Portada » Medicina y Salud » Elaboración de Queso: Procesos, Ingredientes Esenciales y Clasificación
Es el producto fresco o madurado obtenido por coagulación y separación del suero de la leche, nata, leche desnatada, suero de mantequilla o de una mezcla de cualquiera de ellos.
Se realiza el llenado de moldes y el prensado para dar forma al queso y eliminar más suero.
El salado se puede realizar de varias formas:
La función de la sal es conservante, formadora de corteza y formadora de aromas y sabor.
Puede durar horas, meses o años. Por ejemplo, el queso Manchego viejo requiere una maduración superior a tres meses, y el Manchego fresco se conserva en nevera por unos cinco días.
El suero puede generar una contaminación grave si no se gestiona adecuadamente.
Una vez cortada y desuerada la cuajada, se le aplica:
La obtención de productos a partir del suero se realiza mediante evaporación y secado, siguiendo estos procesos:
Para recuperar sus moléculas como lactosa y proteínas, se utilizan técnicas como:
Las bacterias lácticas se necesitan para convertir la lactosa en ácido láctico; este reduce el pH del sistema. Son responsables del sabor y aroma del producto.
La calidad microbiana idónea es crucial para quesos con leche cruda. Cuando se desconoce la calidad microbiana o cuando esta no es adecuada, se realizan tratamientos térmicos para destruir gérmenes patógenos. En estos casos, es necesario añadir cultivos microbianos para iniciar el proceso.
Los fermentos son preparados obtenidos industrialmente a partir de cultivos controlados, cuyas principales características son la acidificación, la formación de aromas y el crecimiento, entre otras.
Los fermentos más extendidos incluyen bacterias lácticas, también llamados starters o iniciadores de la fermentación. El suero acidificado de la propia elaboración puede usarse como cultivo de arranque.
Tras añadir el fermento a la leche, se debe dejar un tiempo para que este se reactive, se hidrate y adapte al medio, desarrollando así su actividad. A este periodo se le llama premaduración (entre 30 y 60 minutos, dependiendo del clima).
Las esporas de determinados mohos seleccionados se inoculan en la leche o en la cuajada para producir proteólisis y lipólisis en los quesos madurados. Son utilizados para el afinado de los quesos.
Mohos azul-verdosos que crecen en las cuajadas perforadas de quesos veteados azules como el Roquefort o el Cabrales. Se desarrollan a bajas y altas temperaturas, resisten a baja actividad de agua y son tardíos en su implantación. Son proteolíticos, pero el efecto más destacado es la lipólisis. Toleran bajo contenido de oxígeno y pH alcalino.
Moho blanco que crece en la superficie del queso Camembert, dándole sabor y aroma (flavor). Es desacidificante, lipolítico y muy proteolítico. Presenta resistencia a la sal y es productor de amoníaco, lo que eleva el pH. Tiene un amargor pronunciado y una maduración rápida. Su acción es esencial para ablandar las cuajadas del Brie o Camembert, quesos de pasta blanda.
Moho blanco que crece sobre la superficie de quesos blandos como el Brie o Camembert, aunque nunca es un moho predominante. Son muy acidófilos, toleran temperaturas altas y alta actividad del agua en los quesos. Se ve inhibido por concentraciones de sal del 1% y por falta de humedad. Es un moho muy precoz y es capaz de proteolizar hasta llegar a aminoácidos. En el sabor (flavor) de muchos quesos, puede llegar a dar sabores amargos.
Su población es muy variable en condiciones exteriores. Se pueden sembrar en la leche, pero no en exceso.
Los coagulantes son productos de origen animal, vegetal o microbiano capaces de producir el desdoblamiento de las micelas de caseína con la formación de un gel lácteo. Su acción se verá influida por las variables tecnológicas (pH, acidez, temperatura, etc.).
La actividad proteolítica del coagulante se prolonga a lo largo del proceso de maduración del queso, preparando la acción de las enzimas microbianas y contribuyendo notablemente a la textura y sabor (flavor) del mismo. La retención de la enzima en la cuajada depende del pH de cuajado. Por esta razón, la permanencia en la cuajada está relacionada con el pH de la leche.
Entre las enzimas de origen animal, conocidas como cuajo, se encuentran:
Presente en el abomaso o cuajar de rumiantes lactantes (terneros, corderos y cabritos). Los cuajos comerciales suelen contener quimosina junto con pepsina. Su actividad se ve fuertemente influenciada por las condiciones del medio, con un pH y una temperatura óptima de actividad de 5.50 y 42 °C, respectivamente. La quimosina tiene una doble actividad: una acción coagulante y una actividad proteolítica débil de carácter general, interviniendo esencialmente durante la maduración del queso.
Enzima digestiva producida por las células principales del estómago de animales no lactantes. Se obtiene de terneros, corderos y cabritos, y también de cerdos o pollos. Degrada las proteínas, convirtiéndolas en péptidos. A mayor cantidad de pepsina, más fuerte y menos específica es la proteólisis, lo que puede generar sabores amargos durante la maduración.
Según la norma general de identidad y pureza para el cuajo y otras enzimas coagulantes de la leche, se clasifican en:
Actualmente, se considera que cuanto mayor cantidad de quimosina tiene un cuajo, mejor es.
Aquellas obtenidas mediante macerado de diversos órganos de especies vegetales. Estas enzimas, llamadas ciprosinas, son similares a la pepsina y tienen una actividad proteolítica elevada que puede traducirse en consistencias deficientes y sabor amargo. Este cuajo, obtenido de la flor del cardo, se utiliza tradicionalmente y es el origen de la coagulación en quesos tan conocidos como el queso de Los Pedroches, la Torta del Casar y los quesos de La Serena.
Ciertos hongos producen enzimas que son capaces de coagular la leche. El más empleado es Mucor miehei.
Las técnicas de ingeniería genética permiten obtener quimosina mediante fermentación con microorganismos clonados. El extracto comercial es quimosina al 100%, y el resultado es similar al cuajo animal, aunque la textura de la cuajada puede ser diferente.
Es un conservante y aditivo fundamental en la producción quesera artesanal. La sal común reduce la actividad del agua, disminuyendo las condiciones favorables para la vida microbiana.
El calcio es necesario para que la coagulación enzimática se desarrolle con normalidad; sin él, no se pueden formar puentes calcio-salinos. La leche cruda contiene calcio suficiente, por lo que no es necesario agregar más.
El calcio se encuentra en la leche en diversas formas, pero cuando está ligado a la caseína tiene mayor importancia para la coagulación. Cuando la leche se somete a pasteurización, el calcio ligado a la caseína modifica su estado y precipita, no estando ya disponible para la coagulación ni para la constitución de puentes salinos. Por ello, es necesario incorporarlo en forma de cloruro cálcico (CaCl2) para aumentar su contenido en calcio soluble y favorecer el proceso de coagulación.
Una leche pobre en calcio o con un desequilibrio en sus sales cálcicas provoca un tiempo de coagulación más alto o un coágulo frágil, lo que reduce el rendimiento quesero.