Portada » Biología » Optimiza la Vida Útil de tus Cosméticos: Conservación, Almacenamiento y Manipulación Correcta
La estabilidad cosmética es fundamental: un preparado cosmético se considera estable si mantiene sus propiedades fisicoquímicas, organolépticas y funcionales desde su fabricación hasta su aplicación. El tiempo en que esto se cumple en condiciones normales de almacenamiento debe venir establecido previamente y se limita con la fecha de caducidad del preparado.
Los agentes causantes de inestabilización de cosméticos no se presentan de forma aislada, sino que la alteración de un cosmético suele ser debida a la acción conjunta de múltiples factores físicos, químicos y biológicos:
Entre los agentes físicos destacan la temperatura, la luz, el tiempo, la humedad y la gravedad:
Entre los agentes químicos nos encontramos el oxígeno, los electrolitos y los cambios de pH:
Destaca el desarrollo microbiano y la acción de las enzimas:
Dependiendo de la forma cosmética del preparado, las alteraciones son diferentes:
Para evitar el deterioro de los cosméticos y materias primas, se incluyen en sus formulaciones conservantes (antimicrobianos y antioxidantes). Además, antes de salir al mercado, los fabricantes realizan ensayos de estabilidad (se someten las muestras a procesos acelerados de alteración, como cambios bruscos de temperatura o centrifugación), que permiten predecir su comportamiento en un futuro más o menos próximo. Aun así, es imprescindible que el almacén reúna unas condiciones esenciales para evitar su deterioro. Por ello, es importante seguir unas normas para el almacenamiento de los productos, como son:
La manipulación de los cosméticos depende del tipo de cosmético y su forma cosmética. En el caso de emulsiones, disoluciones o geles, si se necesita usar una pequeña parte del cosmético, se toma solo la cantidad necesaria. Si es líquido, se vierte desde el envase a un vasito o un bol y de ahí se va tomando con el útil adecuado (esponja, etc.); si es en crema, se toma una pequeña parte con una espátula y se deposita en un platillo o vasito. La parte sobrante no se devuelve al envase. En el caso de las barras de labios, se toma la cantidad que se vaya a utilizar con una espátula y de ahí con el pincel de labios. Los lápices delineadores de labios y ojos se deben afilar con una cuchilla o con un sacapuntas desinfectado después de cada servicio. Es muy importante mantener limpios y desinfectados todos los útiles (espátulas, boles, pinceles, brochas, esponjas, sacapuntas, etc.).
En los salones de belleza se deben seguir unas normas higiénicas a la hora de usar o manipular los cosméticos para prevenir alteraciones indeseables, ya que se suele trabajar con cosméticos de mayor tamaño que los de uso doméstico: