con la publicación en 1605 de la primera parte de Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, la mayor aportación de las letras españolas a la historia de la literatura universal. Es tal la novedad que supone El Quijote en su momento que las letras españolas tardarán más de dos siglos en asimilar la obra y continuar la senda de la nueva novelística. Ello sucede ya en la segunda mitad del XIX, de la mano de autores como Benito Pérez Galdós o Leopoldo Alas (Clarín).